El vínculo desconocido entre la masacre la familia en Tibú y la ola de violencia en el Catatumbo: ¿quién está detrás del crimen?

"Como es de público conocimiento, el pasado 15 de enero fueron asesinados el señor Miguel Ángel López, junto a su esposa, Zulay Durán Pacheco, y su pequeño hijo, Miguel Herney, hechos sucedidos sobre la vía que conduce del municipio de Tibú a la ciudad de Cúcuta. Informamos que el Eln no tiene ninguna responsabilidad en los hechos": con esta frase inicia el comunicado enviado por el 'Frente de Guerra Nororiental', con el que niega su participación en la masacre que conmocionó al país el pasado miércoles en horas de la noche.

Como si se tratara de hechos consecuentes, el jueves en la mañana se reportaron múltiples combates en la región del Catatumbo, Norte de Santander.  El Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las disidencias de las Farc son los grupos armados en este conflicto, que tiene cinco municipios de esa zona seriamente afectados: Convención, Hacarí, El Tarra, Teorama y Tibú.

Según el Puesto de Mando Unificado (PMU) que se instaló en el departamento, la cifra era de 23 muertos y ocho heridos, hasta el corte de la noche del 16 de enero. Sin embargo, en la reunión de este viernes se habló de 30 muertos, los cuales no se han podido confirmar plenamente.

A pesar de la declaratoria de inocencia por parte del Eln, Fuentes de Inteligencia le dieron a conocer a EL TIEMPO las hipótesis que se manejan sobre el triple homicidio de la familia López Durán y el nexo que tendría con la situación de orden público actual en la región.

De acuerdo con los documentos administrados a este medio, aunque el empleado funerario había recibido amenazas por parte de diferentes grupos armados de la  zona, el Ejército de Liberación Nacional estaría detrás de la masacre: "Al parecer López habría realizado en las últimas semanas el levantamiento de personas que habían sido asesinadas por estructuras del Frente de Guerra Oriental del ELN señaladas de pertenecer al Frente 33 de las disidencias de las Farc, y ser colaboradores cercanos de alias Andrey (sic)".

Información recopilada por agencias de inteligencia daría cuenta de que el Eln había dado una orden explícita de no recoger los cadáveres y López, sin tener idea de que recoger, preparar y sepultar estos cuerpos lo pondría en la mira del grupo armado, llevó a cabo su labor y por esto habría sido asesinado, así como sus familiares.

El hecho sería un mensaje de esta sección del Eln para los grupos armados de la zona, particularmente, en contra del Frente 33 de las disidencias de las Farc, con el que en este momento está en un sangriento conflicto que tiene en absoluto pánico a los habitantes del Catatumbo y al país volcando su atención en esta crítica situación.

STEFANÍA LEÓN ARROYAVE

Periodista de Nación

EL TIEMPO