Al momento de combatir el polvo, la suciedad y alérgenos de diversas superficies, la aspiradora es un electrodoméstico esencial en el hogar.
Sin embargo, para que funcione de manera eficiente, es fundamental realizar una limpieza periódica que evite la acumulación de residuos y garantice un óptimo desempeño.
Pasos para limpiar la aspiradora
Según el perfil de limpieza ‘Elow.home’, seguir una rutina de mantenimiento es clave para conservar el rendimiento del aparato. Para ello, se deben aplicar cinco pasos esenciales:
- Vaciar el depósito: extraiga el compartimento de polvo y límpielo por completo. Si es posible, lávelo con agua y jabón y déjelo secar durante 24 horas antes de volver a colocarlo.
- Lavar los filtros: estos componentes son los encargados de retener partículas de polvo y alérgenos. Para mantener su eficacia, es necesario enjuagarlos con agua y asegurarse de que estén completamente secos antes de reinstalarlos.
Aspiradora Foto:iStock
- Revisar los cepillos: con el uso frecuente, los cepillos pueden acumular cabellos, hilos y otros residuos que afectan su funcionamiento. Es recomendable retirarlos con cuidado para evitar obstrucciones.
- Limpiar las mangueras y accesorios: inspeccione las tuberías y boquillas para detectar posibles atascos. Si es necesario, lávelas con agua y séquelas completamente antes de volver a usarlas.
- Limpieza externa: pase un paño húmedo por la carcasa de la aspiradora, evitando que el agua entre en contacto con el motor o las conexiones eléctricas.
¿Por qué es importante limpiar la aspiradora con frecuencia?
El mantenimiento regular de la aspiradora no solo prolonga su vida útil, sino que también evita la pérdida de potencia de succión. La acumulación de polvo en los filtros y cepillos puede generar obstrucciones, incrementar el consumo de energía y afectar el rendimiento del motor.
Otro aspecto clave es la calidad del aire en el hogar. Si los filtros están sucios, en lugar de capturar las partículas en suspensión, la aspiradora podría liberarlas de nuevo al ambiente, lo que representa un riesgo para las personas alérgicas o con problemas respiratorios.
Para evitar estos inconvenientes, se recomienda:
- Realizar una limpieza básica después de cada uso intensivo o al menos una vez al mes.
- Lavar los filtros cada tres meses o según las indicaciones del fabricante.
- Asegurarse de que todos los componentes estén completamente secos antes de reinstalarlos.
Antes de iniciar la limpieza, es importante asegurarse de que la aspiradora esté desconectada de la corriente o, en caso de ser inalámbrica, retirar la batería. Además, todas las piezas deben estar completamente secas antes de volver a ensamblarlas.
Laura Guevara
El Universal (México) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.