El Teatro Julio Mario Santo Domingo cumple 15 años: su director, Ramiro Osorio, repasa hitos y desafíos

hace 3 horas 26

La primera vez que el famoso director de orquesta Daniel Barenboim visitó el Teatro Mayor se dedicó a recorrerlo en detalle. Iba por los diferentes pisos, observaba los paneles, apreciaba el sonido de su orquesta, la West-Eastern Divan Orchestra, durante el ensayo previo a su presentación. Al finalizar su camino, miró a Ramiro Osorio, el director del recinto que recién abría sus puertas en el norte de Bogotá, y le dijo: “Aquí no se puede mentir”. Deslumbrado por la belleza y la acústica, se convirtió en el embajador del lugar que cambió la forma de consumir y acercarse a la oferta cultural en el norte de la capital, y al que después de esa visita le llovieron ofertas de visitas de músicos y presentaciones de espectáculos.

Osorio recuerda mil historias. Es un gran conversador y uno de los hombres que mejor conoce la escena artística de este país: fue uno de los cerebros –junto a la carismática Fanny Mikey- del extinto Festival Iberoamericano de Teatro; se desempeñó como ministro de Cultura, y ha sido gestor y abanderado de las expresiones culturales colombianas. Desde el 26 de mayo de 2010 está al frente del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, una asociación público-privada entre la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, el Instituto Distrital de las Artes (que aportan el 24 por ciento de la manutención), la familia Santo Domingo (el 26 por ciento), y una organización que debe reunir el 50 por ciento restante del presupuesto para seguir latente, con las donaciones y venta de entradas a los espectáculos de primer nivel que ofrece.

Ubicado en un complejo cultural en la calle 170 con 67, donde también se alzan el teatro Estudio y la biblioteca pública, el Mayor ha acogido espectáculos como La gran misa, del Ballet de Leipziger, Dionysos, Syncope y Bolero del Béjart Ballet Laussane, Suiza; Giselle, del Dutch National Ballet, Holanda; el Ballet Nacional de España, con la dirección de Antonio Najarro; Tristán e Isolda del Ballet du Grand Théâtre De Genève, Suiza, el Odin Teatret, de Dinamarca; el actor John Malkovich, con su obra La comedia infernal, y Daniel Barenboim & The Westeastern Divan Orchestra, Compañía Manuel Liñán con ¡Viva!, Circus OZ con Model Citizens, Recirquel con Solus Amor, Teatro CENIT con Gonawindúa: el corazón del mundo. Además del Festival Internacional de Música Clásica que desde el 2013 ha acercado a las familias con autores como Mozart o Beethoven.

Para celebrar sus 15 años, el Teatro Mayor tendrá esta noche una gala privada, y del 23 al 25 de mayo próximos presentará La coronación de Poppea ('L'incoronazione di Poppea'), de Claudio Monteverdi, con la orquesta Le Poème Harmonique, de Francia, y la dirección escénica del bogotano Pedro Salazar. Las boletas están disponibles en www.teatromayor.org y en Tu Boleta.

Osorio recordó algunas anécdotas y nos contó qué sigue para este lugar, que ya forma parte de la identidad de la ciudad. “Hoy el Teatro Mayor está en el momento mejor que uno se lo puede creer”, acota.

Ramiro Osorio, director del Teatro Julio Mario Santodomingo

Ramiro Osorio, director del Teatro Julio Mario Santodomingo Foto:Cortesía

¿Cuáles han sido ese espectáculo inolvidable?

En 2021, hicimos Delegaciones, un proyecto conjunto con la Comisión de la Verdad para la entrega del informe oficial. Fue un gran acontecimiento. Yo en mi vida no he visto algo que tenga mayor belleza, profundidad y contundencia para entender lo que es nuestro país, que esa obra. Fue, de verdad, absolutamente conmovedor. Había actores profesionales, estaban las madres de Soacha -había una escena de ellas buscando a sus hijos-, una especie de coro griego, la Guardia Indígena... era la diversidad, toda la riqueza cultural, pero también toda la tragedia de nuestro país.

Si tuviera que mencionar a una figura de la cultura que ha estado muy presente en estos 15 años, ¿quién sería?

Gustavo Dudamel. Ha venido en siete ocasiones a dirigir. En una ocasión dirigió las nueve sinfonías de Beethoven con la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela. Durante el gobierno del presidente Santos, cuando se restablecieron las relaciones con Venezuela, hicimos un gran concierto binacional, apoyado por el Ministerio de Cultura de Colombia. Y participaron músicos de seis orquestas colombianas y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. Gustavo vino también dirigiendo la Filarmónica de Viena. Y el año pasado volvió con la Filarmónica de Los Ángeles. Es una trayectoria que hemos seguido en 15 años, hemos tenido ese privilegio de ver el desarrollo de una de las figuras hoy es de la más promisorias de la música del mundo. Lo hemos visto crecer.

¿Cuáles han sido los mayores riesgos que ha tomado el teatro?

Yo destacaría dos vocaciones que hemos ido creando: una es hacer teatro lírico, con óperas y zarzuelas. Se necesita mucha experiencia, unos equipos fogueados y con gran capacidad; y también dinero, el teatro lírico es caro. Eso nos permite alianzas con grandes casas: coproducimos con el Teatro Colón de Buenos Aires, con el Teatro Municipal de Santiago de Chile y con el Teatro Nacional de la Zarzuela, en Madrid. Esto redunda en que nuestros cantantes, músicos, la orquesta, todo el mundo está ganando una experiencia extraordinaria.

Teatro Julio Mario Santo Domingo

El teatro está ubicado en la calle 170 con 67, en Bogotá. Foto:Teatro Julio Mario Santo Domingo

Y la otra apuesta fundamental del Teatro Mayor ha sido la creación de un público para la danza, que ha sido la manifestación artística que menos atención ha tenido. Nos hemos propuesto impulsar muchas coproducciones de los grupos de danza de Bogotá, para que trabajen en mejores condiciones, con mayor estabilidad; pero también a traer esas grandes compañías, grandes coreógrafos, que han ido creando el lenguaje de la danza moderna y contemporánea (...) Desde el año pasado, y lo vamos a volver una tradición, estamos haciendo Cascanueces, con Incolballet, como nuestra casa de ballet.

¿Alguna vez el teatro ha estado al borde del colapso económico?

Varias veces. Y después de la pandemia, en todos esos años, 2020, 2021; apenas el año pasado, volvimos a recuperar las audiencias que teníamos en el 2019. Calcula pues, en una lógica de esta, de construcción de recursos, vivíamos con el Jesús en la boca, podemos decir.

¿No había chance de que algún patrocinador, el sector público o los Santo Domingo pusieran el resto del dinero?

La lógica de una institución como esta, no es así, yo no puedo llegar a mi junta directiva y decir: ‘ay, qué pena, pero me pasé 5 mil millones’. Me dirán: ‘con mucha pena, a ver cómo se los consigue’. Porque al final es una lógica empresarial. Seguramente tuve indicadores suficientemente claros para planear. Y obviamente, nosotros lo que no podemos es gastar un peso más de lo que nos han ofrecido. Y aunque sea así, aquí estamos.

Además de los espectáculos, el teatro maneja un componente social muy importante..

El programa 100.000 niños al Mayor, que creamos en 2014, y que está dedicado a los niños de los colegios públicos. El Teatro Mayor paga todo: los artistas, los autobuses, los refrigerios, nosotros conseguimos donaciones para hacerlo posible. Es para que los niños descubran el sitio con esa acústica, con esas luces, que aprendan sobre los lenguajes de la creación -se hace música sinfónica, danza, rock, teatro, en unas condiciones espectaculares-. Creo que vamos a terminar este año con 350.000 niños que han venido de más de 600 colegios.

Recuerdo que un día, cuando estábamos comenzando este programa, yo estaba en la puerta y vi que entraban dos niñas, que seguramente venían desde lejísimos y habían estado dos horas en un bus, atravesando la ciudad de sur a norte.Una niña le dice a la otra: ‘oye, pero esto sí es elegante’. Fíjate la mentalidad que hay, que, si es público, no es bonito. A nosotros, estos más de 300.000 niños que han venido de colegios distritales, nunca nos han dañado una silla. Porque es que cuando las cosas se hacen de verdad y cuando se ofrece una experiencia, la gente la disfruta y cuida.

Lo otro es la plataforma de educación que creamos y que ofrece cuatro espectáculos gratis que se pueden tener en todos los departamentos de Colombia. Es un gran desafío tener tanto material y nosotros no somos capaces solos, así que estamos hablando con otros teatros, con embajadas, etc. Es un instrumento social como ejercicio: llevamos más de 400 millones de personas que han hecho clic en la plataforma.

Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia estará en el Julio Mario Santo Domingo.

Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia estará en el Julio Mario Santo Domingo. Foto:Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia

¿Qué es eso del teatro verde?

Auspiciado por el Grupo Energía de Bogotá, tenemos este proyecto de largo plazo, con la idea de que en 2030 el Teatro Mayor sea totalmente verde. Nosotros tenemos ya en las terrazas paneles solares, ya cambiamos toda la iluminación del teatro; tenemos un sistema de recolección de la basura, hacemos compostaje y en el jardín tenemos una planta de tratamiento de aguas lluvias. Hay una historia muy linda sobre esto: en el patio, donde es el comedor de los trabajadores, un día empezaron a aparecer muchas abejas. En un punto se iba volviendo incontrolable, así que llamamos a los bomberos, pero les pedimos que no fueran a fumigar; entonces nos llevamos a las abejas a un lado lejano del edificio lejano, y alguien propuso: ¿por qué no hacen un apiario? Ahora producimos nuestra propia miel. Con asesoría de este proyecto, hemos ido cambiando los jardines para que sea de las flores que ellas polinizan con más facilidad. También tenemos una huerta de lechuga y tomate. Nosotros hacemos muchísima comida para los artistas, muchos sándwiches, y todos tienen las verduras que cultivamos en nuestra huerta. Te cuento estas historias porque, hombre, es un sueño poder trabajar en sitio como este.

SOFÍA GÓMEZ - REDACCIÓN CULTURA

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