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Muchas veces, la mente de las personas va a velocidad luz debido al estrés que les genera las complejas responsabilidades que tienen que cumplir todos los días. Ese sinfín de pensamientos intrusivos suelen mantenerlos despiertos y, con el tiempo, puede desarrollar ansiedad o depresión. Sin embargo, la Escuela de Harvard compartió un sencillo truco para entrenar la atención plena y evitar la dispersión.
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Ocupando únicamente diez minutos por día, este ejercicio puede "mejorar la memoria y las habilidades de concentración", ayudar a disminuir la distracción y manejar mejor el estrés. Solo requiere sentarse en una silla y focalizar.
- 1. Sentarse en una silla con respaldo recto o con las piernas cruzadas en el suelo.
- 2. Concentrarse en un aspecto de la respiración. Puede ser al momento de inhalar y exhalar o en el movimiento del vientre mientras respira.
- 3. A medida que se reduzca la concentración en la respiración, comenzar a ampliarla en otros aspectos como sus sentimientos, sus ideas y los sonidos de su alrededor.
- 4. Si la mente se comienza a acelerar, vuelva a enfocarse en la respiración hasta que se regule.
- 5. No se deprima si este ejercicio le toma menos de diez minutos. Con el tiempo, va a poder controlar mejor los tiempos siempre que lo haga en una hora determinada.
Otros ejercicios de conciencia para desarrollar la atención plena
Matthew Solan, editor ejecutivo de Harvard Men's Health Watch compartió otros dos ejercicios que se enfocan en la conciencia corporal y la abierta. Ambas practicas cuentan con el mismo fin y ayuda a mantenerse en el presente.
La conciencia abierta busca focalizarse en una sola tarea. Para lograrlo, la persona debe dirigir su atención a las sensaciones de su cuerpo. A medida que inhala por la nariz y exhala lentamente por la boca, el individuo comienza a involucrar cada uno de sus sentidos y presta atención a lo que oye, ve, siente, huele y saborea.
Por su parte, la conciencia corporal busca canalizar la atención en pensamientos, objetos y sensaciones. La persona debe concentrarse en estos elementos:
- Las sensaciones: debe observar las sensaciones sutiles, como la picazón o el hormigueo, a medida que hace un escaneo de cada parte de su cuerpo.
- Las imágenes y los sonidos: observar las imágenes, los sonidos, los olores, los sabores y las sensaciones táctiles, llamándolos por su correspondiente nombre.
- Los impulsos: cuando sienta un antojo o urgencia, escuche a su cuerpo, reconozca el deseo y confíe en que desaparecerá.
- Las emociones: permítase sentir sin necesidad de juzgarse. Se recomienda nombras las emociones que aparecen por lo que son, como "alegría", "enojo" o "tristeza".
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