El amaranto, un cultivo ancestral valorado por civilizaciones como los mayas, incas y aztecas, está cobrando relevancia en la actualidad debido a sus destacados aportes nutricionales y su capacidad para mejorar la salud de forma integral.
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Este pseudocereal no solo sobresale por su contenido de proteínas y fibra, sino también por los compuestos bioactivos que le confieren múltiples propiedades.
Un alimento excepcional por su composición
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el amaranto es una fuente destacada de proteína, superando a otros cereales comunes. Su composición incluye lisina, un aminoácido esencial que suele estar ausente en otros granos, consolidándose como una proteína de alta calidad.
También contiene grasas saludables, especialmente ácido linoleico, indispensable para el organismo. Su riqueza en fibra, tanto soluble como insoluble, mejora la digestión, fomenta la sensación de saciedad y resulta beneficiosa para quienes buscan mantener un peso saludable.
1. Efecto hipocolesterolémico
El amaranto ayuda a disminuir el colesterol LDL, conocido como el colesterol "malo", y el colesterol total. Esto se debe a la acción conjunta de sus ácidos grasos insaturados, fitoquímicos como fitosteroles y tocotrienoles, y su contenido de fibra, los cuales impactan directamente en el metabolismo de las grasas.
2. Propiedades antitumorales
Investigaciones han revelado que las lectinas presentes en el amaranto tienen efectos antiproliferativos sobre células malignas, especialmente en el tracto gastrointestinal. Además, algunas de sus proteínas estimulan la apoptosis en células tumorales, posicionándolo como un alimento con potencial terapéutico.
3. Actividad antioxidante
Gracias a los compuestos fenólicos que contiene, este pseudocereal combate el daño causado por el estrés oxidativo en las células. Esta propiedad antioxidante puede ser crucial para prevenir enfermedades crónicas y retrasar el envejecimiento prematuro.
4. Regulación de la glucosa en sangre
El consumo de amaranto contribuye a estabilizar los niveles de glucosa, favoreciendo las funciones hepáticas y ayudando a prevenir problemas como la diabetes.
5. Salud intestinal y prevención del cáncer de colon
La fibra en altas concentraciones que aporta el amaranto mejora el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y reduce la hinchazón, factores clave para evitar el cáncer de colon y otras afecciones digestivas.
Un alimento con grandes perspectivas
El amaranto no solo destaca por su valor nutricional, sino también por su potencial como alimento funcional. Aunque muchos de los estudios se han realizado en modelos animales, sus propiedades terapéuticas y su capacidad para mejorar la salud cardiovascular, metabólica y digestiva han despertado el interés de científicos y consumidores.
Su inclusión en una dieta equilibrada promete múltiples beneficios, consolidándolo como un recurso con un futuro prometedor en la alimentación saludable. Sin embargo, antes de incorporar cualquier alimento, incluido el amaranto, a su dieta diaria, es fundamental que consulte con un profesional de la salud. Un especialista podrá evaluar sus necesidades nutricionales específicas, así como identificar posibles alergias, intolerancias o interacciones con condiciones médicas preexistentes, garantizando así que la inclusión sea adecuada y beneficiosa para su bienestar.
LAURA GUEVARA
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.