El obispo de Pereira, monseñor Rigoberto Corredor, afirmó que hasta cuando la Fiscalía le entregue a la familia los restos óseos del padre Rubén Darío Valencia Uribe no dirá que el presbítero fue asesinado, como lo habría confesado el principal sospechoso.
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Monseñor Corredor se refirió a la declaración que hizo Julián Eduardo Cifuentes Gómez a un fiscal especializado y una agente del Gaula de la Policía Nacional en Francia, a donde huyó días después de que se reportó la desaparición del clérigo. Cifuentes confesó que acabó con la vida del religioso con cuatros disparos y ocultó su cuerpo en una zona boscosa en el departamento de Caldas.
Cifuentes le entregó a los dos funcionarios las coordenadas del sitio donde dejó el cuerpo del sacerdote y este lunes 16 de septiembre se inició la búsqueda de los restos óseos. Hasta el momento no se ha informado que los hayan hallado.
Cifuentes fue capturado el 30 de abril pasado luego de que la Interpol emitió una circular roja en su contra.
'Hasta que Medicina Legal no confirme no diremos nada oficialmente'
Visiblemente afligido, monseñor Corredor explicó que hasta cuando aparezcan los restos del padre no dirán oficialmente que el padre fue asesinado. "Lo primero que tengo que decir es que no hemos recibido ninguna información de la Fiscalía y con ella hemos hecho un acuerdo de que todo lo que podamos informar nosotros es lo que recibamos de la Fiscalía", señaló el Obispo de Pereira.
Con respecto a la confesión del presunto responsable de la desaparición del sacerdote aseveró que esta persona fue interrogada durante dos días, según la información que se filtró a los medios, "él parece que aceptó la situación, la realidad de la muerte del padre".
Sin embargo, el jerarca de la Iglesia Católica en esta zona del país recalcó que "nosotros no podemos decir mientras no tengamos los restos del padre Darío y Medicina Legal diga que sí pertenecen al padre Darío".
"La angustia nuestra es total, ya se aclaran cosas, salimos de una duda terrible de tantos meses y estamos en ese proceso", sostuvo Monseñor, quien reveló que la madre del sacerdote ya conoce de la situación.
Cinco meses de incertidumbre
El padre Valencia desapareció el desapareció el 25 de abril pasado cuando fue visto por última vez con Cifuentes, conductor de plataforma, comisionista de vehículos y escolta, con quien realizaría la venta de una camioneta de su propiedad.
Ese hombre fue con quien el sacerdote fue visto por última vez, en un video de una cámara de seguridad, cuando partieron en el carro del religioso con rumbo desconocido. Según lo que el padre Valencia le dijo a su mamá el 25 de abril pasado, con ese sujeto iba a concretar la venta de su carro particular, una camioneta Nissan Frontier.
El vehículo fue encontrado abandonado días después en un lavadero de carros en el municipio de Viterbo (Caldas), con rastros de sangre, un orificio de una bala en el tablero, casquillos y sin la silla trasera.
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS