El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, regaló al presidente estadounidense, Donald Trump, en su viaje a Washington, un lujoso aparato con un mensaje oculto sobre Hezbolá.
Se trata de un bíper de oro, un objeto que recuerda la operación israelí contra el Hezbolá libanés en septiembre, según explicó la oficina del dirigente hebreo.
"El bíper simboliza la decisión del primer ministro que supuso un vuelco en la guerra y marcó el inicio del derrumbe moral de Hezbolá", indicó en un comunicado el jueves por la noche.
"Esta operación estratégica refleja la fuerza, la superioridad tecnológica y el ingenio de Israel contra sus enemigos", agregó.
El 17 y 18 de septiembre de 2023, cientos de aparatos de transmisión --como buscapersonas y walkie-talkies-- utilizados por miembros del grupo islamista Hezbolá explotaron en la periferia sur de Beirut, así como en el sur y el este de Líbano, feudos del movimiento proiraní.
Estas explosiones causaron 39 muertos y cerca de 3.000 heridos, según las autoridades libanesas.
Aunque esta espectacular operación llevaba el sello del Mosad, el poderoso servicio de inteligencia exterior de Israel y responsable de las operaciones especiales en el extranjero, el país nunca la reivindicó abiertamente hasta que el jefe del gobierno admitió, en noviembre, que había dado su autorización.
Hezbolá abrió un frente contra Israel un día después del ataque des movimiento palestino Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023, que desató la guerra en la Franja de Gaza, donde también rige una tregua desde el 19 de enero.
Ese frente se convirtió en una guerra abierta en septiembre, con bombardeos israelíes contra la capital Beirut y varios golpes contra Hezbolá, incluido el asesinato de su líder, Hasán Nasralá.
La guerra entre Israel y Hezbolá causó más de 4.000 muertos en Líbano y obligó a 900.000 libaneses a huir de sus casas, según las autoridades.
Según lo pactado en la tregua entre Israel y Hezbolá que puso fin a los combates el 27 de noviembre, el ejército hebreo tenía que culminar el 26 de enero su retirada del sur de Líbano, donde solo pueden desplegarse las fuerzas armadas libanesas y las tropas de paz de la ONU.
Sin embargo, este plazo se pospuso hasta el 18 de febrero, anunció Estados Unidos, que forma parte del comité de vigilancia de la tregua.