Repentinos dolores de cabeza, episodios de olvido momentáneo y dificultades para concentrarse son problemas comunes que muchas personas enfrentan en su vida diaria.
Estos síntomas, que pueden parecer aislados, tienen una conexión directa con un hábito simple y esencial que con frecuencia se pasa por alto: mantenerse hidratado.
La importancia de la hidratación en la salud cerebral
A pesar de las constantes recomendaciones de beber suficiente agua, muchas personas no cumplen con la cantidad necesaria para mantener un funcionamiento óptimo del cuerpo y el cerebro. Investigadores de Harvard Medical School señalaron que la cantidad diaria adecuada varía entre cuatro y seis vasos de agua, en lugar de los tradicionales ocho.
Sin embargo, advirtieron que “no se puede hacer una recomendación que sirva para todo el mundo. La indicación va a depender de la dieta, el clima y el nivel de actividad física que tiene un individuo”.
La Fundación Aquae destacó que incluso una leve deshidratación, con solo un 2 % de descenso en los niveles de agua en el cuerpo, puede ocasionar pérdida momentánea de memoria, dificultad con las matemáticas básicas y problemas de enfoque visual.
Según la fundación, “el mecanismo de la sed es tan débil que con frecuencia el 37 % de los seres humanos lo confunde con hambre. Sin embargo, la deshidratación es un problema serio”.
Para mantener un nivel adecuado de hidratación, hay que beber suficiente agua. Foto:Getty Images
Los efectos de la deshidratación en el cerebro
El cerebro necesita un balance adecuado de líquidos para su correcto desempeño. Según Matías Baldoncini, médico neurocirujano de la Universidad de Buenos Aires, “cuando el cuerpo está deshidratado disminuye el suministro de sangre al cerebro, lo que puede afectar negativamente el rendimiento cognitivo y la función cerebral en general. La deshidratación puede llevar a dificultades en la concentración, la memoria, el procesamiento de información y la toma de decisiones”.
Alejandro Andersson, médico neurólogo y director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, agregó que “la sinapsis, las conexiones entre las neuronas, las células que las sostienen y las cuidan junto con todo el tejido nervioso requieren de agua para funcionar adecuadamente. Cuando esa cantidad de líquido disminuye aparece la disminución del rendimiento cognitivo, la dificultad para concentrarse, tomar decisiones y esto repercute en la memoria a largo plazo”.
Un estudio publicado en la revista 'Nutrients' concluyó que hidratarse regularmente mejora la salud cerebral, previniendo la somnolencia y la pérdida de memoria. Coincidiendo con este hallazgo, una investigación de 'The American College of Sports Medicine' demostró que la deshidratación aumenta el esfuerzo del cerebro durante tareas mentales sin mejorar los resultados, evidenciando un deterioro en el rendimiento cognitivo.
Tomar agua es beneficioso. Foto:iStock
Cómo prevenir los efectos de la deshidratación
El Dr. Baldoncini afirmó: “Cuando se reponen los niveles de líquidos en el cuerpo, el flujo sanguíneo al cerebro se restablece, lo que puede mejorar rápidamente la función cognitiva”. Sin embargo, en casos extremos, puede producirse daño cerebral irreversible.
Para evitar estos problemas, los especialistas recomiendan:
- Beber suficiente agua: incorporar un consumo regular durante el día, incluso sin sentir sed.
- Observar señales de deshidratación: prestar atención a síntomas como sequedad en la boca, mareos y orina oscura.
- Incrementar el consumo en ciertas situaciones: aumentar la ingesta de agua durante el ejercicio, en climas cálidos o durante enfermedades.
- Consumir alimentos hidratantes: incorporar frutas y verduras ricas en agua en la dieta.
Grupos que deben tomar precauciones adicionales
Según el Dr. Andersson, ciertos grupos son más vulnerables a la deshidratación, como los atletas que realizan ejercicios intensos, especialmente en climas cálidos.
Además, “enfermos renales, pacientes diabéticos y personas que toman diuréticos tienen que tener un cuidado extra”. También advirtió sobre la importancia de garantizar una hidratación adecuada en adultos mayores, particularmente durante temporadas de calor, ya que son más susceptibles a los efectos adversos de la deshidratación.
La Nación (Argentina) / GDA.
¿Cuánta agua debe tomar un adulto mayor?
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.