La imposición de nuevos tributos a las industrias extractivas, al amparo del decreto de conmoción interior, anunciada por el Gobierno el martes anterior durante la plenaria de la Cámara de Representantes, en la que se le hizo control político a dicha medida adoptada para atajar la crisis en el Catatumbo, supone un nuevo golpe a la competitividad y viabilidad financiera de estas importantes actividades económicas del país, como el petróleo y el carbón, entre otras.
Al amparo de esa medida, el Gobierno busca que en, al menos los primeros 90 días que dure la conmoción, se recaude unos 214.000 millones de pesos, a través de una 'contribución especial' del 1 por ciento de las industrias extractivas.
"El Gobierno Nacional viene haciendo todo lo posible para acabar con la competitividad de los carbones colombianos, elevando la tasa de tributación a niveles que nos conduzcan a la inviabilidad financiera de las operaciones, con el único fin de justificar su discurso de transición", advirtió Carlos Andrés Cante Puentes, presidente de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón).
Según datos del sector, Colombia es el quinto país exportador de carbón más grande del planeta con bajo contenido en cenizas y bajas emisiones de dióxido de azufre. Tiene una de las mayores reservas probadas de carbón de antracita y carbón bituminoso en Latinoamérica con una participación del 52,9 por ciento (4.554 millones de toneladas).
Fenalcarbón reportó esta semana que, si bien los precios del mineral han venido cayendo desde los máximos observados luego de la pandemia, estabilizándose al rededor de los 80 dólares la tonelada el año pasado, y los bloqueos a la actividad minera en el país han sido cada vez más frecuentes, esto no ha afectado los volúmenes de exportación, los cuales muestran un crecimiento cercano al 10 por ciento para el período de enero a noviembre de 2024, frente a una demanda internacional creciente.
"Para el carbón metalúrgico, los precios también han caído, como consecuencia de los excesos de inventario de productos de aceros chinos, aunque los volúmenes exportados se han mantenido alrededor de 1,7 millones de toneladas, el promedio de los últimos 5 años", señala el gremio.
Golpe al petróleo
El sector minero no es el único impactado con dichas medidas. Las medidas anunciadas por el Gobierno esta semana también le darán un golpe a la extracción de petróleo.
Extracción de petroleo. (Imagen de referencia). Foto:Jaime Moreno/Archivo EL TIEMPO
Francisco José Lloreda Mera, expresidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), explica, que el impuesto va dirigido a las empresas privadas de petróleo que exportan, pues lo que le corresponderá pagar a Ecopetrol se lo habría podido transferir por otro medio o cruzar con el subsidio al diésel.
“Es una puntada más contra la industria petrolera y de las empresas extranjeras para espantarlas. Y avanzar (el Gobierno) en su política de destrucción del sector minero-energético”.
El exdirectivo agrega que "lo peor es que el Gobierno no tiene idea de cómo conjurar la crisis en el Catatumbo pues anuncia unos proyectos que no van a poner fin inmediato a la ola de violencia”, al tiempo que advierte que: “Lo más insólito es el recorte presupuestal al Ministerio de Defensa para decir ahora que necesita recursos para esa entidad de esos impuestos”.
Andrés Bitar, vicepresidente de Estrategia y Asuntos Regulatorios de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), le dijo a EL TIEMPO en reciente oportunidad que esta industria no aguanta más impuestos, pues ya paga una tasa efectiva de tributación cercana al 60 por ciento. "Si nos siguen ahogando con impuestos, lo que vamos a ver es una caída más pronunciada en la actividad exploratoria", comentó en su momento el experto.
En la actualidad, rige una sobretasa del 5 por ciento si el precio promedio real del año excede el percentil 65 y hasta el 75 (precios medios), o 10 por ciento si excede el percentil 75 (precios altos) de la distribución de precios de los últimos 10 años.
Desde la Asociación Colombiana de Minería (ACM), han dicho que aumentar los impuestos a la industria minera en Colombia representa un riesgo grave para su viabilidad, pues ya enfrenta una de las cargas fiscales más altas del mundo, especialmente en el carbón, que tiene una tarifa de renta del 35 por ciento.