Los frutos secos se destacan por su gran aporte de nutrientes esenciales para el organismo. Su contenido en grasas saludables, antioxidantes, vitaminas y minerales los convierte en una opción clave para promover el bienestar general y prevenir diversas enfermedades.
El envejecimiento es un proceso inevitable que afecta diferentes aspectos del cuerpo, como la elasticidad de la piel, la función cognitiva y la movilidad.
Factores como el estrés oxidativo, la inflamación crónica y el deterioro de la salud cardiovascular pueden acelerar este proceso. En este contexto, la alimentación juega un papel fundamental.
La nuez, un escudo contra el envejecimiento
Este fruto seco es reconocido por su combinación de antioxidantes, ácidos grasos esenciales y compuestos bioactivos que favorecen la salud a largo plazo. Uno de los principales problemas que impulsan el envejecimiento es el daño oxidativo provocado por los radicales libres.
En este aspecto, las nueces se distinguen por su alto contenido en vitamina E, melatonina y polifenoles, sustancias que contribuyen a neutralizar estos efectos negativos.
Un estudio realizado por científicos españoles en adultos mayores de 60 años demostró que el consumo regular de nueces ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (malo), cuya acumulación en las arterias está relacionada con la aterosclerosis y otras complicaciones cardiovasculares.
Protección cardiovascular y beneficios cerebrales
Las nueces son la fuente vegetal más rica en ácidos grasos omega-3, en especial el ácido alfa-linolénico (ALA), un compuesto que ha sido asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Investigadores de la Universidad de East Anglia en Noruega destacan que una ingesta adecuada de ALA puede contribuir a un envejecimiento saludable, al reducir la inflamación y mejorar la función del sistema circulatorio.
Pero sus beneficios no se limitan al corazón. Estos ácidos grasos también juegan un papel clave en la salud cerebral, ayudando a preservar la función cognitiva con el paso del tiempo.
La inflamación crónica, un factor de riesgo en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, puede verse reducida gracias a los polifenoles de las nueces, en especial los elagitaninos. Estos compuestos estimulan la producción de urolitinas en el intestino, las cuales protegen las células del daño.
En esta línea, estudios de la Universidad del Sur de Australia señalaron que el consumo habitual de nueces puede fortalecer la memoria, mejorar la función cerebral y reducir el estrés oxidativo que impacta el sistema nervioso.
Además, una investigación de la Universidad de California identificó que este fruto seco estaba asociado con una mejora en los síntomas de la depresión y en la función cognitiva de los adultos mayores.
¿Cuántas nueces se deben consumir?
Para aprovechar al máximo sus beneficios, los expertos recomiendan ingerir entre 30 y 60 gramos de nueces al día, lo que equivale aproximadamente a 1/4 a 1/2 taza o entre 12 y 14 mitades de nuez.
Esta cantidad proporciona una dosis suficiente de nutrientes esenciales para contribuir a la salud cardiovascular, cerebral y física, retrasando el envejecimiento prematuro y promoviendo una mejor calidad de vida.
Contribución a la movilidad y el bienestar físico
Conservar la movilidad es un desafío con el paso del tiempo. Un estudio observacional de la Universidad de Harvard, que analizó los hábitos alimenticios de más de 50.000 mujeres durante 18 años, reveló que aquellas con una dieta rica en nueces y otros alimentos saludables tenían un 13 % menos de riesgo de deterioro físico.
La Nación (Argentina) / GDA.
La fruta que está llena de ácido fólico y que ayuda a eliminar parásitos intestinales
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.