Fueron 11 días de espectáculos en los que Bogotá se convirtió en el escenario teatral más grande del mundo, en el que las miradas vieron florecer un festival que reunió a lo más selecto de la escena local e internacional y que en la noche del lunes festivo 14 de octubre llegó a su fin con las obras Muñecas gigantes y Mobile Homme, de la compañía francesa Transe Express, en una plaza de Bolívar hasta el tope.
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El balance para la primera edición del Fiav Bogotá – Festival Internacional de las Artes Vivas– es más que satisfactorio: 50.000 espectadores en sala, un millón en obras de calle, 633 artistas nacionales, 210 internacionales y 90 compañías participantes.
“Hay un balance positivo; todas nuestras expectativas se cumplieron. Se diluyeron los escepticismos que había alrededor del evento. Muy emocionados con el trabajo de todo el equipo”, señaló Fabio Rubiano, director general del Fiav Bogotá.
Las cifras van más allá de las obras. Al Mercado Fiav, el espacio de los negocios, asistieron 32 delegados nacionales de 8 ciudades, 52 programadores de 16 países, y 69 agrupaciones colombianas, que se congregaron en las 1.331 citas programadas en 2 días de rueda de negocios y 3 de networking. En cuanto a la agenda académica, llamada Y… ¿A qué teatro vamos?, se realizaron 34 eventos gratuitos y 11 por inscripción, 5 homenajes en 18 espacios, que reunieron a 87 ponentes, 12 maestros y 246 estudiantes en talleres.
Octavio Arbeláez, director artístico, recalcó que “la primera edición ha colmado las expectativas de todo el ecosistema de las artes escénicas de Colombia y el continente. Ha sido una edición épica en la que se concitaron los esfuerzos de teatristas, circenses, bailarines, músicos y en general de todas las artes visuales para lograr este festival, que tuvo un gran impacto y una presencia emocionante, emotiva y, desde luego, con un sello de perennidad en la memoria de los bogotanos, colombianos y de todos los que nos visitaron”.
Inolvidables la Peeping Tom, de Bélgica, con Diptych; la desgarradora Protocolo del quebranto, de España, o la vanguardista Neoarctic, un deleite visual y sonoro multidisciplinario; los siete espectáculos de Río de Janeiro –Región Internacional Invitada de Honor–, los 18 del Pacífico –la región Nacional Invitada de Honor– y las 53 obras bogotanas; también quedan en la mente y el corazón los espectáculos de apertura, Pedaleando hacia el cielo, y de cierre, de la compañía Transe Express, que deslumbraron a los asistentes.
La cita será en dos años, en la Semana Santa de 2026, durante la última semana de marzo y la primera de abril. El Fiav Bogotá será una bienal teatral, y la comunidad de Madrid será la región internacional invitada, y el Caribe, la nacional.
“Es una idea de regresar a aquellos momentos en donde, alrededor del teatro, de la vida, cada Semana Santa, nos reuníamos los bogotanos y los colombianos cada 2 años para celebrar, gracias a la encomiable tarea de Fanny Mikey”, comenta Juan David Correa, ministros de las Culturas, las Artes y los Saberes. “Esperamos entonces que sigamos pensando que el cuerpo es el alma, que el cuerpo nos enaltece y que debemos recuperar el cuerpo de esta Nación, a veces tan fragmentado y tan dolido. Gracias a todas las compañías que participaron, a las actrices, a los actores, a los dramaturgos, a los escenógrafos, a los productores, a las productoras, a los equipos de las instituciones, a quienes gerenciaron este festival, a quienes se ocuparon minuto a minuto de las comunicaciones, a quienes atendieron los teatros, a quienes estuvieron detrás de la escena para que este sueño volviera a ser posible”.
El Fiav Bogotá es una iniciativa de la Presidencia de la República y la Alcaldía Mayor de Bogotá, con la organización del Ministerio de Cultura; la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá y la Cámara de Comercio de Bogotá. Además, contó con la participación de otras entidades, como Hola Río, que permitió la llegada de la delegación del Estado de Río de Janeiro.