El estudio de música, donde Elvis Presley, Johnny Cash, U2 y más grabaron, sigue atrayendo turistas y mantiene vivo el sonido del 'rock'

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MEMPHIS, Tennessee — El último grupo de turistas del día salió de un espacio de exhibición y entró en una sala rebosante con el sonido de “Cry! Cry! Cry!”, de Johnny Cash.

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Habían pasado el final de la tarde absorbiendo historias sobre este pequeño espacio con un peso descomunal —Sun Studio, en Memphis— donde el sonido naciente del rock ‘n’ roll tomó forma a mediados de la década de 1950. Es donde Elvis Presley se convirtió en Elvis, y Sun Records hizo famosos a Cash, Carl Perkins, Jerry Lee Lewis y otros. Sucedió entre los mismos paneles acústicos desgastados que todavía recubren las paredes del estudio y su techo ondulado.

Los visitantes se turnaron con un micrófono Shure serie 55 que no funcionaba, pero era original de estudio, y que estaba disponible bajo dos condiciones: no robarlo ni besarlo. Se conformaron con tomar fotos antes de salir a la calurosa tarde de verano.

Luego, se abrió la puerta trasera y la banda local de indie-rock Blvck Hippie comenzó a entrar con su equipo.

El micrófono no besar se cambió por uno que funcionara y los cables se alambraron en una red eléctrica mientras el baterista atornillaba los platillos.

En poco tiempo, una habitación destinada a mantener viva la memoria de viejas canciones se había transformado y estaba conectada para capturar otras nuevas. “Estamos listos”, dijo Josh Shaw, de 29 años, un guitarrista que encabeza la banda, después de un par de repasos de una canción.

La vida nocturna de este sitio, designado Monumento Histórico Nacional, es un eco del negocio inicial establecido aquí por Sam Phillips, fundador de Sun Records: un servicio de grabación abierto a todos que atrajo por primera vez a un Presley de 18 años por la puerta en 1953, cuando gastó 3.98 dólares de su propio dinero para grabar dos baladas.

Phillips, que murió en el 2003, tenía 26 años cuando firmó el contrato de arrendamiento del edificio de un piso en octubre de 1949. En poco más de 93 metros cuadrados construyó una oficina principal, un estudio de grabación y una sala de control. En enero de 1950, abrió como Memphis Recording Service, con el objetivo de amplificar el brío de una “humanidad pasada por alto”, en particular la de los músicos negros, que creía que podía trascender las divisiones sociales.

“Conocía la separación física de las razas —pero conocía la integración de sus almas”, le dijo al autor Peter Guralnick en la biografía del 2015 “Sam Phillips: The Man Who Invented Rock ‘n’ Roll”.

Phillips realizó allí las primeras grabaciones de futuras estrellas, entre ellas B.B. King, Howlin’ Wolf e Ike Turner. Para pagar los recibos, también grababa audios de bodas y funerales. Sun Records se lanzó en el espacio en 1952 y permaneció allí hasta que abrió un estudio más grande en 1960, a pocas cuadras de distancia. En 1969, vendió el sello, ahora con sede en Nashville.

El edificio fue reabierto en 1987 como destino turístico y estudio de grabación nocturno por el músico local Gary Hardy, quien con el tiempo incorporó el edificio de dos pisos de al lado, que ahora sirve como tienda de souvenirs y espacio de exhibición.

Mike Schorr, que ahora posee y opera el negocio y los edificios con sus hermanos, John y Chris, dijo que los visitantes preguntan si el sitio todavía funciona. “Francamente, creemos que es esencial seguir siendo un estudio activo”, dijo. “Este lugar es el corazón y el alma de este negocio”.

El estudio de grabación normalmente está reservado cuatro noches a la semana, con suficiente demanda para cubrir siete, dijo Lydia Fletcher, ingeniera de grabación y reservas de Sun Studio. Las tarifas, que reflejan la necesidad de montar el estudio y luego volver a prepararlo para los turistas, son de 200 dólares la hora. Los músicos en ocasiones son nombres muy conocidos —incluyendo, en los últimos años, a Wynonna Judd y los ganadores del Grammy Dom Flemons y Steve Cropper— pero es más probable que la mayoría sea más conocido en escenarios locales.

“Este lugar se siente más punk rock”, dijo Shaw, el líder de la banda Blvck Hippie. “Puedes pagar un montón de dinero e ir a un lugar que lo tiene todo —o puedes ir a un lugar que tiene todo lo necesario para sacar lo mejor de lo que puedes hacer creativamente. Por eso todavía vienen aquí muchas figuras. Hay cosas que no se pueden comprar”.

Y todavía un énfasis en lo que Phillips denominó “imperfección perfecta”, su afán por capturar la brillantez de un momento auténtico, a pesar de una nota o letra fallida. “¿Perfecto? Eso es el diablo”, le dijo a Guralnick, contando cómo el sonido de un teléfono sonando en la oficina apareció en uno de los discos del bluesman Jimmy DeBerry. “¿Quién en este mundo querría ser perfecto?”.

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