Él es Shigeru Miyamoto, el genio detrás del reino de los hongos donde viven Mario y Luigi

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KIOTO, Japón — Shigeru Miyamoto ha estado haciendo la misma petición a todos los empleados nuevos de Nintendo durante al menos la última década: por favor, diseñen juegos que puedan vender 30 millones de copias.

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La solicitud de grandes éxitos que puedan generar más de 1.5 mil millones de dólares suena casi razonable viniendo de Miyamoto, el sonriente septuagenario que ha creado mascotas como Super Mario, la Princesa Zelda y Donkey Kong que han ganado miles de millones de dólares para Nintendo. Ha sido consultor en docenas de juegos y fue clave en el desarrollo de las consolas Wii y Switch, pero en los últimos años se ha centrado en las películas y los parques de diversiones que Nintendo espera que afiancen su futuro.

“En realidad no sé por qué creo las cosas que creo”, dijo Miyamoto a través de un intérprete. “Simplemente me estoy divirtiendo y eso es lo que me motiva”.

Habló desde el interior del Museo Nintendo en Kioto, Japón, que abrió sus puertas el 2 de octubre y documenta la evolución de la compañía desde una tienda local que vendía naipes hechos a mano en la década de 1880 hasta una compañía de videojuegos casi un siglo después.

En 1981, cuatro años después de comenzar a trabajar en Nintendo, Miyamoto inventó las máquinas recreativas Donkey Kong, que introdujeron una primera versión del personaje Mario y se convirtieron en un éxito internacional. La sostenida búsqueda de originalidad de Nintendo fue enfatizada por su entonces presidente, Hiroshi Yamauchi.

Seguir el camino de la originalidad ha definido el trabajo de Miyamoto en las consolas recientes de Nintendo y, por extensión, el enfoque contraintuitivo de la compañía hacia una industria impulsada en gran medida por el costoso realismo gráfico.

“Podría parecer que simplemente vamos en la dirección opuesta por el simple hecho de ir en la dirección opuesta, pero en realidad se trata de encontrar lo que hace especial a Nintendo”, dijo Miyamoto.

Hace apenas una década, los analistas de la industria creían que la única posibilidad de supervivencia de Nintendo después del fallido lanzamiento del Wii U era dejar de producir consolas y centrarse en el desarrollo de software. La prensa fue brutal. “¿Qué diablos le pasa a Nintendo?”, preguntó Chris Kohler, el editor de Wired. Y por primera vez en su historia moderna, Nintendo reportaba pérdidas financieras anuales.

La compañía fue revivida por el Nintendo Switch en el 2017. Los juegos iniciales como The Legend of Zelda: Breath of the Wild fueron un éxito comercial y de crítica. La pandemia también coincidió con el lanzamiento de juegos acogedores como Animal Crossing: New Horizons. Ambos juegos superaron el objetivo de ventas de Miyamoto por millones de copias.

Mientras tanto, Miyamoto estaba implementando un plan estratégico para extender la marca Nintendo a nuevos públicos y fuentes de ingresos. Ahora es parte de la junta directiva de la empresa, pero también ostenta el título de “Miembro Ejecutivo”, lo que en otra empresa podría considerarse como el director creativo que supervisa el desarrollo de nuevos productos.

Después de años de ignorar el auge de los juegos móviles, la empresa desarrolló apps como Super Mario Run. Miyamoto también estaba viajando a Hollywood para desarrollar “Super Mario Bros. La Película”, que se convirtió en la segunda película más taquillera del año pasado con casi 1.4 mil millones de dólares. La película se estrenó dos meses después de la inauguración de Super Nintendo World en Universal Studios Hollywood, el segundo de cuatro parques de diversiones planeados en el mundo. Ahora hay una secuela de la película de Mario planeada para estrenarse en el 2026 y se trabaja en el desarrollo en una película de Zelda.

En el museo, hay bloques de interrogantes flotantes y sapos cantantes nativos del Reino Champiñón de los juegos de Mario repartidos por toda la propiedad. Hay otras experiencias interactivas, incluyendo poder pintar versiones de los naipes originales de la empresa. En otra sección, los visitantes pueden utilizar controladores cómicamente grandes para jugar viejos juegos Nintendo.

Lo que ocupa la mente de Miyamoto es cómo evolucionará la compañía para convertirse en una marca de medios, particularmente ahora que está considerando ampliar el museo para incluir más registros de archivo, prototipos de consolas anteriores y dibujos artísticos.

“Si llegamos a un punto en el que hagamos 10 películas, tal vez podamos abrir un cine”, dijo durante una conferencia de prensa en el museo.

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