Como un panorama desolador describe el colombiano Jean-Pierre Mandonnet la situación actual en Valencia (España). El transporte, las redes eléctricas y de telefonía colapsaron, los hospitales están desbordados y los rescatistas tratan de hallar vida en medio del lodo.
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El último reporte que entregaron las autoridades locales antes de las 11 de la mañana (hora de Colombia) de este jueves 31 de octubre indica que 155 personas han muerto por las inundaciones que deja la Depresión Aislada en Niveles Altos (Dana).
El joven, de 34 años, cuenta que vive y trabaja de manera remota en Madrid, pero el pasado viernes 25 arribó a Valencia para visitar a unos tíos sin imaginarse lo que estaba por suceder.
“Tenía que haber viajado hoy (jueves) a Madrid, tenía tren a las 6:53 a. m., pero desde anoche cancelaron todos los trenes de Valencia a Madrid hasta el 3 de noviembre, porque la vía está cortada. Los rieles quedaron bajo agua, hay inundaciones en algunos túneles de la línea de alta velocidad y la carretera está cubierta de carros que han sido golpeados por las inundaciones y han sido desviados”, cuenta Jean-Pierre en diálogo con EL TIEMPO.
Mandonnet es oriundo de Barranquilla y ahora se está quedando en el sector de Paterna, a cinco kilómetros del Centro de Valencia. Desde la ventana del apartamento, puede observar cada vez que pasan las grúas con los carros llenos de lodo, provenientes de la zona de la tragedia.
Así se desencadenó la tragedia
Según su relato, el pasado domingo, emitieron una alerta por una Dana, no solo para Valencia, sino también para las Islas Baleares, lo que es Mallorca e Ibiza, además del litoral Mediterráneo, que incluye Barcelona.
En Valencia no estaba lloviendo, pero en los pueblos de la región sí estaba lloviendo muy duro
“El lunes en la noche, después que hizo un día espectacular, empieza una brisa muy fuerte. Estamos hablando de vientos entre 63 y 70 km/h. Amaneció el martes muy oscuro el día y mucha brisa, pero no llovía. Y así siguió hasta el mediodía, tanto así que me fui a hacer mi día normal al Centro de Valencia. De pronto, en la Universidad de Valencia cancelaron las clases. Ahí fue donde dijimos: ‘está pasando algo’. Resulta que estaba lloviendo en el interior de la comunidad valenciana. O sea, en Valencia no estaba lloviendo, pero en los pueblos de la región sí estaba lloviendo muy duro”, expresa.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, cayeron entre 470 y 500 litros de agua. Un dato que leyó Jean-Pierre en La Vanguardia, periódico de Barcelona, registra que en esta ciudad catalana caen 600 litros de agua al año.
“Ni los embalses, ni los ríos están en capacidad de absorber una cantidad de agua tan bárbara, obviamente se desbordaron y las zonas más bajas, pero que están rodeadas de montaña, sufrieron la caída del agua acumulada y el desbordamiento de los cauces de los ríos”, manifiesta el barranquillero.
Los pueblos más afectados
Indica que los pueblos más afectados son Torrent y Paiporta, este último a 14 kilómetros de donde se encuentra él.
“En Torrent es donde se ven las imágenes de los carros unos sobre otros y las calles inundadas. En el otro, se han visto imágenes de los ancianos cubiertos de agua. Murieron más de 40 señores en unos asilos. Es una experiencia fuerte, estoy impresionado”, reconoce el hombre.
Según Jean-Pierre, la avalancha sorprendió a muchas personas que estaban haciendo su rutina normal, como ir a la escuela por los niños, en el bar, de regreso al trabajo, entre otras actividades, ya que no estaba lloviendo en ciertos sectores, solo había fuertes vientos.
“Hubiese aplacado un poquito la situación que las alertas se hubieran emitido a tiempo. Aquí nos llegaron a los teléfonos unas alertas de la Generalitat Valenciana, que es como decir la Gobernación de acá, las alertas llegaron a las 8:12 p. m. De hecho, hay testimonios de personas que dicen que les llegaron las alertas estando con el carro inundado, viendo cómo salir de él”, comenta.
Los otros servicios que colapsaron
Así como las líneas de transporte, Jean-Pierre Mandonnet añade que en los hospitales también ha aumentado la demanda de atención, contabilizan 150 carreteras afectadas, 24 mil viajeros se han visto perjudicados y 77 mil hogares se encuentran sin luz.
“Tengo una tía que es médico y sus compañeros comentan que están desbordados, están doblándose en turno. Pero el tema no está en la capacidad de los hospitales, sino porque muchas personas están bajo tierra, no los han encontrado a tiempo, porque han quedado bajo el lodo. Se habla de decenas de desaparecidos. Las estaciones del tren están habilitadas para que las personas varadas pasen la noche. En Torrent, escenarios deportivos y los ayuntamientos están abriendo las puertas. La gente ha sido solidaria e incluso se está donando sangre en el Centro de la ciudad”, asegura Mandonnet.
El colombiano espera poder regresar este viernes 1° de noviembre a Madrid, sin embargo, la única posibilidad es una ruta por Alicante, que dobla el tiempo del trayecto que en condiciones normales haría por tren.
Deivis López Ortega
Corresponsal de EL TIEMPO
Barranquilla