Con el cierre del 2024, el Congreso llegó a la mitad de su tercera legislatura. El desgaste entre Gobierno y Congreso se hace cada vez más notorio, pero esto no ha impedido que en los últimos cinco meses hayan salido adelante proyectos de suma importancia para el país. El más importante de todos, sin lugar a duda, es la reforma constitucional al sistema general de participaciones.
Esta propuesta cuenta con una particularidad: no es propiamente del gobierno, pero uno de sus autores es el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. Este, junto con los congresistas de En Marcha, la presentaron a comienzo de año y luego comenzaron su trámite por debajo de los radares. Entonces, cuando Cristo llegó al Gobierno, el camino se aparejó y la propuesta terminó siendo exitosa. Puede decirse que es la mayor reforma al ordenamiento colombiano en los últimos 20 años.
Otra de las propuestas destacadas del segundo semestre del 2024 también fue de origen legislativo y fue la ley contra el matrimonio infantil, liderada por Jennifer Pedraza y Alexandra Vásquez. De esta forma se rechazó cualquier unión matrimonial con una persona menor de 18 años.
Jennifer Pedraza y Alexandra Vásquez, autoras de la iniciativa contra el matrimonio infantil. Foto:Prensa Alexandra Vásquez
También de autoría congresional estuvo el proyecto de la representante Katherine Miranda para habilitar el divorcio libre, que permite que una de las partes de la pareja de forma unilateral pueda romper el vínculo.
En cuanto a la agenda del gobierno, las propuestas están avanzando, pero no al ritmo que esperaba el Ejecutivo. La reforma laboral apenas comenzará su tercer debate en febrero.
En cuanto a la reforma de la salud, se aprobó la ponencia positiva en segundo debate y se adelantó la aprobación de 23 artículos, pero aún falta más de 2/3 del texto para que pueda dar su paso al Senado. Otra de las iniciativas del gobierno es la jurisdicción agraria, que ya tuvo su primer y tercer debate, pues tiene mensaje de urgencia. Solo le faltan los debates de plenaria de Cámara y Senado y cuenta con un ambiente favorable.
Distintos sectores insisten en que la reforma no resuelve los problemas del sistema. Foto:CÉSAR MELGAREJO. EL TIEMPO
La reforma a la justicia, que es de autoría del Ejecutivo y de las altas Cortes, llegó a los acuerdos suficientes para pasar la plenaria del Senado sin mayores complicaciones. Ahora le quedan dos debates en Cámara.
En este semestre, el que sufrió las duras derrotas fue el Ejecutivo. El proyecto de presupuesto general para 2025 fue uno de los grandes golpes al gobierno Petro. Por primera vez en 20 años no se aceptó su monto y luego las Comisiones Económicas negaron todo el articulado. Esto solo fue una muestra de lo que dos meses después se daría con la ley de financiamiento. El gobierno insistió en su presupuesto, desfinanciado en 12 billones, y por eso radicó una reforma tributaria para encontrar el faltante. Pero no había ambiente para su aprobación. Se hundió en su primera discusión y se aceptó su ponencia de archivo, algo que rara vez ocurre con los proyectos de gobierno.
Miguel Uribe habla sobre el hundimiento de la tributaria. Foto:EL TIEMPO
En este último grupo debe incluirse la reforma política, que se hundió en el último día de sesiones. Era una propuesta de interés del ministro Cristo. En este caso, hubo un pulso entre el Legislativo y el Ejecutivo. Los congresistas rechazaron la propuesta de Gobierno, en cambio sacaron adelante el proyecto que era de su interés, el acto legislativo de transfuguismo, que tuvo su primera vuelta exitosa.
En 2025 se anticipan nuevos pulsos. En Senado, es claro que el Gobierno tiene poco manejo, lo cual no impide que algunos de sus proyectos, cuando coinciden con los intereses de la mayoría de los partidos, salgan adelante. La duda está en la Cámara, donde el liderazgo del representante verde Jaime Salamanca ha sido permanentemente retado y donde por primera vez en este gobierno, se hundieron proyectos que eran de la almendra del Ejecutivo.
JUAN LOMBO - Redacción Política