Los ministros de Exteriores de Egipto, Badr Abdelaty, y Líbano, Abdalá Bou Habib, instaron este lunes a los "países activos" y a las Naciones Unidas a "asumir su papel" para evitar que los enfrentamientos entre Israel y el grupo libanés chií Hezbolá se conviertan en un "conflicto regional a gran escala".
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En un comunicado conjunto, ambos ministros, reunidos en Nueva York, donde se encuentran para asistir a la Asamblea General de la ONU, destacaron que "los Estados activos deben desempeñar su papel (...) para evitar que los enfrentamientos se expandan y se conviertan en un conflicto regional a gran escala".
Subrayaron también la importancia de que la comunidad internacional y la ONU "emitan una resolución vinculante del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que Israel detenga inmediatamente su agresión contra los territorios palestinos y libaneses".
Emitan una resolución vinculante del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que Israel detenga inmediatamente su agresión contra los territorios palestinos y libaneses
El comunicado, difundido por los Ministerios de Exteriores de ambos países, se produce en un momento de gran tensión en el Líbano por la campaña de intensos bombardeos que Israel inició este lunes en varias áreas del sur del país, y que causaron más de 500 muertes.
Miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares en las regiones afectadas, mientras que las autoridades abrieron nuevos colegios habilitados como albergues para desplazados para hacer frente a la oleada de huidas en masa del sur y el este del Líbano.
"Es necesario que Israel cumpla con sus obligaciones según el derecho internacional (...) de manera que se proporcione protección a los civiles de las agresiones cometidas" por el Estado judío, aseveraron los jefes de las diplomacias de Egipto y Líbano, según la nota.
Insistieron asimismo en que la "única solución" de la crisis en Oriente Medio es "a través del cese de las hostilidades y de la agresión sobre la Franja de Gaza y el Líbano, y recurrir a las soluciones pacíficas para frenar la escalada".
En otro comunicado, Egipto condenó "las amplias operaciones militares en el Líbano, que dejaron decenas de víctimas" y el ministro de Exteriores egipcio subrayó la necesidad de "alejarse de las soluciones militares que sólo darán lugar al derrame de sangre y pondrán en peligro la vida de los civiles".
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgheit, por su parte, dijo en un comunicado que "esta peligrosa escalada representa un ataque flagrante a la soberanía libanesa y amenaza con hacer estallar la situación regional de una manera cuyas consecuencias serán dolorosas para todos".
Postura similar expresaron Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) que coincidieron, en sendos comunicados de sus ministerios de Exteriores, en instar a las partes en conflicto a ejercer "máxima contención", y subrayaron "la importancia de preservar la soberanía del Líbano".