Mujer con tos y molestias en la garganta jamás imaginó que padecía cáncer: ‘Un shock’

hace 5 días 27

En abril de 2021, Analía Rodríguez, una mujer que transitó el coronavirus de manera leve, no imaginaba que unos meses después, su vida se vería marcada por un diagnóstico inesperado. 

A pesar de haber superado el covid sin complicaciones graves, poco después comenzó a notar un ganglio inflamado en su cuello. En un control médico, le dijeron que se trataba de una secuela del virus y le diagnosticaron angina. Sin embargo, los síntomas no desaparecieron. "Me medicaron para eso, pero, obviamente, nunca se desinflamó. Al principio, noté un ganglio, el de la garganta, pero con el paso de los meses me di cuenta que tenía dos más en el cuello", explica Rodríguez.

cáncer

Analía Rodríguez junto a su marido Foto:Vía La Nación, GDA

A medida que pasaba el tiempo, los ganglios se hicieron más grandes, lo que llevó a Analía a consultar nuevamente con un médico. “Al principio, solo tenía tos. A veces, algunas noches y mañanas cuando me levantaba me daban arcadas ya que sentía la garganta muy tapada. También sentía molestias cuando movía el cuello para el lado izquierdo, pero no era dolor, solo molestia. Y bajé mucho de peso", recuerda.

A estos síntomas se sumaron otros más preocupantes: palpitaciones y dificultad para respirar. Analía comenzó a experimentar una sensación de cansancio físico y otros malestares, lo que la llevó a buscar atención médica. "Cuando fui al médico por segunda vez me palpó el cuello y el abdomen en la parte del ombligo. Sentí un dolor leve en esa área y también empecé a sentir cansancio físico. Cuando me dijo que era para hacerme una tomografía y análisis de sangre, me preocupé, creí que podría ser algo más complejo, pero jamás me imaginé que sería cáncer", relata.

El diagnóstico que cambió su vida

El resultado de los estudios fue el inicio de una larga espera que terminaría por confirmar sus peores temores. Los médicos le recomendaron realizar una punción en uno de los ganglios del cuello para descartar posibles enfermedades graves. "Nunca me dijeron qué podría llegar a ser, pero fue después de la tomografía que la médica me explicó que iban a realizar la punción para descartar cosas y que tenía que ver a una hematóloga. Eso es todo lo que me habían dicho", señala Rodríguez.

Aunque la noticia la tomó por sorpresa, era consciente de que algo grave podría estar ocurriendo. "Tuve la sensación de que podría ser cáncer después de la primera punción, el 15 de diciembre. Pero me lo confirmaron el 7 de enero del 2022. Si bien yo sospechaba, no esperaba que realmente fuera ese diagnóstico. Obviamente fue un shock", comenta.

El diagnóstico definitivo fue Linfoma no Hodgkin, una enfermedad oncológica que afecta el sistema linfático. Al recibir la noticia, lo primero que hizo fue abrazar a su esposo y a sus dos hijas, buscando tranquilizarlas. "Les dije que si ellos estaban bien, yo también lo iba a estar", afirma Analía, con una determinación que la mantuvo positiva frente a la adversidad.

Un proceso de tratamiento exigente

El tratamiento que le fue recomendado fue el protocolo “R-CHOP”, que consiste en seis ciclos de quimioterapia administrados en el Hospital Durand. Cada ciclo se administró con intervalos de 21 días, comenzando el 30 de marzo de 2022. "La primera quimio fue muy complicada, fui hospitalizada porque no sabían cómo reaccionaría mi organismo. Al finalizar de manera exitosa, me dieron el alta después de dos días", recuerda Analía.

Diagnóstico de cáncer

A pesar de las dificultades iniciales, Analía se recuperó exitosamente Foto:Vía La Nación, GDA

Con el tiempo, el tratamiento continuó con un mantenimiento cada dos meses, lo que le permitió seguir adelante con su vida a pesar de los desafíos. La última quimio fue el 13 de julio de 2022, y luego de eso, el tratamiento de mantenimiento finalizó el 22 de noviembre de 2024.

A pesar de las dificultades que atravesó, hoy Analía se encuentra bien. "Hoy me encuentro bien, estoy haciendo los controles correspondientes cada tres meses. Me siento feliz, hago aquagym, ando en bici, hago ejercicio, ¡algo que nunca pensé que iba a hacer! Disfruto todos los días y me levanto positiva, con ganas de seguir", comparte con una sonrisa.

Objetivos de vida y mensaje de esperanza

Tras superar una enfermedad tan compleja, Analía tiene claro qué es lo más importante para ella. "Mi objetivo hoy es tener una vida sana, que toda mi familia tenga salud y seguir adelante juntos y felices", afirma. Además, sueña con lograr metas personales. "Mi prioridad siempre es la salud, pero también sueño con tener mi casa propia, que mis hijas logren lo que se propongan en la vida, que sean felices y seguir mi camino junto a la persona que amo", expresa con determinación.

Finalmente, dedica unas palabras a quienes atraviesan situaciones similares. “Les diría que tengan fe, que confíen en el proceso, que todo es paso a paso y más que nada que confíen en ellos mismos. Que no se rindan y que no duden en llamar a un familiar, amigo o alguien que les brinde seguridad y contención cuando lo necesitan. Que no se sientan solos porque siempre hay alguien”, concluye.

A lo largo de su tratamiento, Analía también agradece la ayuda recibida de personas fuera de su círculo cercano, como la licenciada Mariana Godoy, psicóloga oncológica de Linfomas Argentina, quien la apoyó emocionalmente en todo momento. "Agradezco la contención que me brindó, fue fundamental en este proceso", finaliza.

Este testimonio de lucha y esperanza demuestra la importancia de la detección temprana, el tratamiento adecuado y el apoyo emocional para superar enfermedades graves como el cáncer.

Alejandro Gorenstein

La Nación (Argentina) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.

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