Doble limpieza facial: la técnica coreana de 'skincare' para lucir una piel perfecta

hace 5 días 16

Cada día, el rostro enfrenta una acumulación de restos de maquillaje, protector solar, grasa, sudor y partículas contaminantes.

Aunque no siempre sean evidentes, estos residuos forman una capa invisible que puede bloquear los poros, opacar la piel y acelerar los signos del envejecimiento. Este proceso conduce a una apariencia cansada y apagada que afecta la salud y el aspecto del rostro.

En un mundo donde las tendencias de cuidado facial cambian rápidamente, el cuidado de la piel ha tomado mayor relevancia. Sin embargo, entre la gran variedad de productos y consejos disponibles, destaca una técnica específica que ha ganado popularidad global: la doble limpieza facial. 

Este método, originado en la cultura asiática, promete eliminar a fondo las impurezas y preparar la piel para otros tratamientos. Pero, ¿es realmente imprescindible o solo una moda pasajera?

La sandía sirve como mascarilla.

Ideal para quienes usan protector solar resistente al agua o están expuestos a la contaminación. Foto:iStock

¿Qué es la doble limpieza facial?

La doble limpieza es un método clave en la rutina de cuidado de la piel en culturas asiáticas como Corea y Japón. Este enfoque se ha popularizado gracias a la influencia de la K-beauty y la efectividad de sus resultados. Según el doctor Orión Pizango Mallqui, dermatólogo de Orion Center Dermatología Estética y Láser, este método es reconocido por limpiar profundamente la piel y optimizar los beneficios de otros productos.

El proceso consiste en dos pasos esenciales. En el primero, se utiliza un limpiador a base de aceite o bálsamo para eliminar residuos solubles en grasa, como maquillaje, protector solar y sustancias resistentes al agua. Betty Sandoval, dermatóloga de la Clínica Internacional, explica que estos aceites dermatológicos no solo eliminan los residuos, sino que también hidratan la piel, ofreciendo un cuidado integral.

El segundo paso se realiza con un limpiador acuoso para retirar restos del primer producto, junto con impurezas solubles en agua, como sudor y contaminación. Al respecto, la experta señaló: “Si bien no es estrictamente indispensable realizar una doble limpieza, puede ser muy beneficiosa. Muchas veces, al usar maquillaje o protector solar, lavamos el rostro y notamos que quedan algunos residuos. Con esto podemos llegar a la conclusión de que, un solo paso de limpieza puede no ser suficiente para eliminar completamente todas las impurezas de la piel”.

¿Qué beneficios ofrece?

La doble limpieza facial no solo asegura una piel limpia, sino que también ofrece beneficios concretos:

  • Limpieza profunda. Retira de manera eficaz las impurezas acumuladas, evitando la obstrucción de poros y previniendo problemas como acné y puntos negros.
  • Hidratación. Mejora la absorción de productos y potencia la eficacia de tratamientos con ingredientes activos como ácido hialurónico.
  • Luminosidad. Mejora visiblemente la textura y el brillo natural de la piel con el uso constante.

“La doble limpieza mejora la absorción de productos al eliminar completamente las impurezas y residuos que pueden actuar como barreras en la piel. Esto permite que ingredientes activos, como antioxidantes e hidratantes, penetren de manera más efectiva y brinden mejores resultados. Por lo general, los cambios visibles pueden variar dependiendo de la condición inicial de la piel y la consistencia en el uso de la técnica. No obstante, de forma inmediata proporciona una sensación de limpieza profunda, mientras que, a corto plazo, reduce la apariencia de los poros y brinda una textura más uniforme”, aseguró la dermatóloga Jane Wu, de Cleveland Clinic.

Productos recomendados según tipo de piel

Para cada paso de la doble limpieza facial se necesitan productos específicos. En el primer paso, los aceites desmaquillantes, bálsamos limpiadores o aguas micelares son ideales para disolver impurezas solubles en grasa. Los aceites naturales como jojoba o argán son alternativas efectivas que respetan la barrera natural de la piel.

En el segundo paso, la doctora Wu sugiere el uso de geles, espumas suaves o leches limpiadoras con ingredientes como ácido hialurónico, ceramidas o aloe vera. “Este último paso es fundamental, ya que complementa la limpieza al enfocarse en impurezas solubles en agua, equilibrando la piel sin dejar sensación de resequedad”.

La elección de productos debe adaptarse a cada tipo de piel:

  • Piel seca y sensible. Prefiera limpiadores en crema o leches sin fragancias, con ingredientes como ceramidas o aloe vera.
  • Piel grasa y propensa al acné. Utilice limpiadores no comedogénicos con ácido salicílico, ácido glicólico o peróxido de benzoilo.
  • Piel mixta. Opte por aceites ligeros y limpiadores balanceados que hidraten sin resecar.
  • Piel normal. Use limpiadores suaves como geles acuosos o espumas ligeras.

“La doble limpieza es adecuada para todos los tipos de piel. Sin embargo, las personas con piel sensible, seca o condiciones como rosácea o dermatitis, deben optar por productos suaves y no irritantes, evitando ingredientes como alcohol, fragancias fuertes, sulfatos, exfoliantes abrasivos o aceites agresivos. En estos casos, es recomendable realizar una prueba de tolerancia antes de incorporar nuevos productos a la rutina, para prevenir posibles reacciones adversas”, recalcó el doctor Orión Pizango.

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Mejora la absorción de productos al eliminar barreras como residuos e impurezas.
Foto:iStock

¿Cómo realizarla correctamente?

La técnica se lleva a cabo en dos pasos consecutivos:

Primer paso:

  • Aplique el limpiador a base de aceite sobre la piel seca.
  • Masajee con movimientos circulares para disolver maquillaje y grasa.
  • Enjuague con agua tibia o use un paño húmedo.

Segundo paso:

  • Aplique un limpiador acuoso adecuado a su tipo de piel.
  • Masajee para eliminar impurezas restantes.
  • Enjuague con agua tibia y seque la piel con una toalla limpia dando pequeños toques.

“Es importante tener en cuenta la temperatura del agua en ambos pasos. En este caso, el agua tibia es ideal, ya que abre ligeramente los poros y elimina las impurezas sin irritar la piel, a diferencia del agua muy caliente que puede causar sequedad y enrojecimiento o la muy fría, la cual es menos efectiva para disolver la grasa. Asimismo, es crucial dedicar entre 30 segundos y 1 minuto a cada paso, completando todo el proceso en aproximadamente 2 minutos. De preferencia, se recomienda realizarlo por las noches, especialmente, si tenemos maquillaje o protector solar, ya que, por la mañana, una limpieza suave suele ser suficiente”, destacó Wu.

El uso de dispositivos como cepillos electrónicos puede optimizar la limpieza, pero debe hacerse con cuidado para evitar irritaciones, especialmente en pieles sensibles.

Mitos sobre la doble limpieza

  1. “Es necesaria para todos”. Falso. Es más adecuada para quienes usan maquillaje o protector solar resistente al agua.
  2. “Mejora automáticamente todos los problemas de la piel”. Falso. Es un paso complementario, pero no sustituye otros cuidados esenciales.
  3. “Usar cualquier limpiador sirve”. Falso. Los productos deben ser específicos para cada paso y tipo de piel.
  4. “No se puede combinar esta técnica con retinoides o ácidos exfoliantes”. Falso. Es posible, siempre que se utilicen productos suaves y se consulte con un dermatólogo.

“En conclusión, la doble limpieza es una técnica eficaz que puede transformar el aspecto y salud de tu piel si se realiza correctamente y con productos adecuados. No obstante, no es un paso obligatorio para todos y debe adaptarse a las necesidades específicas de cada persona. Por consiguiente, antes de incorporar nuevos productos, es importante siempre consultar con un dermatólogo para garantizar buenos resultados”, subrayó la doctora Jane Wu.

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MILENKA DUARTE

El Comercio (Perú) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio, y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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