Dimar refuerza mantenimiento en canal de acceso al Puerto de Barranquilla ante aumento del nivel del río Magdalena

La Dirección General Marítima (Dimar), a través de su programa de Señalización Marítima del Río Magdalena (SEMAB), ha desplegado un plan de mantenimiento intensivo sobre las ayudas a la navegación en el canal de acceso al Puerto de Barranquilla. Esta acción se da como respuesta al incremento sostenido de las lluvias en la región Caribe y al consiguiente aumento en el nivel del río Magdalena, situación que ha impactado directamente las condiciones de visibilidad y funcionalidad de las señales náuticas en este importante corredor portuario.

El comportamiento del río Magdalena ha mostrado un ascenso progresivo de su nivel, arrastrando consigo una considerable carga vegetal, especialmente taruyas y otro tipo de plantas acuáticas, que se adhieren a las boyas estructurales. Esta situación representa un riesgo para la navegación, ya que compromete la visibilidad, la flotabilidad y el correcto funcionamiento de estas señales flotantes, claves para el tránsito seguro de embarcaciones nacionales e internacionales.

Operativos a bordo del ARC "Ciénaga de Mallorquín"

Para mitigar estos riesgos y garantizar operaciones seguras en uno de los puertos más estratégicos del país, la Dimar realiza trabajos de limpieza, izado, verificación de funcionamiento y reposicionamiento de boyas, faros y balizas. Estas labores son ejecutadas por la tripulación del buque balizador ARC “Ciénaga de Mallorquín”, que recorre diariamente el canal inspeccionando y dando mantenimiento correctivo y preventivo a las señales náuticas.

“Estamos priorizando la recuperación de todas las ayudas afectadas por la acumulación de material vegetal, con el fin de mantener los estándares internacionales de seguridad y facilitar las maniobras de ingreso y salida de los buques que transitan por este corredor portuario”, informó la Dimar a través de un comunicado oficial.

Seguimiento técnico permanente

El monitoreo del río Magdalena no se limita a la observación visual o a la limpieza física de sus componentes. La Oficina de Hidrografía de la Dimar, con sede en Barranquilla, realiza un seguimiento técnico continuo de las condiciones del afluente mediante una red de sensores y estaciones especializadas que miden variables clave como las corrientes, el nivel del agua, los procesos de sedimentación, la profundidad del canal y la composición del fondo.

Este sistema de vigilancia permanente permite tomar decisiones en tiempo real, lo que resulta fundamental para la planeación de rutas de navegación, el ajuste de las operaciones portuarias y la coordinación interinstitucional con gremios marítimos, autoridades locales y operadores logísticos del sector.

Impacto en la economía y la seguridad

El canal de acceso al Puerto de Barranquilla es una de las arterias fluviales más importantes del país. Por este punto transitan regularmente buques de carga, embarcaciones especializadas y naves de gran calado que abastecen la zona norte de Colombia y exportan productos hacia mercados internacionales. Su adecuado funcionamiento no solo es vital para la economía de la región Caribe, sino que representa un eslabón clave en la cadena de comercio exterior del país.

“Las labores de mantenimiento y señalización son esenciales para preservar la competitividad portuaria de Barranquilla. Una señalización efectiva y en óptimas condiciones no solo previene accidentes, sino que contribuye al desarrollo de una infraestructura marítima más confiable y sostenible”, indicó un vocero del gremio portuario.

Trabajo articulado para la navegación segura

La Dimar destacó que estas acciones se realizan en conjunto con la Capitanía de Puerto de Barranquilla, la empresa encargada del dragado, la Alcaldía Distrital, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico y otros actores clave del sistema portuario. Esta articulación interinstitucional permite responder con mayor eficacia a las emergencias asociadas al clima, como el fenómeno de lluvias intensas que afecta actualmente a la cuenca del Magdalena.

Finalmente, la autoridad marítima reiteró su compromiso con la seguridad de la vida humana en el mar y en aguas navegables del país, así como con la protección del entorno marino y el impulso al desarrollo económico a través de una gestión técnica eficiente y responsable.

Con estas medidas, se espera mitigar los impactos negativos de la temporada invernal en la navegación fluvial, manteniendo operativa y segura la ruta por donde se mueve buena parte del comercio del Caribe colombiano.

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