A Lilia Jonana Castro le tocó la etapa más dura y fue cómplice. Su hijo, Diego Fernando Pescador, decidió ser ciclista, pero tuvo que rebuscársela y, como hoy en el lote metió manubrio, se abrió paso con los codos y tocó la puerta de la Liga del Risaralda buscando el apoyo, pues en la del Quindío poco veía su progreso.
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Era el 2019 y en Pereira lo recibió uno de sus formadores, Julio César López, quien le indicaba el camino en la ruta, y Evelio Celi, quien lo pulía en la pista del velódromo de la capital de Risaralda, pero no era una tarea fácil.
Diego Pescador, el elegido
Lilia Johana iba con él. Tres o cuatro veces a la semana cogían la moto, llevaban un morral a sus espaldas, empacaban el almuerzo y las onces. A Diego le tocaba llevar en sus brazos la bicicleta de entrenamiento.
Una máquina no tan profesional, más bien pesada, cuyos cachos y manetas le golpeaban los brazos y la espalda cuando no podían esquivar un hueco o alguno de los resaltos en el trayecto de 47 kilómetros que une a Quimbaya, Quindío, el municipio donde vivían, con Pereira, el cual recorrían más o menos en hora y media y hasta dos.
Diego Pescador
Foto:Tour de l'Avenir-GW Erco Shimano
Hoy, Diego Fernando, a quien acaban de confirmar como nuevo integrante del equipo Movistar del World Tour (la máxima categoría del ciclismo en el mundo) por tres años, reflexiona y recuerda que esas jornada diarias para nada eran fáciles.
Con el viaje de ida quedaba liquidado. Llegaba muy cansado. Era muy incómodo trasladarse para entrenar, pero lo tenía que hacer, no le podía quedar mal a su papá, José Darío Pescador, por quien llegó al ciclismo.
"Recuerdo esos días y digo que valió la pena. Mi mamá era mi compañía, con ella viajaba, pero era todo el día y llegábamos muy cansados a la casa", le contó Pescador a EL TIEMPO.
Primeros años de Diego Pescador
Nació el 21 de diciembre del 2004, en Quimbaya, municipio en el que vive con sus padres y Santiago, su hermano menor. Allí estudió la primaria en la Policarpa School y el bachillerato en el Policarpa Salavarrieta.
Señala que su infancia fue bonita, pasaba mucho tiempo jugando fútbol con sus amigos al frente de la Alcaldía de Quimbaya. Siempre le gustó el deporte y cuando cumplió ocho años comenzó en el atletismo, en el que estuvo cuatro años. Pescador Castro llegó al deporte base por una monitora que había en la escuela.
Ella estuvo en el atletismo y le vio condiciones. Lo invitó a la pista, lo conectó con el entrenador y Diego se quedó. Los valores No lo hizo porque le gustara, más bien porque en su casa siempre le inculcaron que había que irse por el lado de aprender los buenos valores y él sabía que el deporte era un buen camino.
Decidió comenzar en el atletismo y le fue bien. Para su formación personal era ideal salir de estudiar, ir a la casa y volver a entrenar, así dedicaba tiempo a hacer algo productivo y no permanecer en la calle. En 2017 participó en las pruebas atléticas de los Juegos Supérate, que se realizaron en Cali.
Ocupó la séptima casilla en la prueba de los 2.000 metros planos, un resultado que no fue bueno para Diego Fernando, pero que le sirvió para darse cuenta de que tenía que prepararse mejor para lograr los primeros lugares. José Darío era un seguidor acérrimo del ciclismo. No se perdía una carrera y era un aficionado al que le gustaba montar en bicicleta.
"Éramos varios ciclistas, entonces reuníamos dinero, hacíamos rifas, vendíamos lechona y pedíamos la ayuda a la comunidad para completar el dinero para ir a competir".
Varias veces le dijo a Diego que lo acompañara, pero este siempre se negó. El actual campeón sub-23 del Clásico RCN cuenta que no le gustaba la bicicleta porque le daba miedo caerse. Veía que cuando un pedalista 'besaba el asfalto' se golpeaba muy duro, se raspaba, en el mejor de los casos, y, en el peor, se fracturaba, por lo que siempre les huyó a las bielas y los pedales.
Pero fue tanda la insistencia de su papá que accedió. Le 'dio papaya' y se montó en una bicicleta rudimentaria, de hierro, la que le regaló su tío Rodrigo Pescador, rodó durante 28 kilómetros y se enamoró de ese deporte.
![Diego Pescador](https://imagenes.eltiempo.com/files/image_414_541/uploads/2024/11/01/67250ebc5bd0f.jpeg)
Diego Pescador y su familia
Foto:Diego Pescador
"Me gustó como la sensación de ir rápido. En el atletismo uno corre, eso es seguro, se esfuerza, pero en el ciclismo la bicicleta lo impulsa a uno más y se siento uno como libre", contó el joven corredor. En el 2018 tomó la decisión de ser ciclista. Le tenía amor al atletismo, pero la bicicleta para él superó las expectativas. Buscó la Liga del Quindío, pero estaba muy desorganizada. Llegó al Club Ciclo Nórquez de Circasia, una población que estaba a 45 minutos de Quimbaya.
A Diego Pescador le comenzó a rendir en la bicicleta. Pedro Aranzazu era el técnico, le vio condiciones y lo preparó. Sin embargo, el factor económico fue el principal problema para ir a las competencias. Con mucho esfuerzo participó en pruebas en Guaduas, Huila y Tolima, pero a la familia le tocaba idearse la manera de financiar esos viajes.
"Éramos varios ciclistas, entonces reuníamos dinero, hacíamos rifas, vendíamos lechona y pedíamos la ayuda a la comunidad para completar el dinero para ir a competir", contó Diego Fernando, quien se cataloga como una persona seria que no se mete con nadie. Cuando cursaba el bachillerato tuvo pocos amigos, cuenta solo cuatro, y eso le impidió andar en malos pasos. En su curso había compañeros a los que no les gustaba estudiar, no entraban a clases y se quedaban gamineando.
"Hoy los veo en Quimbaya y lamento que se hayan ido por otros caminos. Escogieron el vicio en vez del deporte o el estudio y se perdieron. Yo, la verdad, nunca probé nada de droga, tampoco me la ofrecieron", declaró. Se considera un excelente escalador, un ciclista al que le gusta batallar, meterse en las fugas, pero tiene una cuenta por saldar: la contrarreloj.
El año pasado fue seleccionado por Colombia para el Tour de l'Avenir, la carrera juvenil más importante de Francia y que ha ganado el ciclismo del país con Alfonso Flores (1980), Martín Ramírez (1985), Nairo Quintana (2010), Esteban Chaves (2011), Miguel Ángel López (2014) y Egan Bernal (2017). Era el segundo ciclista a bordo y fue como hombre de apoyo. Sin embargo, en las últimas tres etapas, las de gran montaña, se destacó.
Dos veces entró en el quinto lugar y en otra fue noveno y terminó en la posición 17. Tal vez si en las primeras etapas no hubiera trabajado para otros compañeros -por lo que perdió tiempo-, habría terminado más adelante, pero no lamenta eso, dice que todo fue un aprendizaje.
En la carrera del 2024 tuvo la oportunidad de ser el líder y acabó entre los 10 primeros, en el séptimo lugar, a 9 minutos y 29 segundos del ganador, Joseph Blackmore; fue un buen resultado, pero pudo ser mucho mejor.
Diego Pescador le gana la carrera a la epilepsia
"No llegué en forma. No movía los números del año pasado, fui séptimo, pero quería ir por el podio, pero no se pudo. La ventaja es grande con el ciclismo de Europa y si no nos ponemos pilas, el bache será grande", advirtió Diego Fernando. Le echa la culpa a una situación médica que vive, pero que está controlada. Diego cuenta que días antes de la carrera su participación estuvo en vilo.
"Tengo epilepsia. Antes del Tour de l'Avenir de este año me dio un ataque. Comenté la situación y me dijeron que le diera la oportunidad a otro corredor. Sin embargo, no me dejé vencer. Esa enfermedad no me iba a tirar por el suelo, no podía quitarme la opción de ir a hacer una buena presentación en la prueba. He vivido con eso casi año y medio, fui al médico y saqué la conclusión de que no seguí las recomendaciones de la medicina al pie de la letra y se presentó esa crisis", relató Pescador.
La epilepsia es un trastorno cerebral en el que la persona sufre de convulsiones repetidas por un tiempo. Son movimientos descontrolados y anormales de las neuronas que causan cambios en el comportamiento del cuerpo.
Esa enfermedad se la descubrieron en diciembre del 2022. Fue en plenas fiestas navideñas y Diego, así como su hermano menor y sus padres, se llevó un gran susto.
"No puedo beber alcohol, no me puedo pegar a las pantallas, debo acostarme temprano y juiciosamente debo tomar los medicamentos".
"Me dio cuando estaba durmiendo y me asusté mucho. Me puse a pensar si eso me llegara a dar cuando estuviera montando bicicleta, qué sería de mí. Ese día perdí la conciencia en ese primer ataque, pero me llevaron al médico y me sometieron a varios análisis", contó.
Mientras esperaba los resultados no durmió bien. Estaba intranquilo. El episodio se repitió tres veces, pero en febrero del 2023, los médicos le comunicaron lo que tenía y desde ese día se mantiene con medicamento.
"Tengo varias indicaciones. No puedo beber alcohol, no me puedo pegar a las pantallas, debo acostarme temprano y juiciosamente debo tomar los medicamentos, de lo contrario, me vuelve a ocurrir. Eso es lo que hago", señaló Diego Fernando Pescador.
Dice que la epilepsia no le puede cerrar las puertas y que debe luchar contra esa enfermedad. No tiene otra opción y debe seguir las recomendaciones médicas al detalle.
Diego Pescador.
Foto:Anderson Bonilla
"Me toca vivir con eso, estoy en un tratamiento para que todo mejore y espero superar ese inconveniente", contó. La esperanza del ciclismo colombiano en Europa pasa la página y se centra en hablar de su carrera, de sus objetivos.
Sueña con correr el Tour de Francia y confiesa que tiene dos ídolos: Alberto Contador, a quien admira por la valentía con la que corría, y Nairo Quintana, a quien señala como el mejor corredor de la historia del país, eso sí, sin quitarles méritos a lo que hicieron Cochise Rodríguez, Luis Herrera, Fabio Parra, Rigoberto Urán y Egan Bernal.
Ahora, tiene tres años para demostrar en las grandes ligas del ciclismo por qué Movistar confió en él. Y si bien ha logrado cumplir su meta, no olvida a las personas que le han dado la mano.
Levanta la cabeza y comienza a recordar los consejos que le han dado el boyacense Jaír Bernal, el bogotano Hernando Rojas, por su puesto, el técnico del GW Erco Shimano, Luis Cely, el ciclista caldense Jhonatan Restrepo y el técnico de la Selección Colombia, Carlos Mario Jaramillo.
"A cada uno de ellos y a las primeras personas que me ayudaron en el ciclismo les debo mucho y en estos momentos recuerdo cada palabra que me han dicho. Solo espero no decepcionarlos, a ellos, a mi familia y a mi país", sentenció.
Lisandro Rengifo
Redactor de EL TIEMPO
@lisandroabel