Detalles de cómo cayó el terror de feminicidios en Valle y Bogotá: recorrió medio país para esconderse

hace 1 mes 28

La muerte y el horror se cruzaron en el camino de Tatiana Andrea Grueso Calderón y de Olga Lucía Peñuela Bojacá. Ambas mujeres eran madres y ambas fueron asesinadas con tal grado de crueldad, causándoles múltiples heridas con un cuchillo. 

Dos historias paralelas

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Share Jardín - Tatiana Andrea Grueso Foto:EL TIEMPO

Tatiana vivía en Bogotá y Olga Lucía, de 37 años, tenía a su familia en el municipio de Caicedonia, en el norte del Valle del Cauca. Ambas poblaciones, distantes por 388 kilómetros (alrededor de ocho horas por carretera).

El único denominador común en sus vidas fue Diego Murillo Ramírez, de 32 años, quien en un comienzo se había mostrado ante ellas, como un hombre encantador y seductor, pero luego, la violencia y las amenazas fueron evidentes para las dos víctimas desde que estaban deseosas por abandonarlo, al punto de ser investigado por asesinarlas, dejando que los hijos de ambas, el niño de Tatiana y la adolescente de 14 años, de Olga Lucía, fueran testigos de estos macabros crímenes. 

A este feminicida, con una primera condena, le habían fijado una pena de 18 meses y tres meses de prisión.

Era la madrugada de ese sábado, 16 de mayo de 2015, cuando Diego Murillo Ramírez asesinó a Tatiana Andrea. La joven tenía 22 años, en ese momento, cuando quien era su esposo la atacó en el barrio Guacamayas, de la localidad de San Cristóbal. Es el suroriente de Bogotá.

El rostro de Tatiana había quedado desfigurado y no solo había sido estrangulada. Su cuerpo tenía múltiples heridas causadas por un arma blanca o un cuchillo.

El victimario, después de asesinarla, cubrió su cuerpo con una cobija y la dejó durante tres días desde el crimen en la cama que ambos solían compartir como pareja. Pero como, el mismo padre de la víctima, Gustavo Grueso, había revelado en entrevistas a medios de comunicación, entre ellos, a Citytv, el hombre habría obligado al niño de ella a dormir junto al cadáver de la madre. 

En Colombia cada día se reportan 46 casos de violencia sexual contra menores de edad.

En Colombia cada día se reportan 46 casos de violencia sexual contra menores de edad. Foto:Mauricio León. Archivo EL TIEMPO

“No le bastó haberla asesinado, sino que hacía que mi nieto durmiera con su madre asesinada”, había dicho don Gustavo.

Transcurrieron tres días, mientras que la familia de Tatiana se angustió por ella, preguntando, primero a quienes eran las personas más cercanas y luego tratando de reconstruir sus últimos pasos con testimonios de con quién ella había hablado. 

Fue cuando llegaron a la vivienda del barrio Guacamayas, donde no lograban tener respuesta, pese a los insistentes llamados. El padre de la joven, Gustavo Grueso, y otros familiares la encontraron en avanzado estado de descomposición. La sangre por las heridas ya estaba coagulada.

El único sospechoso en esa época era el esposo, con quien Tatiana había formado un hogar desde diciembre de 2014 y el hijo pequeño de ella. 

Murillo fue condenado en ese 2015 por la jueza 39 de conocimiento a 18 años y tres meses de prisión, al aceptar su responsabilidad en el asesinato de su pareja sentimental.

Aunque recibió esa pena, la familia de Tatiana no se explica cómo este hombre tuvo beneficio de casa por cárcel, a pesar de que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y en la Fiscalía habían informado que estaba condenado. Le habían fijado su condena en una cárcel. 

Estuvo preso en La Modelo, en Bogotá

En un comienzo, estuvo en la cárcel y penitenciaría de media seguridad La Modelo, de Bogotá, pero su defensa había solicitado traslado de cárcel. 

Después pasó a la cárcel y penitenciaría de media seguridad de El Espinal, en Tolima, pero bajo la modalidad de casa por cárcel hasta que salió. Se habla de que fue en 2021. 

Sorprende, porque la ley 1761 de 2015 tipifica el feminicidio, como un delito autónomo, cuyas penas son de hasta 60 años de prisión. Esta ley no da derecho a rebajas.

La nueva pregunta que surgió era dónde estaba Diego Murillo. La respuesta es que en 2024, Murillo había estado en Tolima y luego se había dirigido a Bogotá, donde conoció a la vallecaucana Olga Lucía Peñuela Bojacá. Al parecer, sostuvieron una relación que duró siete meses.

Este podcast visibilizará semanalmente, a través de diferentes contenidos, las acciones de la campaña No Es Hora De Callar, liderada por la periodista y Subeditora Jineth Bedoya Lima.
En los diferentes episodios podrán conocer las actividades que estamos realizando y los temas que estamos apoyando en torno a la violencia de género. ¡Les invitamos a escucharnos!

Campaña 'No es hora de callar'. Foto:

De acuerdo con declaraciones de la familia a medios locales, como El Tabloide, del norte del Valle del Cauca, al parecer, Olga Lucía no desconocía el pasado turbulento de Diego Murillo Ramírez. Según la madre de quien se convirtió en la segunda de las víctimas: "Ellos se conocieron en Bogotá, pero ella llegó acá en febrero (de 2024)". 

La señora también comentó, en ese entonces: "Ellos vinieron a vivir acá, en donde yo resido, pues todo pasó normal, pero hace un mes (se calcula que era noviembre) se habían dejado", explicó la mujer y afirmó que le había advertido de la situación: "Un día le dije: 'Mami, pero ¿usted cómo hace para estar con ese muchacho?', a lo que ella le dio risa y me dijo: 'No, mamá, a mí no me va a hacer nada'".

Sin embargo, ocurrió el crimen el 5 de diciembre de ese 2024, en plena vía pública, en la carrera 15 con calle 13, en el barrio Gutiérrez y Arango, frente al parque de Las Palmas, en Caicedonia. Fue atacada 20 veces con cuchillo y delante de su hija, de 14 años.

Gravemente herida fue trasladada hasta el hospital Santander ESE, de Caicedonia, donde minutos después En ese momento, el padre de Tatiana recibió una llamada telefónica, comentándole que en esta localidad, una mujer y madre de familia fue asesinada y que Diego Murillo Ramírez era, de nuevo, el sospechoso. Todo coincidía con el asesino condenado de su hija.

"Me doy a la sorpresa de que en solo cinco y seis años es libre; le dan casa por cárcel a un asesino de estos y ya hay una nueva víctima. Asesinó a una mujer que se llama Olga Lucía", manifestó.

El mismo modus operandi

Murillo habría atacado a Olga Lucía con el mismo modus operandi. Presuntamente, la apuñaló repetidas veces, como a Tatiana Andrea

La vallecaucana murió después por la gravedad de su estado y pese a los esfuerzos de los médicos del hospital Santander por salvarla.

Desde ese momento, luego de que las autoridades recogieron testimonios y tenían la descripción de Murillo Ramírez, empezó su seguimiento por parte de la Policía. Murillo se movilizaba en una motocicleta y se habría ocultado, inicialmente, en poblaciones más pequeñas del norte del Valle del Cauca. 

A toda persona le mostraban la foto del condenado por el feminicidio de Tatiana Andrea Grueso desde que el Juzgado Tercero Penal Municipal con función de Control de Garantías de Sevilla, otro municipio en el norte del Valle del Cauca, emitió orden de captura por el delito de feminicidio con circunstancias de agravación, cuya víctima era Olga Lucía Peñuela.

Este hombre, de cabello oscuro, ojos castaños, cejas pobladas y que mide entre 1,70 y 1,80 metros de estatura, se volvió uno de los más buscados por las autoridades. Esas pesquisas empezaron a dar cuenta de que Murillo había salido del Valle del Cauca. La gran pregunta era hacia dónde se dirigía. Hay quienes decían que había tomado dirección al Eje Cafetero, hacia Quindío, y otros comentaban que se dirigía a Tolima, región que conocía porque había vivido antes en El Espinal.

Fue el pasado 3 de marzo de este 2025 que la Policía informó sobre la captura de Diego Murillo Ramírez. De hecho, fue la Policía de Tránsito y Transporte que lo detuvo durante labores de registro y control, a la altura del paso de La Línea, entre Armenia e Ibagué. Su captura se produjo en territorio del departamento del Quindío, cuando se movilizaba en un vehículo, según las autoridades. Se habla de que Murillo iba hacia El Espinal. 

Ahora, empezará un nuevo juicio en contra de Diego Murillo Ramírez. No solamente, la familia de Tatiana Andrea Grueso quiere justicia, como lo manifestó a EL TIEMPO, el pasado 18 de diciembre, también la madre de Olga Lucía Peñuela. 

Esperan que se haga justicia y que el feminicida, ya con una condena, no salga de nuevo, a las calles. Se mantiene el temor de ser un presunto asesino en serie. Inclusive, se han conocido versiones de que el hombre se habría acercado a otras mujeres, a quienes habría amenazado. 

CAROLINA BOHÓRQUEZ 

Corresponsal de EL TIEMPO

Cali

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