Las algas marinas han ganado popularidad en el mundo culinario, especialmente como el ingrediente que envuelve los rollos de sushi. Sin embargo, su uso no se limita a este plato. En muchas regiones de Asia, las algas forman parte de la dieta diaria, gracias a su gran valor nutricional, lo que ha llevado a su creciente popularidad en redes sociales.
Conforme a los criterios de
Aunque existen numerosos tipos de algas marinas, solo algunas son aptas para el consumo humano, como el alga wakame, nori, aonori, espirulina, combú, quelpo y ogo, entre otras. Estas plantas marinas, que se encuentran en las profundidades de los océanos, ofrecen una variedad de beneficios que usted podría considerar incorporar en su alimentación.
¿Cuáles son los beneficios de consumir algas marinas?
Según un estudio de la Harvard Medical School, las diferentes especies de algas marinas varían en su composición, pero comparten algunas características clave. Las algas son bajas en calorías, grasas y azúcares, y se destacan como una fuente natural de magnesio, hierro, vitaminas A, B-9, C, K, fibra y ácidos grasos.
Al preparar las algas, es importante tener en cuenta que el contenido de sodio puede aumentar. Además, algunas variedades tienen niveles elevados de yodo, un componente que, si se consume en exceso, puede ser perjudicial para su salud.
De acuerdo con Harvard, estudios preliminares sugieren que las personas que consumen algas marinas podrían tener un menor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, además de mejorar el control del azúcar en sangre y mantener una función tiroidea saludable.
No obstante, se requieren más investigaciones para determinar con precisión los beneficios de cada especie de alga y en qué medida su consumo contribuye a la salud.
Incorporar algas a su dieta puede ser una excelente manera de añadir nutrientes esenciales, siempre que lo haga de forma moderada y consciente.
Daniela Cerriteño / EL UNIVERSAL (GDA)
Más noticias
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de El Universal (GDA) y contó con la revisión de una periodista y un editor.