Deportivo Cali dio un golpe sobre la mesa, tomó un impulso gigante desde lo anímico y ganó uno de esos partidos que llegan al alma, que reconfortan a sus hinchas y, sobre todo, que le dan un tanque de oxígeno gigante en la tabla del descenso, al derrotar 0-1 al América en el Pascual Guerrero. Todavía no está salvado, pero está muy cerca.
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El partido era más parejo de lo que mostraba la tabla de posiciones, un duelo entre el líder del campeonato, que jugaba de local y con 28 mil hinchas a su favor, y otro, en la casilla 16, todavía tratando de arañar puntos para cerrar del todo la puerta del descenso por este año.
Eso no se notó en la cancha: América fue demasiado predecible y no generó una sola opción de gol en la primera etapa, más allá de un remate en el que Rodrigo Holgado se pasó de generoso y en vez de patear al arco buscó compañía. Y Cali tampoco llegaba mucho y lo más claro que tuvo fue una acción que resolvió muy mal Ánderson Plata.
El gol de José Caldera con el que Cali le ganó el clásico al América
Pero luego, en el segundo tiempo, Cali fue creciendo de la mano de Jarlan Barrera, quien recordó sus mejores momentos, cuando despuntó en Junior y cuando tuvo destellos en Nacional. Y de sus pies, en un cobro de costado, llegó la ventaja para su equipo: le puso la pelota en la cabeza a José Caldera y este no perdonó al arquero Jorge Soto, a los 19 minutos del segundo tiempo.
Solamente cuando se vio abajo en el marcador, América se pellizcó y empezó a buscar cómo hacerle daño al Cali. Pero se chocó una y otra vez contra un muro muy bien armado por el DT a la sombra de los visitantes, el uruguayo Alfredo Arias, que le ha metido mentalidad al asunto y el equipo ya no se ve entregado, como en fechas anteriores. Incluso, se animó a ir por el segundo y Andrey Estupiñán se lo perdió por muy poco.
Deportivo Cali todavía no se ha salvado del fantasma de la B, pero esta victoria es un golpe anímico a favor enorme, al ganarle al América que hacía mucho tiempo no llegaba a un clásico con tanto favoritismo.
América sigue arriba en la tabla, pero seguramente la libreta de ‘Polilla’ da Silva debe tener muchos apuntes para tratar de entender por qué un equipo que estaba andando tan derecho lleva cinco partidos sin ganar, contando tres de Liga, contraq y dos de Copa, contra este mismo rival y contra Bucaramanga.
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