'Dejé mi trabajo para quedarme en casa con mis hijos; nunca me había sentido tan sola'

hace 5 horas 18

Cuando usted decide dejar su trabajo para cuidar a sus hijos, lo hace con la convicción de que será una de las experiencias más gratificantes de su vida. Sin embargo, para muchas madres, como lo relató Brittany Hart Scholten en un ensayo anónimo publicado por Business Insider, el costo emocional puede ser mucho más alto de lo esperado.

“Me encanta ser madre, pero quedarme en casa me hace sentir miserable”, escribió. A pesar de estar presente en cada hito de sus hijos, se sintió sola, desconectada y perdida.

La soledad y su relación con la maternidad

Scholten describe un escenario que muchas madres reconocen en silencio: la llegada del bebé, la baja por paternidad que termina, y el día a día sola con un recién nacido. 

Las rutinas de lactancia, el cansancio y la falta de sueño se combinan con la desaparición progresiva de una identidad personal más allá de la maternidad. 

Padres

La historia de una mujer y su familia Foto:iStock

“Me apunté a clases con otras madres, pero nuestras charlas se limitaban a sí dormían bien o qué comían los bebés”, cuenta. La falta de estimulación intelectual y de contacto adulto terminó por afectarla.

La autora relata que, incluso en conversaciones privadas con otras madres, hablar de estos sentimientos era como “romper una regla no escrita”. La presión social por mostrarse agradecida por poder criar a los hijos a tiempo completo puede silenciar los síntomas de ansiedad, tristeza y desconexión

Pero la realidad es que no todas las mujeres se sienten realizadas siendo amas de casa, y eso no las convierte en peores madres. “Trabajar fuera me devolvió la paciencia, la alegría y la plenitud”, explica Scholten.

Después de cinco años en casa y con dos hijos, la autora decidió volver al trabajo. Fue entonces cuando, según sus palabras, volvió a sentirse viva. “Porque la maternidad no debe suponer la desaparición del ser”, concluyó.

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