Andrés Julián Rendón llegó a la Gobernación de Antioquia respaldado por la promesa de unir al departamento y priorizar la austeridad en ese esfuerzo. Además, estableció como pilares la seguridad, la alimentación de los niños y niñas, el papel de la mujer y la infraestructura multinivel. Sobre esa base inició su mandato en enero de 2024, y un año después, el balance de su gestión tiene varias aristas por revisar de cara a lo que viene para 2025.
El primer año de la gestión de los mandatarios y sus administraciones suele tomarse como periodo de empalme, de estructurar propuestas y empezar a darle forma a los proyectos bandera que, durante la campaña, se establecieron como estandarte. En el caso del Gobernador de Antioquía, este primer año de gobierno resultó caracterizado por varios elementos con más forma que fondo.
Uno de los factores constantes de la gestión de Rendón fue su continua e irreconciliable disputa con el presidente Gustavo Petro, con el cual aceptó, desde su discurso de posesión del 2 de enero de 2024, que tenía diferencias. Estas fueron evidentes y protagónicas durante toda la vigencia.
Desde la Gobernación de Antioquia demandaremos la resolución del ministerio de Agricultura que restringe el uso del suelo en el Suroeste y otras zonas del país.
Consideramos que esta es una usurpación del Gobierno Nacional a las autoridades locales, en su lucha ideológica por… pic.twitter.com/L7f8PTdAhW
Y en ese mismo sentido, el Gobernador obró en función de enfatizar uno de los pilares que estableció en su Plan de Desarrollo: la autonomía de la gobernanza. Este elemento fue transversal con respecto a la disputa con la cabeza del Gobierno Nacional, en tanto Rendón tomó decisiones que, en ocasiones, aparentaban encontrar su sustento en demostrar que Antioquia podía funcionar a pesar del Presidente y su gabinete.
Entre las llamadas victorias tempranas, la más destacada de la administración de Rendón en su estreno como gobernador fue la cesión de los tramos correspondientes a Antioquia del Túnel del Toyo.
Por otro lado, el primer año de Andrés Julián Rendón al frente del departamento se vio enmarcado en un concepto: magnitudes. Proyectos, impuestos, recaudos y propuestas de gran proporción, que, en algunos casos, resultaron contradictorios con los pilares de su plan de gobierno.
Antioquia, ¿Cómo Vamos?
Mónica Ospina Londoño, directora de ‘Antioquia Cómo Vamos’, la plataforma de análisis y seguimiento de la percepción y la calidad de vida en el departamento, calificó la gestión del gobernador Rendón como buena, sin embargo, señaló que hay mucho por delante de cara a 2025.
Ospina destacó que una de las fortalezas a nivel institucional que hallaron en la administración regional fue la escucha de las instituciones, especialmente, de la que ella dirige, en función del aporte que la plataforma representa para la toma de decisiones.
En ese sentido, la directora de ‘Antioquia Cómo Vamos’ hizo una revisión general del primer periodo del gobernador al frente del departamento.
“La Gobernación gestionó proyectos y programas estratégicos para una de las problemáticas más grandes que estaba presente: la inseguridad alimentaria. Entre 2018 y 2022 se había duplicado el porcentaje de hogares víctimas de este fenómeno en el departamento, esto implicaba retos muy importantes porque tenían que gestionar nuevos recursos o alternativas de solución”, explicó Ospina que, además, agregó que según su última revisión, cerca del 30 por ciento de la población del departamento no está teniendo suficientes alimentos.
Ospina destacó que la administración realizó la gestión de los recursos necesarios para combatir este fenómeno a través del impuesto vehicular que el departamento destinó para este propósito, con focalización en los municipios y las poblaciones más vulnerables.
Por otro lado, la directora de ‘Antioquia Cómo Vamos’ señaló que hay indicadores preocupantes en términos de cobertura educativa.
“Estamos teniendo pérdida de cobertura educativa, más allá de que tenemos menos niños, estamos perdiendo niños en el sistema y, también, registramos baja asistencia con niveles de deserción relativamente muy altos”, explicó Ospina.
Además, la Directora agregó que el acceso a la educación superior disminuyó y no se ha podido recuperar. “Hacemos un llamado a la Gobernación a tomar acción para tener un sistema más integral, donde haya motivación para asistir y donde busquemos a los niños que no asisten o no son matriculados”.
Mónica Ospina también se refirió a las cifras de ocupación y del papel de la mujer en esa estadística.
“Antioquia tiene un problema muy importante en términos de empleo, tenemos una altísima informalidad y una muy baja participación laboral. Y, cuando vamos a hablar de participación de las mujeres, solo 3 de cada 10 que mujeres que podrían trabajar lo están haciendo, sobre todo en zonas rurales”, reveló Ospina.
Al respecto, la directora explicó que uno de los retos más importantes en el campo de la participación de la mujer, es la redistribución de su papel en el sistema.
“Se necesita redistribuir las tareas de cuidado y la participación de la mujer en el mercado laboral, de manera que les dé autonomía económica, porque lo que pasa en las sociedades donde esto no sucede, es que las mujeres terminan siendo las más vulnerables”.
A nivel de los retos más importantes para la Gobernación de Antioquia en el año 2025, Ospina fue enfática en el aspecto de la autonomía fiscal que se proyectó desde el inicio de la vigencia.
“Los recursos de los departamentos son limitados para atender las problemáticas, se nos están quedando centralizados y no nos llegan para atender muchas de las necesidades de Antioquia que es tan heterogéneo a nivel territorial”, comenzó explicando.
La directora continuó: “eso debe ir de la mano en un aumento de la capacidad fiscal de los municipios. Hace muchos años no se realiza una actualización catastral en Antioquia y sería un buen ejercicio para que cada municipio tenga los recursos que genera, principalmente a raíz del impuesto predial y de industria y comercio”.
Ospina concluyó que la administración es transparente con la institucionalidad y con políticas relativamente alineadas, pero, que requiere resultados tangibles.
“Ya está empezando el segundo año de gobierno y se necesitan resultados en la calidad de vida. 2024 fue para planear y proponer, 2025 será el año de seguimiento a los indicadores de resultados, con especial énfasis en los rubros de los problemas a largo plazo: educación, mejores empleos y obras de infraestructura”, sentenció la directora.
Lectura de la oposición
Por otro lado, el único diputado de oposición en la Asamblea Departamental, Luis Peláez Jaramillo, también analizó la gestión del gobernador Rendón, e inició señalando que “el Gobernador empezó sin rumbo y todavía no logra aterrizar hacia qué dirección va”.
“Empieza en enero con un asunto de austeridad, pero finaliza el año con un impuesto de seguridad a sus votantes; una ordenanza con la que pretende recaudar 1.6 billones de pesos. No se entiende, son dos polos completamente opuestos”, criticó el diputado.
En esa misma línea, el diputado señaló que con respecto a la austeridad prometida por Rendón, hay contradicciones entre planteamiento y ejecución.
“El presupuesto de la Gobernación fueron 5.2 billones aproximadamente, de ese dinero, el recorte general de los gastos de funcionamiento no llegó a ser de 10.000 millones de pesos. Tampoco hay un recorte en funcionamiento ni en burocracia, lo mantuvo tal cual como lo recibió de Aníbal Gaviria, con ligeras modificaciones. Es decir, no hay austeridad”, advirtió el diputado Peláez.
El diputado vinculó el manejo del presupuesto y lo que señala como una desmejora en la seguridad de las subregiones del departamento, a contracorriente de lo planteado como pilar de su campaña, en tanto, según Peláez, “al gobernador Rendón la seguridad se le salió de las manos”.
“Con la misma plata que los anteriores gobernadores han recibido de los presidentes, Rendón no ha hecho nada en lo que tiene que ver con seguridad. 2024 inició con unos niveles de seguridad aparentemente bastante buenos, sin embargo, se ha producido un asunto de desmejora. Por ejemplo, el Suroeste y el Oriente, que son votantes fuertes de Andrés Julián, han tenido un declive en seguridad; Rionegro pasó de tener 0 masacres a tener dos masacres, aun cuando tiene un alcalde de la línea del Gobernador y que es una de las regiones más prósperas”, afirmó Pelaez Jaramillo.
Desde otro ángulo, el diputado le puso la lupa al que sería el logro más sólido de la administración de Rendón en su primer año: el impuesto vehicular.
“Con los programas de educación, prometió que lo recogido con el impuesto vehicular se iba a agregar todo al programa de alimentación escolar, y en el recaudo funcionó, pasamos de 497.000 millones a 700.000 millones mal contados, sin embargo, a hoy, no hay un niño más en el sistema con ese dinero”, aseguró Peláez.
Además, el diputado aseguró que la mayoría de proyectos de gran relevancia para el departamento que estuvieron en manos de la administración se cayeron.
“En seguridad y educación, no acertó; se propuso reorganizar el Departamento y se cayó el referendo que iba a salir en marzo para el Valle de San Nicolás; se cayó la “vaca” para las vías por la que tanto peleó. Yo diría, díganme algo que haya hecho, para mí no hizo nada y en donde emprendió alguna cosa fracasó”.
Peláez cerró su lectura del explicando que no divisa retos claros en la administración para este año, a raíz de lo visto en 2024.
“En cuanto a proyección, desde el desayuno se sabe lo que es el almuerzo, alguien que gobernó mal durante el primer año no se endereza, termina siendo un fracaso, este año no se vio ninguna obra. Se vieron peleas y creo que este año perderá muchos debates en instancias judiciales, lo mismo que planteamos con Quintero, Gaviria y Petro. No creo que tenga un buen 2025, piensan más en 2026, atrasando el departamento. Es una lástima”.
En contexto:
NICOLÁS TAMAYO ESCALANTE
Periodista de Nación, en Medellín.