Dos menores indígenas wayú de 14 y 16 años, estuvieron al borde de una tragedia mientras realizaban una faena de pesca en el mar Caribe, cerca de las costas de Riohacha, La Guajira. La embarcación artesanal en la que se transportaban naufragó, y al no contar con chalecos salvavidas, su única salvación fue una cava de icopor que los mantuvo a flote.
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Según el relato de sus familiares, al momento del hundimiento del cayuco, los jóvenes se aferraron a la cava que sería utilizada para guardar el pescado, lo que les permitió nadar durante varias horas hasta llegar a la orilla de la playa.
Una pesca que se convirtió en desafío
Los adolescentes habían salido a pescar a eso de las ocho de la mañana de este domingo, 24 de noviembre. Sus familiares al ver que eran pasadas las cuatro de la tarde y no regresaban, comenzaron a buscarlos. Encontraron el cayuco volcado a unas tres millas náuticas del corregimiento de Camarones, en zona rural de Riohacha, pero no había rastro de los menores.
Ante la incertidumbre, las alarmas se encendieron y se dio aviso a las autoridades. Salvavidas de la Fundación Guajira Aventura y voluntarios del sector La Boca de Camarones iniciaron la búsqueda. Sin embargo, las primeras operaciones no arrojaron resultados y se planificó continuar este lunes.
Sorpresivamente, los menores llegaron cansados a la comunidad indígena wayúu de Tocoromana, alrededor de la una de la madrugada de este lunes, 25 de noviembre, tras 17 horas luchando por salvar sus vidas.
Afortunadamente los menores llegaron sanos y salvo hasta su ranchería.
Según Boris Pinzón Redondo, director de la Fundación Guajira Aventura, los adolescentes nadaron aproximadamente tres millas hasta la costa y luego caminaron hasta su ranchería.
“Afortunadamente los menores llegaron sanos y salvo hasta su ranchería. Al parecer al momento de voltearse la embarcación se aferraron de una cava de icopor y nadaron cerca de tres millas hasta la orilla. Una vez llegaron a tierra, todos exhaustos, siguieron caminando hasta llegar a la ranchería”, indicó.
Pinzón, explica que los menores no llevaban chaleco salvavidas, pero afortunadamente estaba una cava de icopor y lograron aferrarse a la orilla. “La juventud de ellos, le dio toda esa fuerza necesaria como para llegar hasta allá sano y salvo”, puntualizó Pinzón.
Una vez más la Fundación Guajira Aventura hizo un llamado a la comunidad, en especial a los pescadores para que tomen medidas preventivas que garanticen su seguridad, entre ellas el uso de chalecos salvavidas en sus actividades marítimas.
Eliana Mejía Ospino
Especial para El Tiempo
Riohacha