El Estado Mayor de la Defensa Civil de Cuba decretó este miércoles la fase de “alarma” en las provincias del oeste y el centro -incluida La Habana- que esperan el impacto directo del huracán Rafael de categoría dos (de un máximo de cinco) durante esta jornada.
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La nota de la Defensa Civil señala que están bajo esa fase las cinco provincias del oeste (Matanzas, Mayabeque, La Habana, Artemisa, Pinar del Río), las centrales (Villa Clara, Sancti Spíritus, Cienfuegos), así como el municipio especial de Isla de la Juventud.
En tanto, las regiones del este (Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Las Tunas, Camagüey y Ciego de Ávila) se mantienen en fase “informativa”.
Rafael ya es un huracán categoría dos, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Entre las medidas adoptadas por las autoridades cubanas ante esta nueva contingencia meteorológica, el Ministerio de Educación suspendió las actividades escolares, y el de Transportes canceló los viajes de autobuses y trenes interprovinciales
La “fase informativa” es la primera de cuatro etapas que las autoridades cubanas establecen para enfrentar desastres naturales. Le siguen, de acuerdo con la evolución del fenómeno, las de “alerta” (cuando la presencia ciclónica se prevé en las siguientes 48 horas), “alarma” (24 horas antes) y la fase “recuperativa”.
Rafael -que será el segundo huracán en tocar el territorio cubano en las últimas dos semanas- en su trayecto por el mar Caribe aumentó su velocidad de traslación a 24 kilómetros por hora, según el último informe del Instituto de Meteorología (Insmet).
El pronóstico del Insmet advierte que habrá fuertes marejadas en la costa sur central y occidental, con inundaciones costeras de “moderadas a fuertes” en el sur de Sancti Spiritus, Cienfuegos, Matanzas, Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río.
En esta jornada las lluvias asociadas a Rafael se han incrementado en las regiones del sur oriental y central, y de acuerdo al último informe pueden ser "fuertes e intensas" en el oeste y centro del país caribeño.
Entre las medidas adoptadas por las autoridades cubanas ante esta nueva contingencia meteorológica, el Ministerio de Educación suspendió las actividades escolares, y el de Transportes canceló los viajes de autobuses y trenes interprovinciales.
También se suspendieron el servicio y las operaciones en los aeropuertos de la zona oeste en Isla de la Juventud, La Habana y los centros turísticos Cayo Largo del Sur y Varadero.
El pasado 21 de octubre el huracán Óscar (con categoría uno) penetró por la provincia de Guantánamo, la más oriental de Cuba, y después se degradó a tormenta tropical, antes de abandonar el territorio cubano por la provincia de Holguín (noreste).
Anteriormente, a finales de septiembre y principios de octubre, los huracanes Helene y Milton transitaron cerca de la región occidental de la isla, donde causaron inundaciones ligeras en localidades costeras, cortes de la electricidad y daños a la agricultura.
Los meteorólogos cubanos previeron que la temporada ciclónica -del 1.° de junio hasta el 30 de noviembre- iba a ser “muy activa”, con la posible formación de veinte tormentas tropicales, de las que al menos once podrían llegar a ser huracanes.