El cuarto domingo de Adviento, es la oportunidad perfecta para celebrar el amor supremo de Dios, quien fue capaz de enviar a su único hijo al mundo, con la misión de salvar a todos los seres humanos del pecado.
También tenga en cuenta que en esta ocasión, aquellos que se reúnan en torno a la corona deben encender el último cirio, el cual debe ser de color violeta para anunciar la ‘Visita del Ángel’ como mensajero del Señor.
Además, la poderosa oración que se realiza en la víspera de Navidad, le permite a los creyentes agradecer a la Virgen María, por aceptar con un “sí” la voluntad del creador y concebir a Jesús de Nazaret.
Ahora, para inaugurar la fiesta de gozo y salvación por el nacimiento de Jesucristo, tras la impaciente espera, puede considerar las siguientes recomendaciones.
1. Prepare el ambiente:
Recuerde reunirse en un lugar acogedor en torno a la corona de Adviento y colocar junto a las velas una imagen de la Virgen, con el fin de reconocer su esfuerzo como madre.
2. Encender los cirios:
No olvide que siempre previo a iniciar la oración, debe encender los cirios de los otros tres domingos anteriores y cuando la liturgia se lo indique podrá dar luz al último.
3. Reflexionar:
Finalmente, antes de empezar a leer, es recomendable que cada una de las personas que han estado preparando su corazón para la llegada de Jesús, intercambien algunas palabras sobre el proceso de espera antes de la Navidad.
Oración para el cuarto domingo de Adviento
Es momento de iniciar la oración, para eso lo más recomendable es persignarse en silencio y escuchar las instrucciones del guía.
Guía: Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios Nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén y en nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.
(Se enciende la cuarta vela)
Guía: Escuchemos la palabra de Dios.
(Hacer la lectura del Santo Evangelio según San Lucas)
Lector: Palabra de Dios.
Todos: Gloria a Ti, Señor, Jesús.
Reflexión
Guía: Hoy en la víspera de Navidad, una persona especial ocupa nuestra atención, una mujer joven y hermosa llamada María, casi desconocida para la mayoría de los judíos. Dios, sin embargo, la eligió para ser la madre de su Hijo, Jesucristo.
Diálogo
(Después de unos momentos de silencio el guía debe motivar que los participantes hagan comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar este diálogo se invita a los presentes a hacer un compromiso.)
Compromiso
Guía: Pongámonos en presencia de Dios y meditemos:
Al igual que nuestra Santísima Madre la Virgen María, estamos dispuestos a tener como único propósito en la vida hacer la voluntad del Señor, y meditar en nuestro corazón el misterio del nacimiento de Cristo. ¿He cumplido los compromisos que me propuse? ¿Cómo hemos cumplido esos compromisos que nos hemos propuesto anteriormente? ¿En qué he tenido éxito, en qué he fallado? ¿Estoy dispuesto a cumplir y ser fiel al igual que María lo fue en su vida?
(Reflexión en silencio)
Despedida
Guía: Señor, gracias por reunirnos una vez más en torno a esta corona. Haz que la presencia de la Santísima Virgen María nos ayude a dar ese último esfuerzo para estar listos y recibirte. Permítenos acompañarla durante estos últimos días en su camino a Belén para recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
(Se puede continuar la celebración con villancicos)
*Oración tomada de 'EWTN'.
La poderosa oración de San Miguel Arcángel contra el demonio | El Tiempo
STEPHANY GUZMÁN AYALA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL