El auge de las herramientas digitales ha democratizado el acceso a los mercados financieros.
Cualquier persona con conexión a internet puede abrir una cuenta en una plataforma de trading, operar en la bolsa y soñar con ganar dinero desde casa. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen al dar sus primeros pasos en este mundo es clara: ¿cuánto se puede ganar al mes haciendo trading?
Responder a esta cuestión no es sencillo, señalan los expertos de Banco Santander. La rentabilidad del trading depende de múltiples factores: el capital invertido, el estilo de trading, la experiencia, la disciplina y, por supuesto, las condiciones del mercado. Si bien existen casos de éxito, también hay muchos traders que apenas cubren sus gastos o, incluso, incurren en pérdidas.
Es necesario entender qué es el trading. El término hace referencia a la compra y venta de activos financieros —acciones, bonos, divisas, criptomonedas, entre otros— con el objetivo de obtener una ganancia rápida aprovechando las fluctuaciones de precio.
A diferencia de la inversión tradicional, que se centra en el largo plazo, el trading tiene un enfoque más especulativo y de corto plazo. Los traders abren y cierran posiciones constantemente, en función de análisis técnico, gráficos e indicadores.
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Gracias a plataformas digitales y brokers online, miles de personas operan desde sus casas en los mercados más importantes del mundo: NASDAQ, S&P 500, Forex, criptomonedas o materias primas.
¿Con qué se puede hacer?
Entre los activos más populares en el trading se encuentran las acciones, que representan una participación en la propiedad de una empresa. Su valor depende de factores como el rendimiento financiero de la compañía, sus perspectivas de crecimiento o la situación del sector en el que opera. Otro instrumento común son los bonos, que funcionan como préstamos realizados a gobiernos o empresas, y los fondos cotizados (ETF), que permiten invertir de forma diversificada en un índice, sector o activo específico.
No obstante, el universo del trading va más allá del mercado bursátil tradicional. También se pueden negociar divisas en el mercado Forex —el más grande y líquido del mundo—, materias primas como el oro o el petróleo, e incluso criptomonedas, cuya alta volatilidad ha captado la atención de miles de traders en la última década.
Antes de entrar en el negocio, infórmese, capacítese y practique en simuladores de trading. Foto:iStock
¿cómo se hace?
El funcionamiento del trading es relativamente simple en su forma, aunque complejo en su ejecución. El trader compra un activo esperando que su precio suba (posición larga), o lo vende esperando que baje (posición corta), con el objetivo de obtener un beneficio cuando cierre la operación. Esta compraventa puede realizarse desde una bolsa física o, como es más habitual hoy, desde una plataforma de trading online.
Estas plataformas permiten ejecutar órdenes en tiempo real, visualizar gráficos, establecer límites de pérdida (stop loss) o beneficios (take profit), y acceder a herramientas de análisis. No obstante, para operar en los mercados se necesita un intermediario: el broker. Los brokers son entidades financieras —bancos, firmas especializadas o plataformas digitales— que conectan al trader con el mercado, cobrando una comisión o margen por sus servicios. Además, suelen proporcionar acceso a datos de mercado, noticias económicas y análisis técnico.
El análisis técnico es una herramienta fundamental en el trading. Se basa en el estudio de gráficos, patrones de precios e indicadores matemáticos para prever movimientos futuros. En contraposición, el análisis fundamental —más asociado a la inversión tradicional— se enfoca en el valor intrínseco del activo, examinando estados financieros, modelos de negocio, entorno macroeconómico y otros factores estructurales.
¿Cuánto puede ganar?
Un trader principiante (menos de 1 año de experiencia):
no obtiene beneficios constantes. De hecho, según estudios de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y otros organismos, más del 70 por ciento de los traders minoristas pierden dinero en sus primeros intentos. Algunos logran ganancias modestas —entre 100 y 500 euros al mes—, pero con alto riesgo y muchas horas de dedicación.
El trader intermedio (1 a 3 años de experiencia):
Con experiencia, formación adecuada y gestión de riesgo, un trader puede alcanzar rentabilidades mensuales del 5 al 10 por ciento sobre su capital, aunque esto no es estable todos los meses. Si opera con una cuenta de 10.000 euros, podría generar entre 500 y 1.000 euros mensuales, asumiendo una buena estrategia y condiciones de mercado favorables.
El trader profesional (más de 3 años, cuenta propia o institucional): especialmente los que operan con capital propio elevado o con fondos gestionados, pueden generar entre 2.000 y 10.000 euros al mes o más, dependiendo del tamaño de su cuenta y su especialización. Pero estos casos suelen ir acompañados de un alto control emocional, gestión del riesgo y años de formación.
Factores que determinan las ganancias
Cuanto mayor es el capital disponible, mayor es el potencial de beneficio, aunque también lo es el riesgo. Un trader con 1.000 euros difícilmente podrá ganar lo mismo que uno con 50.000 euros, salvo que asuma riesgos desproporcionados (lo cual es insostenible a largo plazo).
Algunos brokers ofrecen apalancamiento financiero, lo que permite operar con más dinero del que se tiene. Aunque esto puede multiplicar ganancias, también multiplica las pérdidas.
Estilo de Trading
Scalping: busca ganancias muy pequeñas, pero frecuentes. Ideal para traders con mucha experiencia y tiempo completo.
Day trading: opera dentro del mismo día. Puede generar ingresos diarios, pero requiere mucha disciplina.
Swing trading: mantiene posiciones durante días o semanas. Menos intensivo y más adecuado para quienes combinan trading con otro empleo.
Position trading: a largo plazo. Menos enfocado en ganancias mensuales y más en rendimientos acumulados.
Un trader profesional nunca arriesga más del 1% al 2% de su capital por operación. Quienes ignoran esta regla suelen enfrentar pérdidas rápidas y duraderas.