No iba a ser nada fácil para el actor Aldis Hodge tomar el legado que dejó Morgan Freeman con su papel del detective Alex Cross en la película 'Along Came a Spider' (1991), en la que el veterano intérprete rodeó de un misticismo serio y especial a un investigador del FBI que sigue a un psicópata que secuestra a Megan, la hija de un importante senador de los EE. UU.
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Ni el recuerdo del filme 'Alex Cross', que protagonizó Tyler Perry en el 2021, como tampoco el hecho de que el personaje ya venía de una saga de novelas policíacas exitosas creadas por James Patterson, quien cultivó a una fanaticada muy fiel y exigente.
Pero el panorama no fue sombrío para Hodge, quien venía de explorar el mundo de los superhéroes animados del universo de DC y ponerse el traje de Hawkman en la fallida cinta 'Black Adam'. Esta propuesta puso sus pies en la tierra.
Ahora en su nueva serie, 'Detective Alex Cross', demuestra que no hay sombra de Morgan Freeman que valga, ya que el nuevo protagonista se adueña del perfil de un investigador con muchos dones y que encara una vida familiar llena de retos, un trauma profundo por una pérdida que ha logrado manejar con el duelo y la batalla contra un enemigo poderoso y cruel.
Había mucha expectativa desde que la plataforma de streaming Prime Video anunció el proyecto, que ya se encuentra disponible y, hay que decirlo, ha logrado brillar y poco a poco está llamando la atención de la crítica y la audiencia.
Sin complicarse demasiado, la trama de Cross despega luego de la extraña muerte de un hombre muy querido (y con un pasado complejo) de una comunidad afroamericana de Washington.
Como suele pasar en la mayoría de producciones policiacas, ese crimen es solo la excusa para un entramado más complejo en el que hay un conflicto de poder, tensiones raciales (otro de los elementos que se destacan en la producción) y una conexión que no se fundamenta en la casualidad y enreda al propio Alex Cross en todo el conflicto.
Hay que tener paciencia para degustar la trama de esta producción que se toma su tiempo para dibujar a sus personajes, para dar un contexto cotidiano del detective forense que brilla, es rebelde y no esconde esas texturas de humanidad que dejan ver que no siempre es infalible y es abrazado muchas veces por la frustración.
Conseguimos presentar la belleza polifacética de la cultura afroamericana de una forma en la que recalcamos ‘esto es lo que somos nosotros’
Alex Cross, el padre de dos niños, el buen amigo, el policía que lidia con una comunidad que critica su trabajo y que también puede llegar a endiosarlo, se mezcla con el hombre perspicaz, dedicado y violento cuando se necesita, para cumplir con la exigencia del caso que hace latir con fuerza la primera temporada de la serie. No es difícil sentir empatía con él y acompañarlo en una travesía por las tinieblas de la condición humana.
Aldis Hodge logra el papel de su vida (por ahora) al encajar muy bien en el personaje y jugar con la montaña rusa de emociones que tiene que revelar frente a las cámaras. “Conseguimos presentar la belleza polifacética de la cultura afroamericana de una forma en la que recalcamos ‘esto es lo que somos nosotros’, y me encanta poder celebrar eso y llevarlo a un espacio tan entretenido”, recordó el protagonista en un artículo de la revista The Wrap.
Aunque la historia va dando paso a una narrativa tensa y cruel, 'Detective Alex Cross' navega sin lío entre esos lugares comunes en las producciones de detectives con sus jefes bravos, giros en la investigación del caso y hasta un villano carismático y que parece estar un paso más adelante que los investigadores. Un psicópata que está diseñado bajo la estela de la inteligencia y la crueldad.
A todo eso habría que sumarle el trabajo de Isaiah Mustafa, quien interpreta a John Sampson, que no solo es el mejor amigo y colega de Cross, sino que asume el reto de ser una especie de brújula en el viaje de sanación del protagonista, que a veces está por encima del suspenso y la violencia que va creciendo poco a poco.
Hay que recalcar que esta serie no es para quienes quieren un ritmo frenético. Se cocina a fuego lento, pero está claro que logra arder.
“Si no estuviera en esta serie, la vería por la narrativa, los giros, las relaciones, las cosas que no te esperas. Las cosas que ni siquiera puedes anticipar, es increíble. Este programa deconstruye completamente el molde de lo que pienso que es thriller o en un drama criminal (...). Ni siquiera puedo decir que sea una serie policíaca, es algo totalmente diferente”, recalcó emocionado Hodge en la nota de The Wrap.
Al caer en el embrujo de esta producción es imposible no querer consumir cada episodio para saber lo que va a pasar con el caso, pero lo que en verdad importa es si el personaje principal consigue llegar a la luz, sanar su dolor y, claro, atrapar al villano. Ya la serie consiguió luz verde para una segunda temporada.
Andrés Hoyos - EL TIEMPO