El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, afirmó en una entrevista con la agencia Efe que tras el envío de unos 10.000 soldados norcoreanos a Kursk su Gobierno contempla medidas específicas que responderán al "progreso de la cooperación militar" entre Moscú y Pionyang, "incluyendo el fortalecimiento del apoyo a Ucrania".
Conforme a los criterios de
El que Corea del Norte "haya llegado al punto de enviar sus tropas a Rusia constituye una grave amenaza para la seguridad no solo de la península coreana y Europa, sino del mundo entero", apunta Yoon, que recuerda que Pionyang ha proporcionado "considerables cantidades de armamento militar" a Moscú para apoyar la invasión de Ucrania y que esa cooperación viola las sanciones de la ONU.
"Si ambos no cesan su peligrosa 'aventura militar', estamos preparados para implementar las correspondientes medidas efectivas, incluido el fortalecimiento del apoyo a Ucrania, en cooperación con nuestros aliados y países afines", afirma Yoon en la entrevista por escrito, concedida en vísperas de la visita que realiza desde hoy a Lima para participar en el Foro de la APEC.
Hasta ahora, Seúl se ha ajustado a los artículos de su ley de comercio exterior que le impiden transferir directamente armamento letal a países 'en guerra', como es el caso de Ucrania.
Yoon había apuntado anteriormente a la posibilidad de que su Gobierno fuera más allá del mero apoyo financiero y humanitario en función de las acciones de Moscú en el frente, y el refuerzo de los lazos militares rusos con Pionyang ha hecho que esta contingencia cobre aún más fuerza.
En ese sentido, el mandatario subraya que desde que se supo a final de octubre que el régimen norteño estaba movilizando tropas para el frente ucraniano, Seúl ha señalado "que tomará contramedidas paso a paso a medida que avance la situación".
En lo concerniente a la seguridad de su país, Yoon considera "motivo de grave preocupación" que Moscú "transfiera tecnología militar sensible" a Pionyang a cambio del envío de soldados, y aún peor "el que Corea del Norte, que no ha tenido experiencia de combate durante más de 70 años, adquiera conocimientos de guerra moderna en Ucrania y los transmita" al resto de los 1,3 millones de soldados que forman su ejército.
Mantener el diálogo con China y Rusia
Seúl no parece estar contemplando de momento una ruptura de lazos diplomáticos y económicos con Rusia por lo que se desprende de lo dicho en la entrevista por Yoon, que el 17 de noviembre tiene previsto viajar a Río de Janeiro para la cumbre de líderes del G20.
El mandatario insiste en que su Administración exige repetidamente que Pionyang y Moscú cesen "su cooperación militar ilegal", así como la retirada inmediata de tropas norcoreanas de territorio ruso, y al tiempo afirma que no escatima "esfuerzos diplomáticos" para mantener abiertos "los canales de comunicación necesarios con Rusia".
A su vez, asevera que de cara a solventar la actual situación su país apuesta por mantener un "diálogo estratégico con China, haciendo hincapié en el papel responsable de este país (aliado de peso tanto para Corea del Norte como para Rusia) a la hora de contribuir a la estabilidad" regional.
Ampliar la libertad de los norcoreanos
En un momento de relaciones inexistentes con Pionyang, que dice haber modificado su Constitución para eliminar referencias a la reconciliación y reunificación (un giro de 180 grados con respecto a su estrategia diplomática de las últimas tres décadas), Yoon confía en que la nueva "doctrina de unificación" que presentó en agosto pueda mejorar la situación en la península.
Este nuevo programa del Gobierno Yoon, que a su vez es un giro con respecto a anteriores políticas de Seúl al instar directamente a la mejora de los derechos humanos de los norcoreanos, no ha recibido respuesta por parte de Pionyang, que ha realizado "actos en contra del concepto de un solo pueblo y de unificación", argumenta el presidente sureño.
"Si Pionyang realmente se preocupa por su pueblo, considero que no habría razón para rechazar las medidas dirigidas a ampliar la libertad y mejorar los derechos humanos de su pueblo", explica.
En este sentido, Yoon espera que la comunidad internacional siga instando a Corea del Norte a retomar el diálogo y esforzándose por mejorar los derechos básicos de los norcoreanos, además de apoyar la reunificación de la península.
"Firme confianza y apoyo" con el Estados Unidos de Trump
Sobre posibles divergencias en el seno de la alianza Corea del Sur-EE.UU. ante el retorno al poder de Donald Trump, quien ha sugerido que podría volver a intentar dialogar con el líder norcoreano, Kim Jong-un, o exigir a Seúl que pague 10 veces lo que abona al año -algo más de 1.000 millones de dólares- por mantener 28.500 efectivos estadounidenses en su territorio, Yoon evita hablar basándose "en circunstancias hipotéticas".
En todo caso, señala que la relación entre Seúl y Washington "no se forjó de la noche a la mañana, sino que se trata de una alianza muy especial que ha evolucionado al ritmo de los cambios en el orden mundial durante los últimos 70 años", y que por ello se han "fomentado una firme confianza y apoyo" mutuos.
Yoon promete seguir "trabajando con la nueva Administración estadounidense para consolidar y fortalecer aún más la alianza coreano-estadounidense en todos los ámbitos" y seguir tratando de "lograr la desnuclearización de Corea del Norte sobre la base de una estrecha cooperación" con Washington.