Nuevamente al Senado llegó un proyecto de reforma constitucional para habilitar el transfuguismo por una sola ocasión. Esto quiere decir que se levanta la prohibición para que los congresistas cambien de partido sin estar obligados a dejar la curul que ganaron por dicha colectividad.
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“Podrá por una sola vez en el cuatrienio y hasta un mes antes del primer día de inscripciones de la próxima elección renunciar al partido o grupo significativo por el cual fue elegido sin tener que renunciar a la curul”, dice el proyecto, que en su forma actual es problemático porque habilita el transfuguismo de forma indefinida en cada cuatrienio y no solo por una ventana de tiempo como lo han hecho los otros proyectos.
El proyecto es crucial para el Pacto Histórico con miras a 2026. La razón es que la intención de esta coalición es volverse un partido único, pero hay colectividades en su interior que no quieren ceder la personería, como el Mais. Esto le juega en contra a perfiles como la senadora María José Pizarro y David Racero, que se verían atados al partido porque el fueron elegidos sin posibilidad de hacer parte de la colectividad única si no se da una puerta de salida, como el transfuguismo.
La iniciativa termina siendo una reforma política que le entra a competir al proyecto liderado por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. La razón es que no solo toca temas de transfuguismo sino que se mete en temas del umbral electoral y en la formación de coaliciones.
El artículo dos busca subir el umbral electoral para los partidos que busquen una curul en Senado del tres al cinco por ciento. Esto implicaría que se hace más difícil mantener la personería. Va en contravía del proyecto abanderado por el Ejecutivo, que busca mantener el umbral y dar nuevas formas de reconocimiento político a través de afiliaciones.
La iniciativa también viene con artículo que evitaría a futuro la pugna que hubo al interior del Pacto Histórico por la conformación de un partido único. La propuesta busca que los partidos que van en coalición y superen el umbral del cinco por ciento y logren curules tengan que volverse una sola colectividad sí o sí.
“Si los partidos o movimientos políticos con personería político coligados superan de manera conjunta el umbral de que trata el artículo 108 para las elecciones de Congreso deberán determinar la denominación de un solo partido o movimiento político, al que se le mantendrá la personería jurídica, lo cual deberá quedar establecido en el respectivo acuerdo de coalición”, dice el texto.
La propuesta viene con 40 firmas, varias de ellas del Pacto Histórico, que sería una de los sectores más beneficiados por sus medidas. Sin embargo, también cuesta con el apoyo de otros perfiles que ven con buenos ojos la posibilidad de cambiarse de partido.
Son los casos de Marelen Castillo y Erika Tatiana Sánchez, representantes por la Liga de Gobernantes Anticorrupción, partido del fallecido Rodolfo Hernández. Desde el comienzo estas fueron apartadas de la colectividad y siguen ostentado sus curules, pero sería muy difícil que se les entregue un nuevo aval en 2026.
También está la firma de Miguel Polo Polo, que llegó por la circunscripción afro y su impulsor se volvió el Partido Ecologista. Sin embargo, esta colectividad, cuya personería fue recibida por la victoria del representante, se declaró partido de gobierno mientras que el congresista claramente es contrario al Ejecutivo. Este proyecto también lo beneficiaría.
Son estos los casos que evidencian un gran interés de algunos congresistas para que se les abra una puerta y puedan reorganizar las fichas para irse al partido que más les sea favorable.