Con el ‘frente amplio’, el petrismo y Benedetti buscan picar en punta para el 2026

Ningún ministro del gobierno del presidente Gustavo Petro estuvo en el lanzamiento oficial del calendario electoral, esta semana en la sede central de la Registraduría Nacional. A la cita, convocada por el registrador Hernán Penagos, asistieron todas las cabezas de la institucionalidad colombiana, menos del Ejecutivo. La ‘silla vacía’ en ese evento muestra que el Gobierno persiste en marcar la brecha institucional con la Organización Electoral, a la que el presidente Petro ha atacado en varios de sus mensajes y que ha tenido que marcar posiciones por las intenciones de recorte de recursos con la excusa de la crisis fiscal.

Pero que el ministro del Interior, Armando Benedetti, no hubiera asistido a la presentación oficial del calendario electoral del 2026 no significa, para nada, que no tenga un ojo puesto sobre esas fechas. De hecho, mientras se movía en la Cámara para resucitar la reforma de la salud, también hablaba abiertamente sobre el ‘frente amplio’ con el que el petrismo buscará mantenerse en el poder en el 2026.

En declaraciones que para varios sectores configuran una abierta participación en política, aprovechando la figuración que le da su posición como ministro de la Política y tratando de vender la idea de que se trataría de una coalición de centro –a pesar de que el centro que apoyó a Petro en el 2022, precisamente, fue purgado del Gobierno por orden del Jefe de Estado–, Benedetti aprovechó para picar en punta de cara a las presidenciales y las elecciones para Congreso.

“Esto se va a definir entre petristas y antipetristas. Si logramos hacer un frente amplio para marzo en las próximas elecciones, donde vaya el partido de ‘la U’, el Pacto Histórico, el Partido Liberal, independientes y la Alianza Verde de Carlos Amaya, entre otros, y que de ahí salga un candidato, muy seguramente se puede ganar versus el aspirante de la derecha que puede ser Claudia López, Sergio Fajardo o Vicky Dávila”, dijo el ministro.

La reconfiguración del gabinete, con la salida de varios de los exponentes del petrismo purasangre (que en todo caso siguen pendientes de las órdenes del Presidente para definir sus aspiraciones políticas), y la llegada a su vez de ministros cuotas de los sectores colaboracionistas del liberalismo, ‘la U’ y el partido Conservador apuntan en el mismo sentido.

La estrategia pasa por tratar de vender ante los electores a los sectores críticos de los resultados del Gobierno como de ‘extrema derecha’ y al petrismo, a su vez, como una supuesta fuerza de centro. Sin embargo, la propuesta del exembajador no encontró eco en la oficialidad de los partidos que mencionó. En un pronunciamiento, ‘la U’ desmintió cualquier acercamiento, acuerdo o negociación y reiteró su independencia. “Cualquier postura electoral futura será definida por nuestros órganos directivos siguiendo los procedimientos estatutarios establecidos y no por declaraciones unilaterales de funcionarios del Gobierno Nacional”, indicaron.

En esa misma vía avanzó el expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal. “No tenemos ningún plan de hacer coalición con el Gobierno, ni para las elecciones. Nadie puede esperar que el partido transite el proceso electoral en coalición con los partidos que han apoyado al presidente Petro”, dijo Gaviria en un mensaje en video.

En los verdes, es claro que el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, que a su vez ha sido cercano al poderoso Carlos Ramón González y a Sandra Ortiz (ambos enredados por el escándalo de la UNGRD), está cada vez más alineado con el Gobierno. Incluso, en los mentideros políticos de Tunja y Bogotá se habla de la posibilidad de que Amaya renuncie para medirse en la consulta del petrismo y sus fuerzas afines.

Por ahora, congresistas consultados por este diario resaltaron que el hecho de haberle caminado al gobierno en su agenda legislativa no implica que vaya a ser igual en las elecciones de 2026. El antipetrismo de algunas regiones, donde están las bases de los partidos, haría inviables estos acercamientos con miras a las elecciones.

“Una cosa son las relaciones con el gobierno de Petro y otra cosa es el 2026. Yo creo que en noviembre se eligió a Gaviria por cuatro años más pensando en que el partido definitivamente debe desmarcarse de una coalición con el petrismo”, señaló el senador liberal Mauricio Gómez Amín, quien tiene planes de aspirar a la precandidatura roja.

El candidato de la izquierda

Al margen de los movimientos de Benedetti, al que ya no atacan públicamente, pero a quien no miran con confianza, el Pacto Histórico y los otros sectores de izquierda buscan unificarse bajo un solo candidato. Para ello tienen pensado usar la ventana de las consultas del 26 de octubre.

Hasta el momento, son tres los que quieren una foto en ese tarjetón: Gustavo Bolívar, actual director del DPS; la senadora María José Pizarro y la exministra de Salud Carolina Corcho. Ellos asistieron a la ‘cumbre de izquierda’ en la casa del embajador Roy Barreras, en el norte de Bogotá, hace poco más de una semana. Roy, que no pertenece al petrismo purasangre, empieza a moverse tratando de ganarse simpatías en el sector más radical de la izquierda, de cara a la consulta interpartidista de marzo del 2026.

También hay expectativa por cómo jugará Unitarios, la coalición de partidos de izquierda que no quiso ceder su personería para conformar una colectividad única, cuyas caras más visibles son Daniel Quintero y Carlos Caicedo. La duda es si irían en octubre en esa consulta de la izquierda o esperarían hasta marzo para enfrentarse con todos los aspirantes que vayan a hacer parte del ‘frente amplio’. Caicedo ha sido cuestionado porque supuestamente está detrás de los grafittis que han dañado varias paredes de Bogotá y que mencionan su apellido. Y Quintero es, como Benedetti, otro hombre cercano al corazón de Petro a quien en las bases de la izquierda lo ven como una quintacolumna de la corrupción política en su proyecto (ver entrevista con Carlos Carrillo).

Los otros en campaña

Mientras esto pasa en la izquierda, los precandidatos de la centroderecha siguen, como lo hizo Petro hace cuatro años, haciendo la tarea y viajando por diferentes regiones del país. En el Centro Democrático, partido liderado por el expresidente Álvaro Uribe, aún no se define el mecanismo (encuesta o consulta interna) para escoger un candidato. Mientras tanto, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Miguel Uribe y Andrés Guerra siguen intentando mostrarse como la opción viable de la colectividad a través de la férrea oposición al gobierno Petro. Sin alinearse con ellos, la periodista Vicky Dávila viene utilizando una estrategia que combina la asistencia a eventos y su presencia en redes que, señalan los analistas, les muerde apoyos a los candidatos del uribismo. El propio presidente Petro y sus huestes, además, constantemente la gradúan como la candidata a derrotar en el 2026.

En Cambio Radical, desde que renunció David Luna a la colectividad, todos los caminos van hacia Germán Vargas Lleras. “Creemos que tiene la trayectoria, experiencia y carácter para recuperar lo que se ha perdido o lo que se ha destruido en el gobierno de Gustavo Petro”, le dijo a este diario el senador Carlos Fernando Motoa sobre la reciente convención en la que de manera unánime se propuso al exvicepresidente. 

Por el lado de los exgobernadores, Juan Guillermo Zuluaga, Héctor Olimpo Espinosa y Aníbal Gaviria están trabajando por consolidar sus candidaturas.

En el espectro de centro, el excandidato presidencial Sergio Fajardo dijo que es “altamente probable” que vuelva a aspirar por la Presidencia y ya se está moviendo para lograrlo. Por la misma vereda se encuentra la exalcaldesa Claudia López, quien lidera en la sombra la facción verde que busca formar su propio partido. Fajardo y López se reunieron este viernes en una cita en la que no se habló de alianzas, pero que deja una señal de superar roces del pasado.

En el calendario oficial de los comicios hay dos fechas marcadas en rojo para el próximo año: el 8 de marzo y el 31 de mayo, en las que se votará por Congreso y Presidencia. La segunda vuelta presidencial sería el 21 de junio. Esto quiere decir que los que buscan aspirar a dichos cargos y están en el Ejecutivo deben renunciar un año antes de los comicios.

Siguiendo esos plazos desde ayer comenzaron las inhabilidades para aquellos funcionarios que aspiran a ocupar una curul en el Capitolio para el próximo cuatrienio. Con ese objetivo en el horizonte ya dio un paso al costado el exministro de Minas Andrés Camacho. En el sonajero también aparece el nombre de Susana Muhamad, quien estaría analizando aparecer en las listas de la izquierda para el Senado.

JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ

Redacción Política