Cómo sacarle provecho a la inteligencia artificial sin que afecte la creatividad y la capacidad analítica

hace 2 meses 31

El uso creciente de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito educativo ha abierto nuevas posibilidades para la búsqueda de información y la incorporación de contenidos. 

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A diferencia de épocas anteriores, en las que el proceso de aprendizaje implicaba la consulta física en bibliotecas, hoy en día la tecnología nos brinda acceso a una inmensa cantidad de información de manera inmediata. 

Sin embargo, esto también plantea interrogantes sobre cómo esta nueva herramienta afecta la manera en que aprendemos y adquirimos conocimientos.

Con la llegada de internet y los buscadores en línea, el panorama educativo ya había cambiado de manera significativa. Ahora, la introducción de la IA ha dado un paso más allá, revolucionando la forma en que procesamos información. 

La rapidez con la que la IA puede analizar y presentar un tema transforma nuestra capacidad para entenderlo y crear conocimiento en torno a él. Este avance también genera preguntas sobre los efectos de recibir conocimientos "ya digeridos" y cómo esto impacta el proceso cognitivo de aprendizaje en el cerebro humano. 

La IA generativa está diseñada para crear nuevos contenidos a partir de datos existentes.

La IA generativa está diseñada para crear nuevos contenidos a partir de datos existentes.

Foto:Getty Images

Pedro Benedetti, bioingeniero del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), docente y estudiante de doctorado en la misma institución, advierte que la ciencia, al igual que la sociedad, todavía está explorando el campo de la inteligencia artificial. 

Según Benedetti, existen pocos estudios sobre el tema y aún menos sobre el impacto de la IA en nuestros cerebros. A pesar de esto, la mayoría de las investigaciones coinciden en que ciertamente hay efectos.

Benedetti aclara que los problemas relacionados con la IA no provienen de su uso en sí, ya que, como cualquier herramienta, no es inherentemente buena ni mala, sino que todo depende de cómo se la utilice. 

Su mayor preocupación actualmente es el uso excesivo de la IA y la confianza excesiva que los usuarios depositan en las respuestas proporcionadas por estas tecnologías.

¿El aprendizaje es más simple?

Pedro Benedetti señala que el aprendizaje es un proceso que implica enfrentarse a desafíos, comprender lo que se busca incorporar, formular hipótesis y evaluarlas. A través de este proceso de prueba y error, se logra consolidar un concepto en la memoria. 

Sin embargo, advierte que la disponibilidad inmediata de respuestas a cualquier pregunta puede hacer que nos saltemos estos pasos esenciales. Como docente universitario, observa que muchos estudiantes utilizan ChatGPT para resolver ejercicios sin comprender por qué las respuestas son correctas, aunque lo sean.

Benedetti aclara que este no es un problema nuevo, ya que la capacidad de buscar información instantáneamente existía antes, pero la IA ha intensificado esta tendencia. Además, destaca que las respuestas presentadas por la Inteligencia Artificial en un formato similar al de una persona las hacen más convincentes, incrementando su uso y confianza. 

Según un estudio reciente, el uso de ChatGPT en entornos educativos está vinculado a la procrastinación y pérdida de memoria, lo que empeora el rendimiento académico. La hipótesis es que el uso excesivo de ChatGPT debilita las habilidades cognitivas al evitar el proceso necesario para llegar a las respuestas. 

Pedro Benedetti destaca que el aprendizaje activo requiere un compromiso del estudiante y el uso de recursos cognitivos para asimilar contenidos. Esto es fundamental para la adquisición y consolidación de la memoria. 

Advierte que el uso excesivo de herramientas digitales para resolver problemas puede perjudicar este tipo de aprendizaje. También señala que el uso desmedido de ChatGPT afecta el pensamiento crítico, ya que no ejercitamos nuestras habilidades para retener, analizar información y formular juicios. 

Benedetti también subraya que la creatividad se ve afectada por el uso de inteligencia artificial generativa. Un estudio reciente en el Reino Unido evaluó la escritura de historias y encontró que, aunque las historias apoyadas por IA eran más creativas y mejor redactadas, también eran más similares entre sí en comparación con las escritas únicamente por humanos. Esto plantea una paradoja: aunque el uso de IA beneficia a los individuos, no ocurre lo mismo a nivel grupal.

Clara Irurzun Falcón, profesora adjunta y becaria doctoral, coincide con Benedetti. Desde una perspectiva neuropsicológica, afirma que depender demasiado de la IA puede causar atrofia cognitiva, lo que implica la pérdida de habilidades clave como el pensamiento crítico, la capacidad analítica y la creatividad. 

En niños y adolescentes, el uso inmediato de IA ante desafíos cognitivos podría frenar el desarrollo de habilidades y la creación de nuevas conexiones neuronales. En los adultos, el uso de IA fomenta la gratificación instantánea, lo que afecta las funciones ejecutivas de la corteza prefrontal, disminuyendo la atención sostenida y la planificación a largo plazo.

Ventajas y desafíos de la IA

Gabriela González Aleman, directora del departamento de psicología de la Universidad Católica Argentina (UCA) y fundadora de BrainPoints, compara el avance de la inteligencia artificial con otros avances tecnológicos a lo largo de la historia. 

Según González Aleman, así como en el pasado las personas ocupaban su mente en tareas artesanales, como hacer un tornillo, la automatización de estas tareas permitió que el pensamiento humano se enfocara en cuestiones más complejas. 

De esta manera, considera que la IA es una herramienta que sigue este mismo camino, permitiendo a las personas concentrarse en aspectos más elevados del pensamiento.

González Aleman también señala que la IA nos proporciona información de manera rápida y ordenada, lo que es una ventaja en un entorno de ruido informativo. A diferencia de la información a la que estamos expuestos sin buscarla, la IA nos ayuda a obtener lo que realmente nos interesa. 

No obstante, aclara que la interpretación de la información sigue siendo responsabilidad del usuario, quien debe utilizar su juicio crítico para evaluar y verificar los datos proporcionados por la IA. Considera que la IA es solo una herramienta más, no la única.

Por su parte, Pedro Benedetti coincide en que una de las principales ventajas de la IA es su capacidad para liberarnos de tareas rutinarias y tediosas. Además, destaca que la IA puede detectar y corregir errores en nuestros trabajos, así como reformular su redacción, lo que nos permite dedicar más tiempo a actividades relacionadas con la toma de decisiones y la creatividad. 

Para que los beneficios de la inteligencia artificial (IA) sean efectivos, es fundamental analizar críticamente las respuestas que nos ofrece. Además, la IA permite el desarrollo de metodologías de enseñanza personalizada, ajustadas a las necesidades y el ritmo de cada usuario. 

Aplicaciones como Duolingo ya utilizan la IA para adaptar el aprendizaje al estilo y progreso de cada persona, presentando nuevas palabras y ejercicios en función de su rendimiento. No obstante, es crucial no depender exclusivamente de estas respuestas, ya que pueden contener errores y sesgos.

Clara Irurzun Falcón subraya que el uso de la IA como herramienta de aprendizaje implica una responsabilidad compartida entre aprendices y maestros. Ambos deben trabajar en maximizar los beneficios tecnológicos mientras se analizan y minimizan los riesgos. 

Inteligencia Artificial en el ámbito empresarial.

Es posible que la integración de la IA en la educación complemente el desarrollo cognitivo integral.

Foto:iStock

Para ella, es esencial que los educadores adopten una postura activa en la implementación de estas tecnologías, garantizando que se utilicen para fomentar el pensamiento crítico y la creatividad, en lugar de reemplazarlos.

Irurzun Falcón también destaca que la expansión de los recursos de la IA es inevitable, y su uso se está desarrollando exponencialmente. Niños y adolescentes crecerán con la tecnología al alcance de sus manos, por lo que en las instituciones educativas no se debe negar su utilización. 

Es crucial que aprendan a convivir con la IA, evaluando su pertinencia, cuestionándola o aprovechándola. Del mismo modo que el uso de la calculadora no eliminó la enseñanza de los cálculos, la Inteligencia Artificial puede potenciar nuestras actividades sin reemplazar el pensamiento crítico y la toma de decisiones.

Finalmente, Irurzun Falcón enfatiza que los educadores deben trabajar para garantizar un uso equitativo de la IA, evitando la perpetuación de desigualdades y fomentando un desarrollo cognitivo saludable en todos los estudiantes. Aunque aún queda mucho por investigar, con un enfoque cuidadoso y crítico, es posible que la integración de la IA en la educación complemente el desarrollo cognitivo integral.

Los sí y los no de la IA 

La inteligencia artificial (IA) ofrece varias ventajas al poner a disposición una mayor cantidad de información de forma ordenada y accesible. Además, permite liberar a las personas de tareas tediosas y rutinarias, lo que deja más tiempo para enfocarse en la toma de decisiones y encontrar soluciones creativas. Otra de sus ventajas es que facilita la corrección de errores de manera eficiente.

Sin embargo, también presenta desafíos. El uso excesivo de la IA puede limitar los recursos cognitivos, promoviendo la procrastinación y la pérdida de memoria. Asimismo, puede reducir el pensamiento crítico, la capacidad analítica y la creatividad, afectando negativamente la capacidad de atención. 

Estos efectos, en conjunto, pueden disminuir el rendimiento académico de quienes dependen en exceso de esta tecnología.

Silvina Vitale.

La Nación Argentina / GDA.

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*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de La Nación Argentina (GDA). Contó con la revisión del periodista y un editor.

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