Como quien no quiere la cosa, ajá …tú sabes: ‘Medusa’ / El otro lado, columna de Ómar Rincón

hace 1 día 30

Llegó Medusa inspirada (dicen) en el clan Char. Cuenta algo medio parecido, sin comprometer nada. Pero lo cierto es que cuenta Barranquilla.

¿Y qué dicen los amigos de Quillami?

-Me pareció jopo como serie. No dicen nada de los Char, aunque se refieren a una familia rica que se odian entre sí, conspiran los unos contra los otros y se asemeja un toque en como describen sus negocios.

-Una excelente producción en lo técnico, pero nombeee, argumento y guión bien jopéricos.

-Ajá, la misma de siempre: cachacos ridiculizando costeños y caricaturizándonos. ¡Esa es la que les cae!

-Uno se ríe un poco de la forma de hablar por parte de los actores cachacos. Hay que abonarles que hicieron su mejor esfuerzo, sobre todo Sebastián Martínez.

-Según ellos, ¿los empresarios se tratan de “ajá cara de ñame, qué”? ??

-El mal uso de los modismos costeños es para reír ??. Muy forzado. Y nos describen como si nos pasáramos comiendo fritos todo el día y en las combinaciones más ridículas: arepa e huevo con butifarra y carimañola y patacones, todo junto de un solo cipotazo y sin agua e panela ??.

-Y qué me dices del modo como se ha abusado de la palabra mondá…??. ¡Ey! Se pasan de mondá.

-Eso sí, de acuerdo con la serie: somos sexo 24/7 ??. ¡Cipote fama!

¡Que va! Mucho sexo (casi porno) y poco seso.

-Barranquilla se ve como la gran ciudad…Unas tomas es-pec-ta-cu-la-res ??.

Diego Trujillo y Juana Acosta en 'Medusa'.

Diego Trujillo y Juana Acosta en 'Medusa'. Foto:Netflix

¿Y ya más de fondo?

Si apartamos los velos que nos distraen hasta el enojo o la risa (las actuaciones regulares, la interpretación forzada del hablado barranquillero, las exageraciones intencionadas sobre la bacanería en Quilla, el guion flojo…y y y), entonces aparecerán ante nuestros ojos los efectos del “guía”.

La fantasía de la ciudad bella, perfecta, con tráfico fluido, vías en perfecto estado, muchas luces, alumbrado público que funciona, zonas verdes a tutiplen, mansiones con paneles solares, edificios rascacielos, la ciudad de cara al río Magdalena, con mercados públicos funcionales y vida social a orillas de los canales o caños, la gente de bien…

El sueño de ser y verse como Miami se hace realidad gracias a la magia del dron, que mira desde arriba sin adentrarse en los primerísimos planos de la inseguridad y las zonas oscuras de la pobreza. Esa Quilla de la superficialidad está ahí.

Entre mamadera y mamadera de gallo, como quien no quiere la cosa, tú sabes… ajá, Medusa también habla de las violencias que han vivido durante generaciones las mujeres de una sociedad que por ser tan alta, resulta impenetrable y “mete mono”. (De estratos más bajos no cuenta nada).

Para hablar de esas violencias nada mejor que la ficción. ¿Si me entiendes? Bárbara Hidalgo, la diosa de Danger, rompe con ese lugar incómodo del silencio. Devela temas sobre los que “mejor ni hablar, pero ajá, toca porque toca”: machismo, corrupción, doble moral, actores armados ilegales, feminicidios, microtráfico emergente, clasismo, y etc.

En conclusión: sale la Quilla en ficción-Char, que es como de los Char, pero no. Se habla raro, se actúa peor, pero es que ajá…es Netflix.

Al final: tu tran que yo quilo… Es solo una serie más.

ÓMAR RINCÓN

Crítico de televisión

orincon61@hotmail.com

'Medusa': Netflix estrena serie de suspenso que transcurre en Barranquilla | El Tiempo

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