La libido femenina cambia con el paso del tiempo, influenciada por factores hormonales, psicológicos, físicos y sociales. Cada etapa de la vida de una mujer está marcada por características particulares que impactan su deseo sexual.
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Según la doctora Monserrat Ixchel Pérez Camacho, en entrevista con 'SuMédico', la sexualidad femenina ha sido malentendida y estigmatizada por mitos culturales a lo largo de la historia, lo que resalta la importancia de tener conversaciones informadas y libres de tabúes sobre el tema.
Libido en los 20s: la fase de descubrimiento y energía
En los 20s, las mujeres suelen experimentar un deseo sexual elevado debido a factores como:
- Nivel hormonal: los niveles de estrógeno y testosterona están en su punto más alto, lo que puede aumentar el deseo sexual.
- Exploración sexual: esta es una etapa en la que muchas mujeres exploran su sexualidad, experimentando curiosidad y nuevas sensaciones que pueden incrementar la libido.
- Factores psicológicos: la autoimagen y la confianza en el cuerpo suelen ser más positivas en esta década, lo que favorece un mayor deseo sexual.
- Estilo de vida: aunque los niveles de energía son altos, el estrés derivado de los estudios o el inicio de la carrera profesional puede influir negativamente en la libido.
Libido en los 30s: madurez sexual y estabilidad
Durante los 30, las mujeres alcanzan una mayor comprensión de su sexualidad, lo que influye en su satisfacción y deseo. Entre los factores más destacados se encuentran:
- Madurez sexual: muchas mujeres en esta etapa entienden mejor su cuerpo y preferencias, lo que incrementa la satisfacción sexual.
- Equilibrio hormonal: los niveles hormonales se mantienen relativamente estables, y algunas mujeres alcanzan su pico de deseo sexual.
- Factores de relación: las relaciones tienden a ser más estables, lo que promueve la intimidad, aunque la maternidad y las responsabilidades familiares pueden reducir la libido.
- Estilo de vida y estrés: el estrés laboral y familiar puede afectar la libido, pero una buena comunicación y equilibrio en la vida diaria pueden ayudar a mantener el deseo sexual.
Libido en los 40s: transición hormonal y confianza
En la segunda mitad de los 40s, muchas mujeres atraviesan la perimenopausia, lo que provoca cambios en su deseo sexual debido a:
- Cambios hormonales: la fluctuación en los niveles de estrógeno y progesterona puede afectar la libido.
- Desafíos físicos: síntomas como sequedad vaginal y sofocos pueden disminuir el deseo sexual, aunque algunas mujeres experimentan un aumento debido a una mayor confianza en sí mismas.
- Factores de relación y estilo de vida: con los hijos más independientes, algunas mujeres encuentran más tiempo para enfocarse en su vida sexual y en la intimidad con su pareja.
Libido en los 50s: menopausia y adaptación
La menopausia marca un cambio significativo en la vida sexual de las mujeres. Entre los aspectos más influyentes en esta etapa se encuentran:
- Menopausia: la disminución de estrógeno y testosterona puede reducir la libido, además de que la sequedad vaginal y la incomodidad durante el sexo son comunes.
- Salud y estilo de vida: el ejercicio regular, una dieta saludable y la gestión del estrés pueden ayudar a mantener un deseo sexual activo.
- Factores psicológicos y de relación: la experiencia y la confianza pueden ayudar a compensar algunos de los desafíos físicos, permitiendo una sexualidad más relajada y satisfactoria.
Libido en los 60s y más: sexualidad en la madurez
A partir de los 60, la libido continúa siendo afectada por factores hormonales y de salud, aunque las experiencias varían entre mujeres. Los factores más relevantes incluyen:
- Cambios hormonales continuados: la reducción hormonal puede afectar el deseo sexual, pero la variabilidad es amplia.
- Salud física: la presencia de enfermedades crónicas y el uso de medicamentos pueden influir en la libido, aunque con un buen cuidado personal, muchas mujeres disfrutan de una vida sexual plena.
- Confianza y experiencia: las mujeres en esta etapa suelen tener una mayor seguridad en sí mismas, lo que les permite disfrutar de su sexualidad de manera satisfactoria, a pesar de los cambios físicos.
ELIZABETH SANTANA
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.