Hace menos de 100 años las autoridades estadounidenses no creían que fuera necesario brindar un documento a los migrantes para autorizarlos a vivir y trabajar en el país. Sin embargo, cuando un mayor número de personas comenzaron a llegar al territorio, poco a poco se fue haciendo indispensable y así fue como, en 1940 nació lo que hoy conocemos como green card.
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A través de su página de internet, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, (Uscis, por sus siglas en inglés), cuenta la larga historia que la residencia permanente ha tenido en el país, explicando que su antecedente fue la Tarjeta de recibo de registro de extranjeros.
Dichas tarjetas se imprimían en papel blanco. Se trataba del formulario AR-3 que fue creado como resultado de la Ley de registro de extranjeros que se aprobó precisamente en 1940.
La necesidad de dicho documento respondía a que, durante la Segunda Guerra Mundial, la ley comenzó a exigir que todos los no ciudadanos de Estados Unidos se registraran ante el gobierno federal, en las oficinas de correos.
Posteriormente la información era enviada al Servicio de Inmigración y Naturalización, (INS, por sus siglas en inglés), para su procesamiento, dependencia que se encargaba de enviar por correo la Tarjeta de recibo de extranjeros que servía como prueba de su registro.
Así, esas primeras Tarjetas de recibo de registro de extranjeros, que son el origen de la green card, no solo no eran verdes, sino que, no hacían distinciones entre los residentes permanentes legales y otros no ciudadanos, bastaba con realizar el trámite para recibir el documento.
¿Cuándo comenzó a llamarse green card a la tarjeta de residencia?
La razón por la cual al documento de residencia permanente en Estados Unidos se le conoce como green card o tarjeta verde se debe a un cambio que hubo en este proceso de registro después de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando la guerra terminó, Estados Unidos convirtió el registro de migrantes en parte del procedimiento regular de inmigración y los interesados dejaron de realizar el trámite en la oficina de correos para dirigirse directamente al INS que emitía diferentes documentos según el estatus de admisión.
Entonces los residentes permanentes comenzaron a recibir un formulario I-151 que estaba impreso en papel verde, lo que hizo que fuera fácilmente identificado por los migrantes ya que era su llave de entrada para vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos.
Así, debido a que el nombre del formulario resultaba largo y complicado, finalmente tanto los migrantes como sus abogados, e incluso los propios empleados del INS, comenzaron a referirse a la tarjeta por su color.
Cabe decir que posteriormente, con la intención de combatir la falsificación, también hubo otros diseños del formulario de residencia, por ejemplo azul y rosa. Sin embargo, el nombre de green card ya había ganado popularidad y se le conoce así desde entonces, por lo que, incluso, las autoridades decidieron devolverle el color verde.