El fenómeno climático de La Niña, caracterizado por temperaturas más frías de lo habitual en el Océano Pacífico, afectará el clima de Estados Unidos en 2025, aunque se espera que su intensidad sea más débil en comparación con otros años.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), los impactos de La Niña suelen ser más notorios durante el invierno, cuando su influencia llega a su punto máximo. Este fenómeno trae condiciones más frías y húmedas al noroeste de EE. UU. y partes del norte, incluidos los Grandes Lagos, el noreste y las Rocosas del norte.
Las previsiones indican que estas áreas podrían experimentar precipitaciones superiores a la media y un incremento en las nevadas, lo que podría beneficiar la acumulación de nieve en algunas regiones, especialmente en el norte.
Impacto de La Niña: condiciones secas y cálidas en el sur de Estados Unidos
Por otro lado, en el sur del país, las condiciones serán más secas y cálidas, particularmente en California y el suroeste, lo que incrementaría el riesgo de sequía. Las temperaturas más altas en el sureste podrían reducir la probabilidad de fenómenos invernales severos como las tormentas de hielo.
En el centro del país, incluidas las Llanuras y el Medio Oeste, las condiciones climáticas se prevén variables, con temperaturas más frías y tormentas de nieve en algunas zonas.
Sin embargo, otras regiones mantendrán temperaturas cercanas a los valores promedio. Además, el cambio climático podría influir en la variabilidad de los efectos de La Niña, al alterar las trayectorias de las tormentas y aumentar la probabilidad de fenómenos meteorológicos extremos.
Se espera que las condiciones de La Niña persistan hasta febrero-abril de 2025, con una probabilidad del 59%. A partir de esa fecha, el fenómeno podría transitar hacia un estado neutral, donde no se presenten ni las condiciones frías de La Niña ni las cálidas de El Niño, lo cual se anticipa entre marzo y mayo de 2025, con una probabilidad del 60%.