Comer en familia favorece los vínculos sociales, reduce la tristeza y mejora la salud mental, según estudio

hace 4 horas 50

Un estudio reciente del World Happiness Report 2025 destaca que comer acompañado es uno de los indicadores más sólidos de bienestar, comparable a factores como el empleo o los ingresos. 

Aunque en muchas culturas compartir la mesa es un acto social y ceremonial, en las sociedades industrializadas esta costumbre ha disminuido significativamente, afectando la cohesión social y la salud mental.

Historia y transformación de la comida familiar

Durante el siglo XIX, la comida en familia se consolidó como un pilar cultural en Estados Unidos, especialmente en la clase media. Este modelo se difundió ampliamente en la primera mitad del siglo XX gracias a la televisión y la publicidad, que mostraban la imagen idealizada de la familia nuclear reunida a la hora de la cena.

Sin embargo, la urbanización, los cambios laborales y la digitalización han fragmentado este ritual. 

El aumento de los turnos rotativos en fábricas, la expansión suburbana y la virtualidad convirtieron la comida en una actividad más individualizada y dispersa.

Beneficios científicos de comer juntos

Investigaciones recientes respaldan los beneficios de compartir alimentos. Estudios publicados en Adaptive Human Behavior and Physiology indican que las comidas sociales activan el sistema cerebral de endorfinas, oxitocina y dopamina, vinculadas con el afecto, la confianza y el placer.

Además, investigaciones en Frontiers in Public Health y Clinical Nutrition muestran que adultos mayores que participan en comidas comunitarias reducen significativamente sentimientos de tristeza y soledad. 

Por otro lado, adolescentes que comen regularmente en familia presentan menos síntomas de ansiedad, estrés y depresión.

Cena

Las cenas con sus seres queridos influyen en su felicidad.  Foto:iStock

El valor cultural y social de la comensalidad

En regiones como el sur de Europa y Turquía, comer en grupo mantiene su carácter ritual. En Turquía, por ejemplo, el rakı sofrası es una tradición que reúne a amigos y familiares alrededor de la comida y largas conversaciones.

El concepto antropológico de comensalidad, o compartir alimentos para fortalecer vínculos sociales, resalta el papel de esta práctica en la construcción de identidades individuales y colectivas. 

Fabio Parasecoli, profesor de la Universidad de Nueva York, señala que su ausencia puede tener consecuencias emocionales profundas.

Solo el 17,8 por ciento de las familias está compuesta por padres casados ​​con hijos.

Cree momentos especiales con su familia.  Foto:iStock

Los beneficios detallados de este momento: 

  • Fortalece los lazos familiares: compartir la comida permite conectar y comunicarse mejor entre todos los miembros.
  • Mejora la comunicación: es un momento para conversar, compartir experiencias y resolver problemas juntos.
  • Fomenta hábitos alimenticios saludables: los niños tienden a comer mejor y probar alimentos variados cuando comen con la familia.
  • Promueve la estabilidad emocional: crear rutinas familiares aporta seguridad y bienestar emocional.
  • Desarrolla habilidades sociales: durante las comidas, se practican modales, respeto y convivencia.

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* Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Portafolio, y contó con la revisión de la periodista y un editor. 

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