Al menos 700 personas murieron desde el domingo en medio de los intensos combates en Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte en la República Democrática del Congo, según informó el viernes el portavoz principal de la ONU.
"La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios llevaron a cabo una evaluación con el gobierno" congoleño entre el domingo y el jueves, dijo Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU. El funcionario señaló que si bien es probable que el número de muertos aumente, hasta el momento se lleva registrado que "700 personas murieron y 2.800 han resultado heridas".
El conflicto en RD Congo escaló el domingo por el avance de los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) en las provincias congoleñas de Kivu del Norte y Kivu del Sur, lo que ha aumentado las tensiones con Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa al ruandés de apoyar al M23, un extremo confirmado por la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido confirmada por la ONU.
El fulgurante avance del grupo armado M23 (Movimiento 23 de marzo) y de las tropas ruandesas provocó numerosos llamamientos de la comunidad internacional para que cesen los combates. Tanto la ONU cono Estados Unidos, China y la Unión Europea han pedido a Ruanda que retire sus fuerzas de la región.
Sin embargo, el presidente congoleño, Felix Tshisekedi, denunció la "inacción" de la comunidad internacional y advirtió del riesgo de "escalada" regional por este avance ante el que garantizó "una respuesta vigorosa".
En medio de la tensión, este viernes, los jefes de Estado de la Comunidad de Desarrollo del África Meridional (SADC) acordaron en una cumbre extraordinaria en Harare implicarse en el logro de un "alto el fuego" que permita la llegada de ayuda humanitaria en el conflicto del este de la República Democrática del Congo (RDC).
Más de 500.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde principios de año, según Naciones Unidas, que ha advertido de la escasez de alimentos, el saqueo de la ayuda y la posible propagación de enfermedades.
"Hay hambre en Goma. Hay que ir a sacar el agua del lago y estamos sin medicamentos", denunció Kahindo Sifa, un habitante de la ciudad.
Los habitantes comenzaron el miércoles a salir de sus casas, una vez que disminuyeron los enfrentamientos y bombardeos.
Pero en las calles yacen aún muchos cuerpos, constataron periodistas de la AFP y residentes de la localidad, donde viven cientos de miles de desplazados.