La semana pasada, y de forma súbita, el gobierno de Gustavo Petro anunció la candidatura de la embajadora de Colombia en Austria, Laura Gil, para asumir la Secretaría Adjunta de la OEA, el segundo cargo más importante en esta organización hemisférica.
Sin embargo, las intenciones de Colombia chocan con las de Perú, que aspiraba a ganar la candidatura con la ex ministra de relaciones exteriores Ana María Sánchez y quien, hasta que apareció Gil en el panorama, daba por descontado su triunfo al ser la única postulada.
Pero, ahora, deberá competir con Gil para hacerse a los 18 votos que requiere como mínimo alguna de las dos para ser electa el próximo 5 de mayo.
Actualmente Gil ocupa el cargo de embajadora de Colombia en Austria. Foto:Cancillería
Fuentes consultadas por este diario sostienen que, aunque el nombre de Gil surgió de último momento, la colombiana cuenta con buenas probabilidades de quedarse con el cargo gracias al apoyo de los gobiernos progresistas de la región y al respaldo de algunas naciones caribeñas que inicialmente habían apostado por Sánchez, pero que ahora se estarían inclinando por la embajadora en Austria.
Sin embargo, la candidata de Perú tiene también altas posibilidades dado que arrancó con su campaña mucho antes que Gil y, se supone, ya cuenta con el voto de los caribeños que por sí solos suman 14.
Este diario conoció que, de hecho, existe un acuerdo implícito previo según el cual Lima obtendría el respaldo del Caribe por ser de los primeros en respaldar la elección del surinamés Albert Ramdin a la Secretaría General de la OEA.
Laura Gil deberá obtener 18 votos para ganar. Foto:Cancillería.
¿Qué detonó la disputa diplomática entre Colombia y Perú?
La historia detrás de la disputa es mucho más compleja y está atada a la rivalidad que existe entre el presidente Petro y su homóloga peruana, Dina Boluarte, que asumió el poder luego que el mandatario Pedro Castillo (de ideología de izquierda) fue removido del cargo y arrestado tras intentar el fallido golpe de Estado que lideró el 7 de diciembre de 2022.
En respuesta, Petro decidió retirar a su embajador de Perú y desde entonces las relaciones bilaterales permanecían en el congelador.
Eso, hasta el pasado 17 de marzo, cuando ambos países reanudaron la conexión tras un encuentro en Lima entre los cancilleres Elmer Schialer y Laura Sarabia y que llevó a la designación de nuevos embajadores.
Ana María Sánchez, candidata de Perú al cargo en la OEA Foto:OEA
Pero, tan solo una semana después, Perú ejecutó una movida en el tablero hemisférico que Colombia interpretó como “hostil al extremo”.
En una carta fechada el 26 de ese mismo mes, la representación de Lima ante el Consejo Permanente de la OEA presentó la candidatura del colombiano Carlos Bernal para un asiento en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Bernal, que actualmente ya es uno de los siete comisionados que integran la CIDH, es un ex magistrado de la Corte Constitucional muy cercano al expresidente Iván Duque, que lo postuló a ese cargo en el 2021 y al que se le conoce por sus posturas contrarias a las de Petro.
“Esta representación permanente tiene a bien presentar la candidatura del doctor Carlos Bernal Pulido para una de las vacantes al cargo de Comisionado de la CIDH para el periodo 2026-2029. La decisión del Gobierno peruano se sustenta en la extraordinaria labor desarrollada por el doctor Bernal Pulido en los últimos cuatro años, como miembro y vicepresidente de la CIDH”, dijo el gobierno peruano entonces.
Y, si bien todos los países tienen derecho a presentar candidatos a la CIDH así no sean de su propia nacionalidad, que Perú se la jugará por un opositor del presidente colombiano no cayó nada bien en Bogotá.
Más delicado aún, al nominar a Bernal, Boluarte hundió la candidatura al mismo cargo de la abogada colombiana María Clara Galvis, quien había sido postulada por Petro desde diciembre.
Hoy me presento como candidata a la Secretaría General Adjunta de la OEA ante el Consejo Permanente. Agradezco al Pdte @petrogustavo y la Canciller @laurisarabia por la confianza. Adelantaré la campaña como he representado a COL: con dedicación, ética y compromiso pic.twitter.com/KRCEwaOwfb
— Laura Gil (@Lauraggils) April 7, 2025Eso, porque entre los siete comisionados no puede haber dos representando a un mismo país y porque, al competir por la misma posición, lo más probable es que ambos fracasen dado que si bien hay tres asientos disponibles a partir del 2026, dos ya estarían cantados, uno para EE. UU. y otro para el Caribe.
Así las cosas, el tablero diplomático se mueve con fuerza en Washington cuando, tras el anuncio de la candidatura de Gil para el cargo de la OEA, Perú decidió jugársela a fondo enviando esta semana a la capital estadounidense al canciller Schialer junto con el exembajador y curtido diplomático Hugo de Zela. Colombia, por su parte, también ha comenzado a mover sus fichas para quedarse con un asiento que va más allá de una representación internacional.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington