Mantener una sonrisa saludable es fundamental, pero ciertos hábitos cotidianos pueden pasar inadvertidos y contribuir a que los dientes se tuerzan con el tiempo.
La torcedura dental, también conocida como maloclusión, ocurre cuando los dientes no se alinean correctamente, lo que puede afectar tanto la estética como la funcionalidad de la boca.
De acuerdo con Cleveland Clinic, esto puede significar que los dientes se inclinen hacia un lado, giren sobre sí mismos o no encajen bien entre sí al cerrar la boca.
Además, dificultan la masticación adecuada de los alimentos, aumentan el riesgo de caries y enfermedades de las encías debido a la acumulación de placa en áreas difíciles de limpiar, y pueden provocar dolores mandibulares y tensiones musculares por la mala mordida
Factores que influyen en la alineación de los dientes
Entre los factores que determinan la alineación de los dientes, la genética ocupa un lugar destacado. Es común heredar de los padres el tamaño de los dientes o de las mandíbulas, y cuando existe un desbalance como tener dientes grandes en una mandíbula pequeña, estos pueden amontonarse y torcerse.
Sin embargo, no todo depende de la herencia. Existen otras razones que pueden favorecer la torcedura dental a lo largo de la vida.
La pérdida temprana de dientes de leche, por ejemplo, puede alterar el espacio necesario para la correcta erupción de los dientes permanentes.
Cinco hábitos que pueden torcer los dientes
Además de los factores genéticos o traumáticos, ciertos hábitos cotidianos juegan un rol fundamental en el desarrollo de dientes torcidos. Aunque a veces pasan desapercibidos, conocerlos es clave para corregirlos a tiempo y proteger la salud bucal:
1. Succión del pulgar o uso prolongado del chupete
Chupar el pulgar o utilizar chupete más allá de los dos o tres años puede ejercer una presión constante sobre los dientes en formación.
Esto puede provocar que los dientes anteriores se proyecten hacia adelante o que el paladar se deforme, lo que afecta tanto la estética como la función de la mordida. Cuanto más prolongado sea el hábito, mayor será el impacto en la alineación dental.
2. Morder objetos duros
De forma similar, la costumbre de morder lápices, lapiceras o las uñas somete a los dientes a fuerzas anormales de manera repetitiva. Esta presión puede desgastarlos, debilitarlos y, con el tiempo, inclinarlos o desplazarlos de su posición original.
Cuide sus dientes. Foto:iStock
3. Empujar los dientes con la lengua
Otro hábito que suele pasar inadvertido es el empuje lingual, que ocurre cuando la lengua presiona constantemente contra los dientes al hablar, tragar o de manera inconsciente. Esta fuerza sostenida puede hacer que los dientes se separen, se inclinen hacia adelante o pierdan su alineación adecuada, especialmente si el hábito comienza en la infancia.
4. Respirar por la boca
La respiración bucal crónica, especialmente durante el desarrollo infantil, puede alterar el crecimiento normal de los huesos faciales. Al no existir la presión natural de los labios sobre los dientes, estos tienden a desplazarse hacia adelante o hacia los lados.
Esto debe saber. Foto:iStock
5. Dormir en posiciones que presionan la cara
Dormir boca abajo o apoyar la cara contra una mano o el colchón durante horas puede ejercer una presión prolongada sobre la mandíbula y los dientes.
Con el tiempo, esta presión puede generar pequeños desplazamientos en la alineación dental, especialmente en niños y adolescentes cuyo hueso maxilar aún está en formación.
Prevención y tratamiento
Si bien los hábitos mencionados pueden favorecer la torcedura dental, la buena noticia es que existen tratamientos eficaces para corregirla y recuperar una sonrisa armónica.
Un odontólogo o un ortodoncista puede recomendar distintas soluciones según cada necesidad. Los brackets tradicionales son una opción efectiva para mover los dientes mediante una fuerza gradual.
Acuda a un odontólogo. Foto:iStock
Otra alternativa, cada vez más accesible, son los alineadores transparentes, que permiten corregir la alineación de manera estética y cómoda. En niños, los expansores palatinos pueden ayudar a corregir el desarrollo del maxilar. Y, en casos más severos, donde hay desajustes óseos importantes, puede ser necesaria una cirugía ortognática para lograr una correcta funcionalidad.
La Nación (Argentina) / GDA.
¿Qué tan duros son los dientes?
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.