Especialistas en nutrición recalcan con frecuencia que el desayuno es una de las comidas más relevantes del día debido a sus múltiples beneficios. Sin embargo, omitirlo puede traer efectos negativos que afectan tanto el cuerpo como la mente.
Aunque las razones para no desayunar pueden variar, ya sea por falta de apetito, prisa o decisiones personales, conocer las repercusiones de esta omisión resulta fundamental para comprender cómo puede influir en su salud.
Principales efectos de omitir el desayuno
Diversas investigaciones han identificado que saltarse esta comida puede alterar el funcionamiento del organismo, desde un menor rendimiento mental hasta problemas metabólicos complejos. A continuación, se detallan las principales consecuencias:
Disminución de la energía y problemas de concentración
Durante el periodo de descanso nocturno, el cuerpo permanece varias horas sin recibir alimentos, lo que reduce los niveles de glucosa, fuente principal de energía para el cerebro. No desayunar podría ocasionarle cansancio, dificultad para concentrarse y fallas en la memoria.
Un artículo publicado en el Journal of Physiology and Behavior indicó que las personas que desayunan tienen un desempeño superior en tareas de concentración y resolución de problemas frente a quienes omiten esta comida.
Saltarse el desayuno afecta el rendimiento cognitivo y puede causar aumento de peso. Foto:iStock
Posible aumento de peso
Existe una creencia errónea de que evitar el desayuno contribuye a bajar de peso; sin embargo, estudios sugieren lo contrario. Saltarse esta comida puede incrementar la ingesta de calorías en las comidas posteriores debido al aumento del apetito. Además, el metabolismo puede desacelerarse al entrar en un "modo de reserva" que obstaculiza la quema de grasas.
Un análisis de la Universidad de Harvard concluyó que quienes omiten el desayuno tienen un 27 % más de probabilidades de desarrollar obesidad.
Fluctuaciones en los niveles de glucosa
Para quienes padecen diabetes o presentan riesgo de desarrollarla, el desayuno es fundamental. Al no consumir alimentos por la mañana, los niveles de azúcar en sangre pueden sufrir descompensaciones, aumentando el riesgo de resistencia a la insulina.
La Asociación Americana de Diabetes sostiene que las personas que desayunan de manera habitual regulan mejor su glucosa y tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas.
Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares
Un metaanálisis publicado en Circulation, la revista de la American Heart Association, evidenció que omitir el desayuno puede elevar las probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares.
Esta situación se relaciona con el aumento de los niveles de colesterol "malo" (LDL), hipertensión e inflamación crónica, condiciones vinculadas a un patrón alimenticio desequilibrado.
Cambios en el estado de ánimo
La alimentación matutina no solo incide en el bienestar físico, sino también en el emocional. No desayunar puede generar irritabilidad, ansiedad y cambios bruscos de humor, debido a la falta de nutrientes que regulan hormonas como la serotonina.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Cardiff, quienes incluyen el desayuno en su rutina reportan menos episodios de estrés y una mejor estabilidad emocional.
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FERNANDO GUEVARA
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.