Un equipo de científicos, a bordo de un barco de investigación en el suroeste del Océano Pacífico, descubrió un gigantesco coral que podría ser el más grande jamás registrado.
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Se estima que esta impresionante estructura tiene cerca de 300 años, alcanzando dimensiones sorprendentes: 34 metros de ancho, 32 metros de largo y 5,5 metros de alto, con una circunferencia de 183 metros.
Esta formación única está compuesta por una extensa red de pólipos de coral, pequeños organismos individuales que han crecido en conjunto durante tres siglos sin interrupción, formando un coral independiente que difiere de los típicos arrecifes coralinos que comprenden múltiples colonias.
El descubrimiento fue realizado por el equipo Pristine Seas de National Geographic, durante una expedición científica en las Islas Salomón, específicamente en el conjunto de islas conocidas como Three Sisters. Este megacoral, identificado como un ejemplar de la especie Pavona clavus, presenta un color predominantemente marrón, adornado con toques vibrantes de amarillo, azul y rojo.
Sus ondulaciones se asemejan a las olas del océano y reflejan la superficie marina. Este coral, que supera en longitud incluso al animal más grande del mundo, la ballena azul, brinda un hábitat esencial para una gran variedad de especies marinas, desde camarones y cangrejos hasta diversas especies de peces.
Tan inmenso que se ve desde el espacio
La magnitud de este coral es tal que puede ser observado desde el espacio. En un primer momento, los miembros del equipo que divisaron la estructura desde la superficie pensaron que podría tratarse de restos de un naufragio. Fue Manu San Félix, director de fotografía submarina de Pristine Seas, quien se sumergió para analizarlo de cerca y confirmó que se trataba de un coral Pavona clavus de dimensiones excepcionales. A pesar de su enorme tamaño, nunca había sido documentado, y la comunidad local desconocía su existencia.
"Justo cuando pensamos que ya no queda nada por descubrir en el planeta Tierra, encontramos un coral enorme formado por casi mil millones de pequeños pólipos, que palpitan con vida y color", expresó Enric Sala, explorador residente de National Geographic y fundador de Pristine Seas. "Este es un descubrimiento científico importante, como encontrar el árbol más alto del mundo. Pero hay motivos para alarmarse. A pesar de su ubicación remota, este coral no está a salvo del calentamiento global y otras amenazas humanas".
Eric Brown, científico de corales y uno de los expertos de la expedición Pristine Seas, destacó la importancia de grandes colonias de coral como esta. "Grandes colonias de corales adultos como ésta contribuyen significativamente a la recuperación de los ecosistemas de arrecifes de coral debido a su alto potencial reproductivo", señaló Brown, quien también identificó el coral que ostentaba el récord anterior en Samoa Americana. Si bien muchos arrecifes cercanos y en aguas menos profundas han sufrido daños por el calentamiento del océano, la existencia de este gran coral en una zona más profunda es considerado un símbolo de esperanza para los ecosistemas marinos.
Las Islas Salomón, donde se realizó el hallazgo, son reconocidas por albergar la segunda mayor diversidad de corales en el mundo, con más de 490 especies registradas, tanto duras como blandas. Además, estas islas también son el hogar de uno de los volcanes submarinos más activos del planeta, el Kavachi, lo que resalta la riqueza biológica y geológica de la región.
Europa Press
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por Europa Press, y contó con la revisión de la periodista y un editor.