Caso de los Menéndez: gobernador de California tomará decisión final de los hermanos que llevan décadas en prisión

El gobernador de California, Gavin Newsom, expresó en su podcast 'This is Gavin Newsom' que no tiene intención de dejarse "influenciar" en el caso de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, quienes fueron sentenciados por el asesinato de sus padres, José y Mary Louise 'Kitty' Menéndez, hace 35 años.

Un día después de que el Fiscal de Los Ángeles presentara su nueva estrategia, que no sugiere una nueva sentencia para los hermanos Menéndez, Newsom mencionó por separado que está reuniendo información para poder responder a la solicitud de indulto o clemencia.

El gobernador de California indicó específicamente que el 13 de junio, los delegados estatales de la Junta de Libertad Condicional realizarán audiencias individuales con Erik y Lyle Menéndez, de 54 y 57 años, respectivamente.

El resultado de ambos procedimientos será presentado al gobernador de California para que lo tenga en cuenta al tomar una decisión que afecte la sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional que se les impuso a los hermanos, tras finalizar su segundo juicio el 16 de abril de 1996.

Newsom detalló que debe presentar su opinión "independiente" ante un juez sobre si proceder o no con la solicitud de clemencia, con el fin de respaldar la conmutación de la pena en este caso. Por esa misma razón, comentó en su podcast que evita ver documentales o recreaciones del crimen que conmocionó a Estados Unidos en 1989. "No quiero que me influyan", afirmó.

Crimen de los hermanos Menéndez

El crimen cometido por los hermanos Menéndez ocurrió el 20 de agosto de 1989, en la mansión de la familia Menéndez en Beverly Hills, California, Estados Unidos.

Los hermanos Erik y Lyle Menéndez, de 18 y 21 años respectivamente, planeaban y ejecutaron el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez.

Según las investigaciones, los hermanos habían planeado el crimen durante varios meses, motivados por el deseo de obtener el control de la fortuna familiar, estimada en millones de dólares.

La noche del crimen, los hermanos se reunieron con sus padres en la sala de la mansión. Lyle y Erik sacaron dos escopetas que habían comprado anteriormente y dispararon a sus padres a quemarropa.

José Menéndez murió instantáneamente, mientras que Kitty Menéndez murió unas horas más tarde en el hospital debido a las heridas graves que había sufrido.

Después del crimen, los hermanos intentaron hacer parecer que había sido un robo que había salido mal, pero la policía pronto descubrió que habían sido ellos quienes habían cometido el crimen.

El juicio de los hermanos Menéndez fue uno de los más publicitados de la historia de Estados Unidos, y ambos hermanos fueron condenados a cadena perpetua sin libertad condicional.

FELIPE SANTANILLA AYALA

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS