Desde Alemania, donde participó de la Conferencia de Sostenibilidad de Hamburgo 2024, el canciller Luis Gilberto Murillo se pronunció en el marco del aniversario del ataque de Hamás a Israel y la posterior guerra en la Franja de Gaza que ha dejado miles de muertos y que reactivó el conflicto en Oriente Medio.
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"Colombia exige hacer todo lo necesario para que se cumpla con los estándares de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Esto debe conducir a que se apaguen las bombas y se permita que la humanidad viva en paz", expresó Murillo.
Asimismo, el jefe de la diplomacia colombiana reiteró que el país "alza su voz por un cese al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes y secuestrados, la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y que se pueda dar solución política entre los dos estados".
Igualmente, recordó que Colombia se unió en solidaridad a la acción adelantada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. "Esta acción determinó suspender toda actividad militar que está generando el genocidio".
Y agregó: "La guerra en Gaza ya deja más de 41.000 personas asesinadas. Entre ellos, mujeres, ancianos, jóvenes, adolescentes y cerca de 20.000 niños y niñas. Eso es inaceptable".
La postura de Colombia y en especial la del presidente Gustavo Petro a lo largo de estos 12 meses en defensa del pueblo palestino terminó desgastando la relación diplomática con Israel al punto de romperse el pasado 1 de mayo.
"El Presidente, desde octubre de 2023, planteó esa ruta si no se veía un cambio de comportamiento de Israel en Gaza (...) como Gobierno se esperaron los resultados de las negociaciones del cese al fuego", aseveró Murillo tras la decisión de Petro.
El 25 de marzo Petro propuso, luego de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptará una resolución pidiendo el alto al fuego inmediato en Gaza, que las naciones del mundo "rompan relaciones diplomáticas con Israel si ese país rompe este cese al fuego".
La escalofriante decisión del movimiento islamista palestino Hamás de perpetrar, hace un año, la más sanguinaria masacre en la historia del Estado de Israel, marcó un punto de inflexión en las ya habituales tensiones en la región, y abrió la caja de Pandora de una confrontación que no solo desestabiliza a Oriente Medio sino también al mundo, porque justo por allí pasan algunos de los ítems que definen la economía y, en general, la geopolítica del planeta.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Periodista de Política