Camila Osorio se reafirmó como la mejor raqueta de Colombia y ascendió un puesto en la clasificación de la WTA tras conseguir su tercer título en la Copa Colsanitas, donde ganó en la final a la polaca Katarzyna Kawa y pudo sumar 250 puntos.
La colombiana escaló a la posición 53 del ranking mundial y se mantiene entre las mejores 100 tenistas del mundo, aunque todavía está lejos de su mejor clasificación en abril de 2022 cuando estaba de 33.
Camila Osorio Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo
Asimismo, la estadounidense Jessica Pegula ha escalado un puesto y es la actual tercera del ránking. Su victoria en la final del torneo de Charleston (Carolina del Sur, EE.UU.) contra Sofía Kenin rompió el podio de la WTA que estaba intacto desde el 21 de octubre del año pasado. La bielorrusa Aryna Sabalenka conserva el liderazgo del ránking con 10.541 puntos seguida de la polaca Iga Swiatek, con 7.470.
Osorio y otro duro camino por la corona
La nortesantandereana firmó una actuación brillante en la quinta final de su carrera y la tercera en Bogotá, donde superó a Kawa en una hora y 26 minutos, y defendió la corona para seguir escribiendo su propia historia en el único torneo WTA de la región.
Osorio sabía que este era el torneo para revalidar el por qué es la raqueta n.º 1 de Colombia. Llegó a la capital como la segunda siembra entre las preclasificadas y como la máxima candidata al título por ser la campeona vigente... y cumplió jugando con casa llena.
Camila Osorio Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo
“Estoy muy agradecida por todo el apoyo que me han dado, quiero agradecerle a Dios por esta victoria, es de mucha felicidad para mí regresar a casa. El amor, el cariño que me entregan es muy importante, gracias a ustedes y el apoyo que me han dado es como he podido conseguir esta victoria tan importante tras una gran semana”, dijo la cucuteña al recibir el título.
No fue un triunfo fácil, pues tuvo muchos altibajos a lo largo de la semana. Pulverizó a su compatriota Mariana Higuita en primera ronda, pero sufrió más de lo esperado en los octavos de final; incluso, estuvo a un punto de quedar eliminada contra la estadounidense Emina Bektas, quien la puso contra las cuerdas y la llevó al límite en los aspectos físico y emocional. Camila mostró más garra que juego, triunfó y avanzó de ronda tras ganar esa batalla interna que siempre libra con sí misma en los peores momentos.
Ese partido fue el quiebre para ella, fue el impulso emocional que necesitaba tras dejar muchas dudas en su juego. Estuvo brillante en cuartos para eliminar a la alemana Tatjana Maria. Ya en semifinales superó a la argentina Julia Riera, mostrando otra vez una gran fortaleza mental.
Camila Osorio Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo
Osorio se hizo fuerte en la final
El domingo enfrentó a Katarzyna Kawa, una rival muy complicada que venía de eliminar a una de las favoritas y siembra n.º 1, la checa Marie Bouzková, en los cuartos de final; y a la gran sorpresa del torneo bogotano, la estadounidense Julieta Pareja, en las semifinales.
Fue un juego en el que Camila Osorio lució concentrada y sobria desde el primer minuto de juego, mostró la agresividad que la caracteriza y fue soltándose con el paso de los puntos. Empezó poniendo condiciones, pero no todo fue perfecto en la final, los nervios también jugaron en contra y fue muy imprecisa con los primeros saques.
El primer set se lo llevó en 44 minutos por 6-3 y dio el primer paso para revalidar la corona, pero la cima todavía se veía lejana y faltaba camino por recorrer. En el segundo set volvió a ser sólida y mejoró mucho con sus saques para liquidar a una polaca que se fue desorientando y no encontró los caminos para cambiar la situación. Osorio impuso su juego y aprovechó todo el impulso del público para conquistar una corona más en Bogotá, la tercera en la WTA.
Camila Osorio Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo
La victoria dejó muchas cosas positivas para Osorio, pero sin duda la más importante es que afrontó un torneo sin sufrir desde lo físico, un tema que siempre le juega en contra. Jugó sin vendas en las piernas y supo salir de lo más bajo para levantar el trofeo. Además, le da un gran impulso en lo emocional tras un año completo sin títulos. Precisamente, la última vez que gritó campeona fue en la edición 2024 del WTA 250 de Bogotá.
Este año ha defendido su puesto en el escalafón mundial y se ha reafirmado como la mejor del país con resultados que ella sabe que pueden mejorar.
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