Con el objetivo de prevenir emergencias por desbordamientos durante la próxima temporada invernal, la Alcaldía de Barranquilla llevó a cabo una limpieza exhaustiva del arroyo Don Juan, un canal crucial para el manejo de las aguas pluviales en la localidad Metropolitana de la ciudad.
Durante la intervención, se limpiaron 4,72 kilómetros del arroyo, retirando una gran cantidad de residuos sólidos, incluyendo:
- Residuos voluminosos.
- Residuos orgánicos.
- Plásticos de un solo uso.
- Escombros de construcción y demolición
Además, estas intervenciones resultan fundamentales previo a la temporada invernal, ya que garantizan un mejor flujo de las aguas y reducen el impacto de las lluvias en las zonas cercanas.
Para ejecutar la labor se necesitó de maquinaria pesada para hacer limpieza y posterior disposición. Foto:Cortesía: Alcaldía de Barranquilla
Evitemos acciones que puedan perjudicarnos, como arrojar residuos sólidos voluminosos, orgánicos y otros tipos de desechos en los arroyos
José Luis RomeroGerente de la ADI
José Luis Romero, gerente de la ADI, hizo un llamado a la ciudadanía para que evite arrojar basura y otros desechos a los arroyos. Además, instó a las personas a gestionar adecuadamente los residuos de poda de árboles y escombros de construcción, contactando a la empresa Triple A para su recolección.
“Evitemos acciones que puedan perjudicarnos, como arrojar residuos sólidos voluminosos, orgánicos y otros tipos de desechos en los arroyos. También pedimos que, si van a podar árboles, gestionen adecuadamente las ramas y que toda actividad de construcción que genere escombros se disponga de manera correcta, contactando a la Triple A, empresa encargada de esta labor”, aseguró.
Plan de limpieza integral
Esta limpieza del arroyo Don Juan forma parte de un plan más amplio del Distrito para mantener limpios los principales canales de la ciudad, incluyendo:
- Arroyo Los Ángeles
- Arroyo Los Olivos
- Arroyo La Chinita/Don Diego
- Arroyo Urbanización La Playa
El gerente de la ADI hizo un llamado a la comunidad a “abstenerse de contratar carretilleros o personas que, de manera informal, recojan los residuos de sus casas, ya que estos no tendrían una disposición final adecuada, terminando en algún punto de la ciudad o en los arroyos”.