Si usted escuchó hablar de Baba Vanga, probablemente ya sepa que su nombre se asocia con profecías escalofriantes y misteriosas coincidencias históricas. Esta mujer búlgara, ciega desde la infancia y fallecida en 1996, es famosa por haber predicho con exactitud eventos globales como el atentado del 11 de septiembre, la muerte de la princesa Diana y el ascenso económico de China.
Ahora, en pleno 2025, sus vaticinios vuelven a estremecer al mundo, ya que algunas de sus más sombrías predicciones comienzan a hacerse realidad.
Según reportes del Daily Mail, habría anticipado que este año traería consigo una serie de devastadores terremotos, una grave crisis económica global, y un nuevo conflicto armado en Europa.
Y al menos una de esas profecías ya se cumplió con precisión: el 28 de marzo, un terremoto de magnitud 7.7 sacudió Myanmar, dejando más de 1.700 muertos, según las autoridades locales, y extendiendo la tragedia hasta Tailandia, donde al menos 10 personas perdieron la vida y decenas siguen desaparecidas.
Diversos terremotos hubo en el último tiempo Foto:iStock
Además, una réplica sísmica en Tonga activó una alerta de tsunami en todo el Pacífico, lo que confirma así la dimensión global del desastre anticipado por la vidente.
Terremotos, guerra en Europa y una economía al borde del colapso
Aunque no existen registros oficiales verificables de sus palabras, múltiples fuentes coinciden en que Baba Vanga previó para 2025 el inicio de una cadena de desastres que pondrían a prueba la estabilidad del planeta.
Uno de los presagios más inquietantes es el de una guerra en Europa, que según ella, provocaría una gran pérdida de vidas humanas y alteraría el equilibrio político en la región. A esto se sumaría un colapso económico a nivel mundial, que impactaría especialmente a las economías más vulnerables.
Para muchos, sus visiones siguen siendo motivo de escepticismo. Sin embargo, el cumplimiento parcial de sus predicciones ya causó suficiente revuelo como para reabrir el debate sobre el valor profético de sus palabras.
También dejó una extensa línea temporal de eventos futuros, que incluye desde la exploración de Venus en 2028 hasta el contacto con civilizaciones extraterrestres en el año 2130. Pero fue clara al advertir que el inicio de la caída de la humanidad comenzaría en 2025.
Este año marcaría, según ella, el principio del fin de un ciclo, con consecuencias que se extenderían por siglos hasta la desaparición del mundo en 5079.
Si bien es difícil confirmar la veracidad de estas predicciones, no puede negarse que su influencia sigue viva. En un contexto de incertidumbre geopolítica y desastres naturales, lo que anticipó para 2025 adquiere una resonancia más que perturbadora.