Azafata revela en qué clase viajan los pasajeros más ‘exigentes’. según su experiencia: ‘Son los que más se quejan y tienen los dedos pegados al timbre’

hace 3 horas 20

Paula Gahan, azafata con una década de experiencia, compartió su punto de vista sobre qué tipo de pasajeros suelen ser más exigentes durante los vuelos. 

Aunque la mayoría de los viajeros tienen una actitud amigable, hay un grupo en particular que destaca por su comportamiento demandante.

La clase con los pasajeros más exigentes

Gahan señaló que los pasajeros de clase turista premium, también conocida como Premium Economy, pueden llegar a ser los más difíciles de atender. “La mayoría de los pasajeros son encantadores, así que es difícil elegir una clase que sea más difícil”, afirmó en una entrevista con The 'Telegraph'. “Pero si tuviera que elegir una, sería Premium Economy”.

Según la azafata, este grupo de viajeros, que paga un poco más por mayores comodidades en comparación con la clase económica, desarrolla una actitud más exigente.

Su comportamiento puede estar influenciado por la sensación de que merecen un trato especial, aunque no lleguen a los estándares de clase ejecutiva.

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Esta es clase es más "complicada". Foto:Istock

“Los pasajeros de clase Premium Economy se encuentran en un dilema”, explicó Gahan. “No pueden permitirse ir en clase business, pero creen que son demasiado buenos para ir en clase económica”. Esto los pone en una situación de “confusión” en la que sienten que deberían recibir un servicio superior al que realmente les corresponde.

Además, resaltó que, a diferencia de los pasajeros de primera clase, que están más acostumbrados a la exclusividad y no necesitan reafirmar su estatus, los de Premium Economy tienden a expresar continuamente sus demandas.

“Son los que más se quejan, exigen todo lo que pueden y tienen los dedos pegados al timbre de llamada”, señaló la azafata. “Debe de haber una metáfora de la vida en alguna parte”.

Gahan destacó que, a pesar de las diferencias en el comportamiento de los pasajeros según la clase en la que viajan, cada vuelo representa un reto distinto para la tripulación, que debe adaptarse a las exigencias y actitudes de los viajeros.

Una azafata recomendó evitar el hielo a la hora de pedir una bebida a bordo de un avión.

La mujer contó su experiencia con este tipo de pasajeros.  Foto:iStock

'Influencers' y su comportamiento en los vuelos

Otra exazafata, Skye Taylor, quien trabajó en Virgin Atlantic, reveló otro perfil de pasajeros difíciles: los creadores de contenido en redes sociales. De acuerdo con declaraciones recogidas por el 'New York Post', este grupo suele presentar comportamientos problemáticos sin importar en qué clase viajen.

Según Taylor, los problemas con estos pasajeros surgen principalmente en rutas hacia destinos turísticos de alto perfil, como Dubái o Las Vegas, especialmente cuando han recibido descuentos en sus pasajes o si han consumido sustancias.

“Los principales problemas radican en rutas como Dubai y Las Vegas, donde se encuentran 'influencers' que quizá no han pagado el precio completo”, mencionó. Agregó que en muchos casos estas personas han bebido o consumido drogas, lo que puede generar situaciones difíciles para la tripulación.

Las clases en un avión y sus diferencias

En un avión, los pasajeros pueden elegir entre distintas categorías de asientos, que varían en comodidad y servicios:

  • Clase Turista (Económica): es la opción más asequible, con asientos más reducidos y servicios básicos.
  • Clase Turista Premium (Económica Superior): ofrece más espacio y mejores comodidades, pero sin llegar al nivel de la clase ejecutiva.
  • Clase Business (Ejecutiva): cuenta con asientos reclinables, mejor servicio de alimentos y bebidas, y mayor atención por parte de la tripulación.
  • Primera Clase: la opción más lujosa, con amplios espacios, servicio exclusivo y comodidades de alto nivel.

Jorge Villanes

El Comercio (Perú) / GDA. 

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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